Yo oí que...

21: Brownies.

Core.

 

<< — ¿Nerviosa?

—Estoy a punto de regresar a mi "vida" de la nada. ¿Usted no estaría nervioso?

—Más bien estaría intrigado, pero Core, he trabajado contigo en terapia todos estos meses. Has tenido un progreso bastante grande. Creo que estas verdaderamente lista para regresar a tu vida.

—Solo tengo miedo de la reacción de los que me conocen. >>

 

§

 

—Si bueno, tengo hambre.

—Acabas de llegar, Lisa—le dije a mi mejor amiga mientras iba cruzando la puerta.

—Pues ya traía hambre—se dirigió a la cocina.

—Deberíamos de esperar a los demás para comer.

—Deberíamos—comenzó a buscar en la alacena.

Hoy veríamos películas con nuestros amigos, Natalie y Alex, Luke y Lisa y bueno, yo. La única persona sola, ya que yo creía que a Lisa le gustaba Luke.

La pobre es muy obvia, más obvia que yo cuando él me gustaba, no me había dicho nada por todo el asunto de que es mi ex y lo ocurrido en las últimas semanas pero la verdad es que no me molesta, de hecho me gustaría que fuera algo correspondido, pasan mucho tiempo juntos ya que él es su tutor así que creo que podrían formar una bonita pareja. Y si yo puedo ayudar a eso entonces sería aún mejor. Quiero ver a Luke feliz y qué mejor con Lisa.

Para algo había hecho esta "Reunión".

— ¿Qué es esto?—saco una bolsa de la alacena.

—Parecen brownies—los olí por si estaban en mal estado o algo, pero Lisa lo devoró casi todo—. ¡No sabes que tiene y te lo tragas!

Le quité la bolsa, aunque no olían tan mal, pero no sé de dónde habían salido pues en esta casa ninguno compra cosas así.

—Está rico—dijo con la boca llena—. A parte, no es como si tuvieran veneno o algo así ¿Quién tendría eso en su casa?

—Buen punto—Lisa comió varios y yo me atreví a comer uno ya que no soy muy fan de lo dulce. pero en realidad eran muy deliciosos y lo mejor, habían muchos.

— ¡¿Qué están haciendo?!—dijo Charlie entrando a la cocina.

—Comiendo—dijimos las dos.

— ¡Esos brownies no debían de tocarse!—las dos nos miramos confundidas—. Los confisqué ayer.

— ¿Por qué confesaría algo tan delicioso?—Lisa habló y yo reí.

No sé porque la situación me pareció chistosa.

— ¡Porque tienen algo que no pueden probar, ni ustedes ni nadie menor de edad debería!

— ¿Azúcar? O sea, sé que es muy malo pero no es para tanto...—Lisa dijo y yo reí.

—No, eso no. Tienen mariguana.

Nos miramos y abrimos mucho los ojos. Ya entendí porque todo estaba muy gracioso y muy lento.

—Unos chicos los estaban vendiendo en la escuela así que la policía me los entregó, los iba a tirar hoy.

Como que no me confío mucho de eso que los iba a tirar, sino para que los había escondido en la alacena.

—Tengo una cita en el doctor con tu madre así que las dejaré aquí. Por lo que más quieran no salgan y no hagan cosas peligrosas, no tardaré; si pasa algo o se sienten mal, inmediatamente me llaman.

La verdad es que no recuerdo si le contestamos algo, solo sé que tomó los brownies y se fue.

Lisa y yo nos miramos y luego fuimos a acostarnos a la sala y pusimos un poco de música.

Nunca pensé en consumir drogas ilegales accidentalmente pero era muy divertido y mejor con tu mejor amiga. En la clínica una vez me dieron pastillas que tenían un efecto parecido pero no se compara a esto.

Al poco tiempo—o al menos eso parecía—tocaron la puerta y obligue a Lisa a abrir.

Era Luke y Natalie.

¿Por qué llegaron juntos? No lo sé.

¿Por qué entendía sus susurros? Tampoco lo sé.

Era muy raro, ellos se habían quedado en la sala y Lisa y yo huimos a la cocina porque la verdad teníamos miedo de que descubrieran que algo pasaba con nosotras así que nos fuimos con la excusa de preparar palomitas. Primero estábamos asustadas y ahora estábamos riendo al escuchar cada pop de las palomitas.

Solo que salimos de ese trance cuando escuchamos a Natalie levantar la voz así que fuimos a la puerta y escuchamos todo lo que hablaban a pesar de que estuvieran susurrando, no me agradaba nada lo que decían y a Lisa tampoco.

¿Por qué justamente teníamos que escuchar eso? No me pregunten en este momento. Alguna vez había leído que consumir mariguana agudizaba los sentidos. No esperaba que eso me sucediera pero escuchaba todo lo que pasaba claramente, incluso escuché como se abría la puerta de mi casa y como alguien preguntaba dónde estábamos nosotras.

Había estado tan distraída por todos los sonidos que ni siquiera sé en qué momento se quemaron las palomitas. Creo que en este momento ninguna de las dos es apta para manejar alimentos, por eso nos pusimos a llorar, bueno, no sé si fue por eso o por lo otro pero ahora estábamos riendo. Parecía que había pasado mucho tiempo pero creo que solo fueron minutos.

— ¿Están bien?—dijo Alex cuando salimos de la cocina.

— ¿En qué momento llegaste?—Lisa preguntó.

—El señor se pasa a la casa como si fuera suya, no llama a la puerta ni nada de eso—Natalie me miró mal por lo que dije.

No puede enojarse por ello cuando ella hizo algo peor, pero a mí no me corresponde decirle eso a Alex y menos en este estado.

Me estaba comenzando a marear así que en lo que todos hablaban fui al sofá individual y me recosté, no entiendo cómo es que logré hacerlo en un lugar tan estrecho pero estaba cómodo.

— ¿Está pasando algo?—dijo Alex al verme acostada en el sillón con los pies en el respaldo y la cabeza colgando al revés. Su novia no se le acercaba y Lisa se estaba riendo de lo que Luke le decía.

— ¿Queee? Nooo, claro que no.

— ¿Podemos hablar?—yo asentí—. Afuera.

Me ayudó a levantarme y salimos a la acera.



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Editado: 22.12.2022

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