Yo Sin Ti... ©

Capitulo 5

El tiempo ha pasado rápido. Ha pasado navidad, ha pasado año nuevo, todo ha pasado rápido. Para el Día de San Valentín, William apareció en mi casa con una rosa y una caja de chocolate, todo un romántico para ser mi amigo, David nunca me regaló nada para estas fechas.

El fin de curso incluso ha pasado, con ello el verano había llegado, y nuestros días han sido de los mejores. William pasó todos los días en casa jugando a los videojuegos con Benjamin, hablaba con Caroline, las tardes de pileta con David, Jaqueline y conmigo.

Empecé a tomarle mucho aprecio, mi corazón no dejaba de latir acelerada ante su presencia. Ni hablar de que todavía por las noches entra por mi ventana para dormir... Sí, todavía seguimos durmiendo juntos y sin ser descubiertos. Pese a mis reclamos, sigue haciendo lo que quiere.

Y otro año escolar ha comenzado, es el último año de William. Trato de no manejarme la cabeza que el día de mañana, él no va a estar aquí para mí, como protegerme en sus brazos, o en el día de mi graduación. Intentaré de disfrutar de su compañía tanto como pueda.

El básquet le dio grandes posibilidades de ofrecerles becas de muchas universidades. Está contento por su desempeño escolar como en lo deportivo. Los profesores están sorprendidos por sus calificaciones, al igual que sus amigos. El único que sabe el motivo, es el profesor Johnson.

Un día me esperó en la puerta del salón de clases, felicitándome porque hice un cambio en William. Yo obviamente por respeto le respondí, pero él se hizo valerse por sí mismo, no por mí. Me pregunto porqué cree que tengo algo que ver en el cambio de William.

En lo deportivo, ha llevado al instituto a las finales nacionales, pero no han salido campeones. Su estilo de juego ha llamado la atención de muchos cazas talentos universitarios y las becas le llegan como lluvia.

Estamos en su casa decidiendo su futuro.

- No sé que elegir, Mel... Ser la estrella del equipo tiene sus desventajas, y tener muchas solicitudes me mata.- su mirada que está en su computadora, pasa hacia mí.

- Sabes que el futuro lo haces tú y tienes el apoyo tus padres, yo te apoyaré en lo que decidas.- le digo con un hilo de voz.

- Estoy entre Miami y San Francisco.- dice frustrado.

- Miami queda al otro lado del país y San Francisco... Bueno, también está muy lejos de aquí.- le contesto triste- Ni hablar de que no te voy a poder visitar.

- Lo sé, pero nos podemos manejar con llamadas telefónicas, chat, hasta podemos vernos por la cámara.- señala la que tiene en frente de él. Se para a mi lado- Estas universidades son las mejores del país y lo quiero aprovechar.

- Entiendo lo que dices, sabes que me costará distanciarme de tí, ¿Verdad?- le pregunto.

- ¡Créeme que lo sé, a mí también!- dice dolido- No nos quedará otra manera que acostumbrarnos.

- Sabes, San Francisco es el indicado, tal vez... No sé, tal vez te vea jugando en los Lakers o los Clippers.- le sonrío.

- ¿Cómo sabes? Si no estás al tanto de los deportes.- me mira confundido- Estuviste investigando, ¿No?- se ríe.

- Puede ser...- le digo inocente- Lo que importa ahora, eres tú.

Me mira pensativo y luego asiente con la cabeza.

- Si tú lo dices, si San Francisco es mejor, allí iré.- me sonríe contento.

Nos abrazamos por lo que lleva un tiempo largo, se aleja de mis brazos y su mano se dirige a mi mejilla.

- En serio voy a extrañarte, y mucho.- se me encoge el corazón.

Pasa su pulgar sobre mi pómulo para secar mis lágrimas que salen de mis ojos con una sonrisa.

- Yo también te voy a extrañar, mi base favorito.- le contesto con mi voz entrecortada, seguido de un beso en su mejilla.

Nos miramos, esa sensación ya familiar me recorre por todo el cuerpo. De nuevo nos abrazamos, sintiendo los latidos de su corazón, son acelerados y me alejo.

 

El momento de su graduación ha llegado y con mi familia fuimos a acompañarlo, con Jaqueline y David. Estamos junto a los padres de William.

La ceremonia transcurrió normalmente, con mucha emoción y la despedida de los alumnos graduados. Una vez terminado, mis amigos y yo fuimos a felicitarlo.

Ya sabían toda la escuela de nuestra amistad. Algunos piensan que es algo más, pero al nombrarse a David y a Jaqueline, lo tomaron en serio la amistad.

William se encuentra con la toga, la esclavadina y el birrete. Nos sonríe mientras se acerca hacia nosotros.

- ¡Felicitaciones, viejo!- le dice David una vez que estamos con él- Estamos orgullosos de tí.- lo abraza.

- Gracias, David.- es lo único que dice.

- Recibe mis sinceras felicitaciones por este logro alcanzado, por esta meta cumplida.- le dice Jaqueline muy educada y se cuelga de él.

- Yo también estoy muy orgulloso de mí, chicos.- nos reímos.



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Editado: 09.04.2018

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