Yo Sin Ti... ©

Capitulo 42

NUEVE MESES DESPUÉS

 

Nueve meses han pasado. Se preguntarán que ha pasado en todo ese lapso de tiempo... Pues, les cuento que ha pasado de todo. Benjamin cuenta los días para terminar la preparatoria junto a Michelle. Caroline ya se ha graduado y está con su proyecto de abrir su propia tienda de ropa; con Mike están en su mejor momento, se han comprometido y cuando él termine su carrera, se casarán.

 

Otra pareja que está con los preparativos de casamiento son Josh y Kate. Ellos han decidido unir sus vidas lo antes posible y todos estamos más que contentos... Lo harán en dos meses. Cameron sigue soltero y no creo que decida madurar, es un mujeriego sin remedio. Summer y Nick son los que más me preocupan, se han distanciado por un problema de la que ninguno de los dos me lo quieren decir. A él lo he amenazado que si había engañado a mi prima, lo haría trizas con mis propias manos y me lo niega. Su aspecto físico ha cambiado mucho a raíz eso, ha dejado crecer mucho su barba... A decir verdad no le queda nada mal. Nunca se lo he visto muy crecido, pero esas manchas oscuras que se ven debajo de sus ojos y su mirada perdida lo dice todo al notarse su sufrimiento.

 

¿Qué les puedo decir de mi noviazgo con William? Desde el día de la reconciliación no nos hemos separado, terminé mudándome a la casa y nos llevamos la sorpresa más grande que una persona puede recibir: estamos esperando a nuestro primer hijo. Casi me desmayo cuando me enteré, no he tenido los síntomas del embarazo, lo cual me he dado cuenta por el retraso de mi regla. Ese día no nos habíamos cuidado y fue la consecuencia más hermosa que hemos tenido. Cuando se lo he dicho a William, su reacción ha sido el esperado: ha quedado congelado ante la sorpresa y luego no dejaba de besar mi rostro y a mi plano vientre. La causa del fruto de nuestro amor, la personita que está dentro de vientre será un varón.

 

Cuando se han enterado mis padres, lloraban como dos niños y me abrazaron como si fuese un peluche y mis hermanos han quedado de boca abierta, Caroline tuvo la misma reacción que mis padres y Benjamin sonreía de felicidad. Los padres de William no dejaban de abrazarme, mucho menos a su hijo, parecía que estaban en su propia burbuja, solo que nosotros éramos los usurpadores. Por el lado de mis primos, el que más me ha sorprendido fue Cameron, desde que dije la palabra embarazada, lloraba peor que una mujer sensible. Recuerdo muy bien sus palabras: Si ese bebe que tienes dentro llega a ser niña, les juro que contrataré guardaespaldas para que ningún chico se le acerque. Seré el mejor tío y me adorará. Josh no lo podía creer y Summer también ha llorado... Nunca en mi vida he visto llorar a casi toda mi familia.

 

No solo he tenido que ir al hospital por el control de mis ojos, sino que veía como crecía mi bebe y a la vez como mi vientre se agrandaba cada vez más a medida que transcurría los meses. William me ha sacado fotos todas las semanas, me ha tratado como una reina y ha querido impedirme ir a trabajar. Obviamente no le he hecho caso hasta que llegué al séptimo mes y me dieron licencia maternal.

 

Thomas y Jane no me dejaban sola cuando trataba de escaparme a comprar mis antojos. Ella fue la que más estuvo a mi lado mientras trabajaba en Portland, la misma que ha dado la noticia de la aparición de William a los entrenamientos... Y se ha quitado las ganas de entrar a un programa de formato fuera de lo deportivo. Ha anunciado la noticia sobre el embarazo, que a más de uno les habrá sorprendido y no es para menos. Recuerdo que le hacían preguntas, como sabia semejante noticia si es periodista de deportes, por qué fuente se ha enterado y porque solo ella tenía noción de esto... Pero por decisión de ella no quiere exponernos.

 

 

- ¡Aahhh!- aprieto el cuerpo de William contra el mío al sentir las contracciones más fuerte, inhalo y exhalo como me han enseñado- ¡William!- como puedo me siento en la cama, sintiendo mis piernas húmedas y grito de nuevo- ¡William, Marc quiere salir!- empiezo a respirar con dificultad. Decidimos ponerle ese nombre a nuestro bebe.

 

- Dile que espere cinco minutos...- oigo que golpea el colchón como si me llamase a dormir- Ven, acuéstate que te necesito.- otra contracción hace que inunde de mi grito en la habitación y la cama se mueve- ¡Mierda, ya viene!- sus pasos son tan ensordecedor que parece romper la cerámica.

 

- Apúrate cariño, toma el bolso y llévate ropa, no tenemos tiempo para cambiarnos.- le digo al ver el reloj que anuncia que son las 2:19 am- ¡No aguanto!

 

- Reina, no puedo ir de bóxer... Uno porque me da vergüenza y otro que no queda bien presenciar el nacimiento de mi príncipe con estas pintas.- oigo su risa nerviosa.

 

Giro mi cabeza para verlo con el ceño fruncido... En realidad está solo en bóxer, me río y siento otra contracción que me hace gritar. Intento ponerme de pies sintiendo la electricidad por mi espalda y me reconforta saber que estará para mí en estos momentos. Me rodea con su brazo y empezamos a caminar lentamente, ya que las mismas son más seguidas. Cuando llegamos hasta el vehículo, me acomoda de espalda a los asientos traseros guiándome para respirar mientras él sube al lado del piloto. Pone en marcha, acelerando lo más que puede para llegar al hospital.



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Editado: 09.04.2018

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