-Miren a quien tenemos por acá
-No comiences – rodee los ojos
-Que he hecho para recibir el honor de su visita – hizo una reverencia
-Deja de dramatizar, Jairo – se rio – estudiamos en el mismo salón
-Tenía que hacerlo, es divertido molestarte
-¿Qué es lo que mi mejor amiga te vio?
-Mi hermosura – me guiño el ojo
-Si claro y yo soy la reina de Inglaterra – bufe
-Golpe bajo – fingió llorar – Aunque no tan bajo como tú – me dio un golpe en la cabeza
-Bobo
-Hablando enserio ¿Quieres hablar conmigo?
-Tal vez me arrepienta por esto pero quería agradecerte – lo vi confundido – gracias por cuidar a Carol
-Ya lo sabes – caminamos en dirección a una bancas del patio – siendo sincero, no sabía que hacer o que decirle
-¿Cuándo lo descubriste? – nos sentamos
-El año pasado, estábamos rindiendo nuestros últimos exámenes
-Lo siento – agache mi cabeza
-¿Por qué te disculpas?
-No estuve para ella, sabia la presión que sentía cuando daba esos exámenes, simplemente no puedo imaginar lo pésimo que estaba emocionalmente para recurrir a hacerlo – le confesé
-Tranquila – me acaricio el hombro – ella sabía que estabas ahí, créeme
-No me lo dijo – limpie las lágrimas que comenzaron a salir
-No quería que la vieras así
-¿Así como? – suspiro
-Te diré esto porque sé que ella no lo hará – asentí – ella dejo de comer, aun no sé si come correctamente pero trato de ayudarla. También su autoestima se comenzó a destruir poco a poco
-Define eso
-No se quiere, eso la lleva a actuar demasiado dominante
-¿Contigo?
-Por todo – junto sus manos – pero si hablamos de mi – hizo una leve mueca- no quiere que hable con ninguna chica
-Trabajaremos en eso
-Ale – me miro a los ojos – yo la amo – me sorprendí por lo sincero que sonaba – pero a veces, es demasiado
-¿Demasiado?
-A veces ya no puedo más, hago de todo para que me crea y le demuestro lo mucho que la amo pero cuando hablo con una chica se imagina lo peor
-Entiendo – me cruce de brazos - ¿Por eso muchas veces han terminado?
-Literalmente ella me terminaba
-No puedo justificar sus acciones pero lo que sí puedo hacer es asegurarme lo mucho que significas para ella, solo tiene miedo a perderte
-Lose – se rindió – que bueno que estés saca, no puedo hablar de estas cosas con mis amigos
-¿Por qué?
-Porque ya se cansaron de vernos terminar y volver, una y otra y otra vez – rio
-La cosas del amor
-Pero sé que ella no sentirá celos de ti
-¡Claro que no! – lo empuje – tus preocupaciones están a salvo conmigo, cuñis cuñis
-¿Cuñis cuñis? – hizo una carcajada - ¿Así me llamaras a partir de hoy?
-Eso quiere decir que ya me caes bien ¡No te quejes!
-Bueno bueno – levanto sus brazos rindiéndose – ese apodo pondrá en peligro mi reputación
-Perdóneme señor
-Perdonada – lo golpee - ¡Auch! ¡Eso dolió!
-Eres un nene – reímos
-¿Y qué te parece el colegio?
-La verdad no es nada del otro mundo – bufe
-¿Sabes cuantas personas quieren ingresar? Y tú hablas como si te obligaran a estar acá
-Sé lo importante que es el colegio – me defendí – pero lo que no entiendo es porque no se divierten de vez en cuando
-Entiendo lo que dices pero los del salón A, no pensamos en la palabra diversión
-Aburridos, los del salón B son más interesantes
-Pensé que nos odiaban
-¿Cómo no hacerlo? Cuando la mayoría presume de sus “excelentes” notas y el dinero se du familia
-No todos somos iguales
-¡Sandra! – vi como Andrea corría, llegando a nosotros sin aliento
-Andrea ¿Qué paso? ¿Por qué vienes corriendo?
-Es Carol
-¿Qué pasa con Carolina? – pregunto Jairo preocupado
-Esta con el director, parece que tuvo un pequeño intercambio de palabras con una del salón C
-¿Intercambio de palabras?
-Eso no importa ¿Dónde está? – era la primera vez que lo veía así
-La han retirado de su cargo
-¿Qué? – se me congelo la sangre
-Ya no es la presidenta estudiantil