PROLOGO

Eran las seis de la mañana cuando la señora Nora Howell decidió aparecer en la habitación de su hija mayor para cantar las mañanitas y felicitarla por el año más de vida que se le concedía, las mañanitas sonaban en aquel viejo estéreo de la señora Howell que amenazaba en cualquier momento con dejar de sonar

-FELIZ CUMPLEAÑOS A TI... FELIZ CUMPLEAÑOS ATI...- Princesa despierta hoy es tu cumpleaños, dice  la señora Nora Howell en un intento por despertar a su hija mayor que el día de hoy estaba cumpliendo 19 años, -Despierta holgazana-, replica su hermano menor, quien era un poco pesado con ella, pero Rachel sabía que esa era la única forma en la que ese mocoso fastidioso le demostraba el amor que sentía por ella;-lárgate fastidioso, grita Rachel con enfado a Mike su hermano pequeño, -FELIZ CUMPLEAÑOS A TI... FELIZ CUMPLEAÑOS ATI... anda hermanita dijo Jess la hermana sándwich como la llamaba Rachel por ser la mediana de los tres, despierta para que veas que te has hecho más vieja, dijo Jess con burla...

Son las 6 a.m. respondió Rachel un poco adormilada pues desde que habían perdido la tienda que la señora Howell había mantenido por dos años y que si bien no les daba los grandes lujos por lo menos podían vivir de manera cómoda y Rachel aún tenía la oportunidad de poder estudiar, ella se había echo un mal habito de levantarse tarde por las mañanas, Rachel odiaba levantarse temprano pero con todo y eso ella se esmeraba por hacerlo y poder ayudar a sus padres lo más que podía, y así fue como Rachel poco a poco fue despertando hasta ver con claridad los rostros de su familia esperando alrededor de su cama para abrazarla y felicitarla por su cumpleaños.

-Querida dijo la señora Howell, hoy lo que más le pido a Dios es que encuentres pronto un empleo, mencionó la madre de la joven con cierta seriedad- No te preocupes mami, veras que pronto vendrá una oportunidad respondía Rachel- todos abrazaron  a Rachel y le entregaron los regalos que habían preparado para ella días antes, por último el señor Howell la abrazo y le dio un beso en la frente y se dispuso a tomar camino hacia su empleo.

Después del alboroto por las felicitaciones que su familia había preparado Rachel decidió dormir un poco más para después levantarse a ayudar a su madre con las labores del hogar como lo venía haciendo ya hace algunos meses sin saber que ese día su vida estaba por cambiar por completo.