Your Shadow (omegaverse) - by Muv

✽ Prólogo ✽

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—Uso mi mascara para ocultarme, para que no veas ese yo que odio tanto.

La pregunta de cómo es que siempre termina en ese tipo de situaciones, termina en su cabeza como cada vez que algo parecido le sucedía. Pero es que, quién se levantaría en la mañana con la resolución de que terminarías encerrado en el baño de omegas por “accidente”.

No.

Él sabía que no era ningún accidente. Sabía que lo habían empujado a propósito para luego dejarlo encerrado en esa incómoda situación. Aunque al menos agradecía que no lo hayan encerrado en el baño de alfas, pues este último apestaba y se encontraba en peor estado. Claro, cuando lo vieran saliendo del baño de omegas, era consciente que se ganaría miradas de burla acompañadas de esas risas molestas.

Sí, pero Nicolas ya estaba acostumbrado a ese trato por muy lamentable que sonara. No era raro para él sentir el desprecio de los demás dirigidos hacia su persona. Era obvio que no lo disfrutaba, pero sabía que hacerle frente a su situación no lo llevaría a un cambio, pues no es que pudiese verse muy intimidante o al menos tuviese esa aura imponente frente a los demás. Si con solo una mirada te dabas cuenta que podía ser fácilmente manipulado y que en momentos de disputa podría acabar llorando por su evidente debilidad emocional.

Su lema era: “Si no contraatacas, puede que se lleguen a compadecer alguna vez”

Él solía auto convalecerse, se decía a sí mismo que no era su culpa que los demás fueran tan brutos con él, que él solo no los enfrentaba porque creía en el respeto y que era un pacifista.

Hasta a él mismo se burlaba de eso último, era una obvia mentira. Pero no podía hacer nada, lo llegó a intentar una vez y resultó peor de lo que esperaba.

Y cualquiera preguntaría ¿y sus padres?

Bueno, era una tristeza y realmente duro para él contar que su madre había fallecido hace varios años, y su padre junto a su lobo alfa habían caído en una gran depresión debido a esto, por lo que se había vuelto un alcohólico que se había hundido en la miseria de forma miserable.

Así que, prácticamente era un él contra todo el mundo, pues no tenía a nadie más a parte de su hermana menor, pero esta se hallaba en el internado para señoritas de Canadá. Y por muy estricto que suene el nombre, de hecho, prefería que estuviera ahí, por muy caro que fuese, sabía que su hermana estaba mejor allá.

El tiempo pasaba y empezaba a aburrirse. Era raro que nadie haya entrado aún, liberando la puerta del seguro, pero por su cabeza pasaba la posible idea de que sus cautivadores habían dicho a propósito que no entraran. No era difícil armar un complot en su contra, puesto que todos parecían estar de acuerdo en hacerle la vida imposible.

Al menos traía con él su bolso, ya que en él tenía sus preciadas hojas de papel en el que podía distraerse un rato dibujando o garabateando sin sentido. Cuando abrió su cuaderno, mayormente conocido por él como diario —por muy cursi que sonara—, se quedó observando los variados bocetos y retratos que tenía de la única chica por la que se interesaba en esa depreciable institución. Uno de sus dibujos favoritos era uno donde Jessica se encontraba frente a un lobo de pelaje cobrizo, ambos hermosos y de innegable belleza, viéndose directamente. Estaba consciente de que había una gran probabilidad de que Jessica no contara con un lobo interno, y sabía que muchos alfas esperaban que la joven fuera omega, puesto que ella no había revelado su jerarquía.

Aunque eso a Nicolás le importaba tan poco como las pasas en las galletas, lo pasaba por alto. Y claro, no podía negar que haya fantaseado con ser la pareja predestinada de Jessica, que esta llevara sus cachorros en su vientre y portara una bonita marca en su cuello.

Tan lejos de la realidad...

La verdad es que nadie sabía a ciencia cierta si Jessica era omega o no, sólo había rumores de los que tendía a desconfiar.

Había pasado divagando por más de media hora, sin hacer nada más que estar sentado en el suelo a un lado de los lavados, pero no es como si hubiese otra cosa que hacer.

Se estaba perdiendo la clase de biología, y no es que no estuviese preocupado por que su profesor le tomara inasistencia por tercera vez, o que no le carcomía pensar en cómo lograría copiar la clase perdida si cuando se la pidiera a alguien, seguro este aprovecharía la oportunidad de burlarse de él y de negarse rotundamente a ayudarlo.

Nicolás odiaba ser un alfa debilucho, con toda su alma. Si por lo menos pudiese amenazar a alguien o intimidarlo como hacían varios alfas, como para al menos defenderse... Pero no era su realidad. Era alto, pero muy delgado, nada de músculos, tez pálida y además, como si fuera poco, tenía que usar esas gafas pasta gruesa negra que lo ayudaban a ver, porque de paso, era una persona medianamente ciega, que necesitaba sus lentes, obligatoriamente, para ver correctamente.

Un suspiro escapa de sus labios cuando revisó la hora que marcaba su reloj de muñeca. Quedaban unos veinticinco minutos para que sonara la campana de receso.

Al menos ya no queda tanto, podré salir pronto.

Tenía la esperanza, pues esperaba que hubiese al menos un omega desesperado por entrar a orinar o a hacer lo que sea que hicieran los omegas.

De repente, el sonido del picaporte lo hizo dar un bote. Era alguien forcejeando por abrir la puerta. Parecía alguien realmente desesperado, pero por su mente pasó el vago pensamiento de que él también se impacientaba cuando tenía que orinar.

-Mierda...- mascullaba la voz fuera de la puerta. Nicolás no sabría identificar quién era, pero cierto olor traspasó la puerta y llegó a su nariz. Un aroma a vainilla, rosas y... ¿eso era coco?

Ese aroma lo descolocó por completo. La boca se le hizo agua, y su lobo interior aulló al sentir ese olor también, moviendo la cola de un lado a otro emocionado. Era raro que su lobo se emocionara por algo, no mantenían buena relación humano-lobo, pero eso pasó a un segundo plano cuando la puerta se abrió de un tirón y descubrió la silueta con cara angustiada de la mismísima Jessica Parker.



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En el texto hay: secundaria, nerd, amorimposible

Editado: 30.01.2022

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