Las relaciones comienzan a volverse algo complicadas cuando llevas demasiado tiempo ocultando secretos, cuando la persona con la que estas solo conoce una parte de ti. He mantenido mi vida privada lo mas oculta posible de Noah, al menos esa parte de mi vida que evito que sea conocida, me ha pedido durante el tiempo que hemos estado saliendo conocer al resto de mi familia, tan solo le he presentado a Vanya, claro que no le presente a Klaus por obvias razones. Los dos años juntos han pasado volando, Noah ya termino sus estudios y ahora se encuentra trabajando como médico en una clínica militar, razón por la que nos vemos con menos frecuencia, pero las cosas entre ambos van mejorando.
Bese un par de veces las mejillas de mi hermana antes de empacar el almuerzo en mi pequeña bolsa de viaje. Me aseguré de llevar todo lo que necesitaba, después de todo ya estábamos cumpliendo dos años juntos desde el día que me pidió oficialmente salir con él. Durante todo el camino pensaba en cómo había comenzado todo, me seguía sintiendo avergonzada, el despertar en su cama había iniciado un bonito romance. Salí de mis pensamientos al notar que faltaba tan solo un poco para mi parada.
Vestía una falta ajustada y una blusa de lunares, aprovechando el día soleado. Al llegar a la clínica salude al guardia de turno que ya me había visto en un par de ocasiones durante algunas de mis visitas. Agradecida busque a mi pareja por los pasillos dando con el en una de las salas de descanso donde estaba con uno de sus colegas, apenas me vio se lanzo sobre mi para poder alzarme un par de centímetros del suelo.
Nos quedamos en la sala de descanso, el disfrutando de la comida que había preparado para él, aunque sinceramente no soy la mejor cocinera, tarde bastante tiempo en aprender a preparar la cena, pero creo que tiene buen sabor. Nos quedamos charlando, recordando la primera vez que nos vimos y como había derramado café sobre él, hasta ahora me confesaba que, si le había dolido, después de todo era café caliente. Estábamos hablando tranquilamente, cuando de la nada comenzaron a escucharse disparos a lo lejos.
Cerré los ojos, no puedo dejar que esto pase de nuevo, no puedo dejar que otra persona importante para mi salga lastimado. Solté la mano de Noah, mis ojos cerrados concentrándome en todo lo que estaba a mi alrededor, cada sonido y cada mueble. Podía escuchar el corazón de Noah latir rápido y de igual forma el corazón de aquel hombre ante el pánico que recorría su cuerpo. A lo lejos escuchaba mas disparos, no es solo el. Hay mas de ellos en la clínica. Abrí los ojos notando de inmediato como la energía comenzaba a fluir desde la palma de mis manos, misma que envolvió el arma de aquel sujeto para terminar destrozando esta. Gire la mirada hacia Noah notando el terror en sus ojos, no por el arma, ahora el miedo que sentía era hacia mí, en el fondo sabía que algo así sucedería. Alce a ese hombre arrojándolo hacia una de las paredes hasta dejarlo inconsciente.
Y así mi primera relación llego a su fin, era algo que tarde o temprano pasaría. Después de todo es una persona ordinaria no acostumbrada a personas diferentes. Salí de esa habitación con el corazón apretado y los ojos humedecidos, no pensé que me afectaría tanto esa separación, ahora me encontraba refugiada en los brazos de mi hermana que intentaba en vano consolarme. Estaba destrozada, más por el hecho de que Noah me viera con miedo, como si yo fuera un monstruo al que hay que mantener alejado.