Capitulo#45

Aun duele, pero puedo superarlo, yo sé que puedo.

Después de aquello el cielo se despejo de las nubes grises y todo se volvió tan tranquilo, feliz y algo rutinario. Debo admitir que aún  lo busco por las noches en la cama y que la luz de mi mesita de noche no volvió a apagarse, hay días en los que sus recuerdos duermen en mi mente, lo pienso diariamente y me acompaña en los sueños de vez en cuando.

Verlo pasearse en la facultad con Katherine es algo incómodo, después de todo él y yo tal vez si llegamos a ser algo. Pero Katherine, esa Katherine está volviéndome loca con su voz chillona y su hipócrita amistad hacia nosotros, nos ha obligado a reunirnos en el restaurant donde trabajo medio tiempo, dos veces por semanas comiendo todos juntos como si fuésemos los mejores amigos. Aun no me ha quedado claro por qué la odian tanto, tal vez es por que como yo la veo es una perra sin corazón, pero debió haber algo más allá de ese pensamiento.

Sin trabajo y volviéndome casi loca, Kara fue tan gentil en hablar con su jefe para que me consiguiera un puesto dentro del lugar donde ella elabora también. Me dieron medio tiempo con una excelente recomendación por parte de Noah, fue todo lo que pudieron ofrecerme ya que hay más estudiantes trabajando en el lugar y sobra un espacio de medio tiempo que concordaba con el de Kara, así que ahora trabajamos juntas.

-…Tal vez algo de Marvel, los personajes crecen diariamente y, entre todos, podemos ser los vengadores. – abro la puerta viendo a mi grupo de romíes charlando en el living, es viernes y ellos están tan a gusto bebiendo cerveza y viendo televisión. - ¡Bebé! ¿Qué piensas?

-¿Sobre qué? – pregunto mientras dejo mis libros sobre el la pequeña mesa a lado de la puerta. Cierro la puerta con mi pie descolgando mi mochila.

-Halloween. Dahhh..- me dice Pete, lo que me causa gracia.

-Ah, eso. ¿Ya es Halloween? – miro el calendario en mi teléfono. – Mmhh….no lo sé, tengo mucha tarea hoy, así que hable al trabajo para faltar este día.

-Sobre eso. – Kyle se pone de pie – Te toca aspirar y lavar los platos.

-Pero…- Pete se pone de pie y toma las llaves, Kyle toma su chaqueta y besa mi frente – Mis tare…as…- la puerta se ha cerrado dejándome sola oficialmente.

Suspiro.

-Bien, primero la tareas y luego aspiro. – me doy dos palmaditas en las mejilla y tomo nuevamente mis libros para ir hasta mi habitación.

Resoplo quitándome los lentes de lectura, he conseguido terminar todos los deberes, aún tengo mucho tiempo para aspirar y lavar los platos.

Me coloco los auriculares subiéndole todo el volumen a mi mp3, enciendo la aspiradora empezando por el living.

Me inclino para aspirar bajo el sofá y luego bajo la alfombra, un escalofrió recorre mi espina dorsal, apago la aspiradora poniéndome recta, me quito un auricular y me giro despacio.

-¡OH DIOS MIO!  - doy un paso atrás junto con brinco tropezando la aspiradora – No hay nadie, nadie.

-Tranquila, disfrutaba de la perfecta vista. Para eso te quieren aquí, todos trabajas y tú eres la empleada. – frunzo el ceño

-¿A qué te refieres con que disfrutabas la…- suspiro llevando mis manos a mi trasero, demonios, no debí haberme puesto este chándal tan ajustado. – Oh, no hay nadie.

-No te hare nada, a menos que tú quieras. – Sonrío de lado para luego girarme y arrastrar la aspiradora hasta el closet – Porque te sigues quedando aquí, no haces más que limpiar, no eres la empleada.

-No soy la empleada, tenemos turnos, Christian. – Lo miro fastidiada - ¿Qué es lo que quieres? Ya te dije que no hay nadie.

-¿No puedo pasar a ver a mi amiga?

-Kara no está. – Respondo mientras recojo las latas de cerveza – No quiero problemas con Katherine, ella…saca lo peor de mí y no quiero eso. Así que vete, porque todos llegan a partir de la media noche.

-Puedo quedarme

-¡NO! – Dejo caer la bolsa – Dime que es lo quieres.

-Necesito un libro que te llevaste, era el único de la maldita biblioteca por que los otros tres los tienen tres perdedores y tú eras mi opción más cerca.

-¿Solo eso?

-¿Quieres algo más de mí? – ruedo los ojos y subo las escaleras sintiendo sus pasos detrás de mí. – Como es que..- me giro viendo sus ojos en otro lado.

-Deja de mirarme

-No deberías ponerte esos pantalones, vives con tres hombres.

-Uno de ellos es Gay y mi mejor amigo, no tengo problema con ninguno.

-Si yo viviera aquí no sería un peligro que nos quedáramos solos.

-Pero no vives aquí. – Le afirmo – Porque no te colocas un letrero que diga ‘’peligro’’

-Por qué no quiero atraer a tantas chicas que busquen peligro y una aventura. – abro la puerta rodando mis ojos. Me acerco a mi pequeño escritorio y le doy el libro.

-Regrésalo antes de…

-Tu librero va creciendo – señala el pilo de libros que tengo en mi escritorio – Es genial.

-Gracias. ¿Algo más? – pregunto mientras me cruzo de brazos. Escucho como la puerta principal se abre.