Introducción
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capitulo 1.
Desperté aquel día, un poco cansado, puesto que no había logrado dormir la noche anterior, al lado mío, se encontraba aún dormida mi esposa Mery, la mujer que más he amado en todo el mundo, era pequeña apenas media 1.65 su carácter era de temer aunque siempre estaba sonriendo y cuidando de mí; de complexión normal, de pelo castaño claro y sus puntas de color amarillo con un flequillo del lado derecho de su frente, según ella se llamaba “estilo California”. Siendo sincero no tengo idea de por qué se llama así. Siempre solía llevar un moño pequeño en la parte de la nuca amarrado a su pelo, el cual cambiaba debes en cuando, pero lo mejor era que era más alto que ella pues le ganaba con 15 cm de alto, en realidad era lo más obvio pues yo era más alto que el promedio. Ahora que lo pienso no era que fuera pequeña, yo era alto, << me lo hubieras dicho antes >> (Yuno), en fin, cómo no quería molestarla baje a la cocina a desayunar algo ligero, al terminar, subí nuevamente a la habitación y delicadamente le susurré al oído a mi querida esposa.
-Mery, saldré un momento a tomar aire fresco - de pronto recibí un tremendo puñetazo de parte de ella directo en mi nariz. Siempre se despierta soltando un golpe. La otra vez me golpeó en una parte muy delicada y no pude caminar bien por 2 días seguidos.
-Sabes qué día es verdad - me respondió entre bostezos y estirando las manos.
-Sí, no te preocupes a diferencia de otros años me siento tranquilo - le respondí con una gran sonrisa en el rostro, mientras me agarraba mi nariz.
-Ok, pero por favor no hagas nada tonto - me respondió Mery con una gran sonrisa y devolviéndole una aún más grande y usando un tono sarcástico le dije.
-Yo, que acaso no me conoces - lo cual provoco que Mery se me quedara mirando fijamente a los ojos y me dijera.
-Por algo lo digo amor, anda ve y pórtate bien - sin más me dio un beso en la frente y salí a caminar al parque que se encontraba cerca de mi casa, que realmente y sin presumir, que cosas digo claro que lo digo por presumir, era una mansión grande y lujosa pues mis padres eran dueños de una empresa internacional que se dedicaba a la venta de agua embotellada de todo tipo de tamaños hasta que hace 3 años exactamente ocurrió un gran accidente y murieron dejándome huérfano a mis 16 años, actualmente tengo 19 y me encargo de dicha empresa aunque no hago gran cosa, ya que por si sola se maneja solo tengo que ver que nadie me estafe de alguna forma, pero en fin, ese día salí como siempre con mi pants negro con una franja blanca en los costados y mi playera negra un poco ajustada, ya que así se podían ver mis músculos, << lo sé soy vanidoso, arrogante y presumido, eso también me lo dice Mery >>(Yuno), en el pasado fui un gran peleador de artes marciales hasta hace 1 año que por fin pude casarme con Mery. Sin más me coloqué mis audífonos y me dirigí al parque, siempre he sido distraído, pero ese día en particular era aún más, pero cabe aclarar que ese parque lo conozco como la palma de mi mano, era hermoso, los árboles grandes y frondosos, a cada cierta distancia había bancas blancas para que la gente mayor o la gente cansada se sentara a descansar, un hermoso pasto verde en donde la gente se recostaba o los niños jugaban fútbol con pelotas de plástico y en medio del parque una gran fuente que arrojaba un gran chorro de agua, aunque ese día no le prestaba atención a nada, solo quería distraerme y no pensar en aquel día que perdí a mis padres, en fin, era el 2020 y era una nueva década, un nuevo comienzo, cuando, de pronto, una luz encandeció mi ojo izquierdo segándome unos momentos, esa extraña luz provenía de unos arbustos frondosos que se encontraban en el parque. Cómo mi curiosidad siempre ha sido de mis puntos débiles me acerque lentamente aquel arbusto y cuál fue mi sorpresa cuándo volteé al suelo y se encontraba una esfera pequeña, no más grande que una pelota de béisbol de color verde brillante, levanté lentamente mi cabeza y frente a mí se encontraba un sujeto gordo y chaparro el cual también miraba fijamente la esfera.
-Qué tanto vez panzón, esa es mi esfera - le grité y acto seguido me acerqué a él y lo empujé un poco el cual hizo que callera de nalgas, asustándose tanto que salió corriendo del lugar sin pensarlo.
-Vaya que cobarde - exclamé con indiferencia, acto seguido, cogí la esfera sin darle más vueltas al asunto y cuando la levanté frente a mí estallo arrojándome a la cara un polvo verde, dejándome abrumado por lo acontecido, me limpié la cara con mis manos y salí de aquel sitio y me dirigí a mi casa. Mientras caminaba comencé a sentir un burbujeo en mi estómago como si me hubiera comido algo echado a perder, rápidamente los burbujeos se detuvieron y cambiaron a escalofríos en todo mi cuerpo, junto con sudoración, pero así como llegaron así mismo desaparecieron esos síntomas.
-Que demonios me sucede- me respondí a mi mismo entrando a un estado de shock lo cual para sacar mi frustración de no saber que sucedía conmigo termine golpeando levemente una pared de un pequeño edificio el cual al instante se derrumbó dejándome atónito.
-¡Qué demonios! - grité completamente alterado pues acababa de derrumbar un edificio con un puñetazo, sin pensarlo, salí corriendo despavoridamente llegando a mi casa en tan solo 2 minutos lo cual era algo imposible pues me encontraba a más de 20 minutos de ella a pie, rápidamente entre a la casa y grité despavorido.
-¡Mery, Mery ayuda! - lo cual provocó que Mery bajara rápidamente de la planta de arriba aterrorizada por mis gritos.
-Que sucede, que pasa - gritó Mery sobresaltada.
-Me estoy volviendo loco, algo me pasa, acabo de derribar un edificio con un golpe - le respondí alterado.
-Espera, que has dicho - preguntó Mery anonadada por lo que le decía.
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Editado: 09.08.2023