Desperté después de no se cuantos días, me encontraba acostado en una cama blanca en una habitación del mismo color que solo tenía una pequeña televisión frente a mi. Intenté levantarme, pero se me hacia muy difícil, casi no tenía fuerzas, ¿Qué había sucedido? Lo último que recordaba era haber derrotado a Zaiko con mi ataque, supongo que me había desmayado por el esfuerzo que había realizado y la cantidad de energía que utilice para derrotarlo. Después de eso no recordaba nada, de pronto, abrieron rápidamente la puerta. Se trataba de Mery.
- Yuno por fin despiertas — me respondió Mery aliviada.
- Oye qué pasó, donde me encuentro — le pregunté con voz baja pues padecía una fuerte jaqueca.
- Estas en casa tonto, estuviste dormido casi 2 días — respondió Mery con una gran sonrisa, pues supongo que estuvo angustiada por mí y verme despierto era una gran satisfacción.
- ¿Qué dices? 2 días, vaya por eso me siento tan cansado pero esta no es mi habitación — le respondí sobresaltado .
- Obvio que no, los paramédicos que te trasladaron hasta México modificaron está habitación para ti, por cierto amor, parece que posees algún tipo de habilidad para regenerarte rápidamente tus heridas, pues no tienes ninguna, una persona normal ya estaría muerta, pero tú te recuperaste y lo hiciste en 2 días.
- Sí, yo también me di cuenta desde la primera vez que luche contra Zaiko, parece que es algún tipo de célula que se activa con el reposo de mi cuerpo, por que cuando estoy en combate no funciona, además no creo que sea algo como que si me cortan el brazo me vuelva a salir uno nuevo — respondí con humor.
- Jajaja supongo que no, se me olvidaba hay algunas personas que desean verte cariño — respondió Mery muy contenta y de pronto entraron varias personas a la habitación.
- ¡Sorpresa! — gritaron todos al mismo tiempo con gran enforia, eran ni nada más ni nada menos que los Silver Warriors.
- Amigos que gran sorpresa, como han estado — grité extasiado al ver a mis amigos reunidos.
- Con que ahora eres un Héroe, no creas que por que tienes esos poderes eres más fuerte que yo — respondió Lorem con una gran sonrisa.
- Jajaja eso aún no lo comprobamos mi viejo rival y amigo.
- ¡Hash! ustedes siempre desean violencia, no saben que eso deja maltratada la piel — respondió Andre mientras se miraba el rostro en un espejo.
- Perdón pero no todos somos modelos profesionales como tú Andre — respondió Amer con un poco de celos.
- Ya Amer no seas celosa tú también eres hermosa — respondió Mery con humor causando que Amer se sonrojara un poco.
- Si eres hermosa — respondió Rul mirando fijamente a Amer lo que rápidamente fue recibido con 2 palmadas a la cabeza de parte de Liz y Nan.
- Para ti todas son hermosas Rul, no seas cínico — respondieron ambas mientras le daban la palmada en la cabeza a Rul y Juayo acentuaba con la cabeza en afirmación de lo que decían Liz y Nan.
- Jajaja eso y más te mereces, aush… — grité riéndome pero rápidamente me dio un dolor en el costado, creo que aún tenía uno que otra herida.
- Ya déjenlo descansar muchachos — respondió un sujeto de voz más gruesa y rápidamente entro a la habitación, era Edi.
- Tiene razón, descansa Yuno en unas cuantas horas te darán de alta e iremos a comer a la pizzería, que te parece — respondió Mery con alegría.
- No digas más, me encantaría — grité de emoción y posterior a eso mis amigos se marcharon, después de unas cuantas horas los doctores me dieron de alta y pude salir sin problemas ya que aunque estuviera en casa los doctores me seguían monitoreando para asegurarse que no tuviera ningún daño interior. Una vez afuera se encontraban esperándome mis amigos para ir a comer a la pizzería, llegamos y pedimos la mesa más grande pues somos un total de 10 personas, pedimos 5 pizzas grandes y mientras nos las preparaban me pregunto Amer.
- Oye Yuno y tu mayordomo Juan.
- Se fue después de que cumplí 18 años creo que no pudo soportar la idea que mis padres estuvieran muertos, aunque se quedó conmigo hasta que cumplí los 18 y me convertí en un ciudadano lo cual le agradezco mucho, aunque realmente era un sujeto raro, que yo recuerde participo en la guerra de Vietnam como piloto de guerra y siempre decía que le hubiera gustado a ver muerto en el aire junto con sus amigos, incluso tenía una avioneta de guerra, en fin, aunque se donde se encuentra no lo e ido a visitar — rápidamente cambie el tema y le pregunté a Andre.
- Oye Andre y ahora para que revista de modelaje trabajas.
- Es una nueva y súper cool revista, aún es pequeña pero como yo estoy en ella pronto dará de que hablar — respondió Andre con su peculiar acento de niña mimada
- Tu belleza es tan grande como tu arrogancia — respondió Amer casi al instante
- No es mi problema que me tengas envidia — respondió Andre un tanto molesta lo que rápidamente intervine.
- Tranquilas chicas…
- ¡Pelea, pelea! — gritaba Lorem encendiendo los ánimos de ambas mientras trataba de calmarlas.
- Por que siempre se deben estar peleando ustedes 2, mejor platicamos, Lorem te ha ido bien ahora que peleas profesionalmente en la MMA — preguntó Edi desviando el tema para calmar a Amer y Andre.
- Fascinante sigo invicto, 22 – 0 y e logrado 22 K.O. — exclamó Lorem emocionado
- Oye esos son todos los combates — respondió Rul asombrado.
- Acaso no es fantástico — gritó Lorem con ambas manos levantadas.
- Enserio das miedo, ¿no lo crees así Juayo? respondieron Liz y Nan al mismo tiempo.
- Yo estoy acostumbrado – susurro Juayo con una voz susurrante.
- Pero no hablemos de eso, Yuno como demonios conseguiste esos poderes — respondió Edi con intriga. Tomé un respiro ya que la historia era larga de contar y comencé a contarles la historia desde el principio hasta como derroté a Zaiko dejándolos atónitos con mi historia. Después de eso llegó la pizza y comenzamos a comer, nos reímos y divertimos con los tontos chistes que suele contar Lorem entre anécdotas que nos habían pasado en este tiempo que no nos habíamos visto. Ya en la noche después de que mis amigos se marcharon recibí una llamada desde Koyasan, Japón seguramente era del templo Ekoin, pero que deseaba Takasuna, tal vez quería saber cómo me encontraba así que respondí de inmediato.
- Hola Takasuna.
- Yuno necesito que vengas lo más pronto posible, te lo explicare todo cuando llegues — respondió Takasuna con inquietud así que no quise preguntar qué pasaba, así que solo le afirme que estaría ahí al día siguiente. Rápidamente me apresuré a avisarle a Mery la cual me dio un beso en la frente y me deseó buena suerte y salí volando una vez amaneciera, pues con mi nuevos poderes no solo me había echo más fuerte sino que podía volar a una gran velocidad, casi 5 veces más que antes lo cual haría que llegara a Japón en unas 6 horas, llegué un tanto agotado por la gran distancia que recorrí.
- Que pasa Takasuna, que sucede — pregunté casi al instante que ingresé al templo, Takasuna se encontraba con 2 sujetos que no conocía, así que me acerque con cautela, pero rápidamente me detecto Takasuna.
- Bienvenido Yuno que gusto que ya estés aquí.
- El gusto es mío o algo así — le respondí con respeto.
- Te convoque aquí para darte una gran noticia pero que mejor ellos te expliquen — respondió el monje y detrás de él como si hubieran aparecido de la nada dejándome estupefacto al instante, se encontraban 2 sujetos un hombre y una mujer o por lo menos eso parecían, pero sin duda no eran humanos pues estos poseían unas grandes alas blancas, muy hermosas, llenas de plumas, tenían piel caucásica, ojos azules como el mismo cielo, pelo rubio y cabe recalcar que su cuerpo de ambos estaban bien dotados, traían puesto una armadura de guerra tipo medieval, el del hombre era dorada y el de la mujer plateada.
- Hola joven guardián — respondió el hombre.
- Espera, quien rayos son ustedes, son ángeles o que demonios, ¿Por qué tienen alas y que haces con ellos Takasuna?
- Haces muchas preguntas humano, tranquilo te las vamos a responder — respondió la mujer con una sonrisa amorosa.
- Mi nombre es Miguel Ángel soy el líder de los arcángeles y actualmente el que está a cargo del cielo desde que el creador a decidió ya no intervenir tanto en el mundo de los vivos como las otras dimensiones, y ella es el arcángel Gabriel, es mi mano derecha, hemos venido a verte pero más que nada a invitarte a que te unas a nosotros, es tu deber cuidar del universo y lo has echó bien hasta ahora, pero aún te falta mucho, sin embargo, el infierno ya sabe de tu existencia y no descansará hasta destruirte.
- Entiendo eso, pero no creo que solo vengan a advertirme sobre esto — les respondí un tanto desconfiado.
- Jajaja vaya que eres inteligente, es cierto no venimos solo a hablar contigo, mira te explicaré detalladamente, es imposible que puedas entrar a este multiverso sin que seas detenido por los ángeles en el cielo, eso significa que alguien ayudo a Zaiko a ingresar a este universo o por lo menos se descuido y lo dejo pasar, así que estamos investigando eso en el cielo — respondió Gabriel.
- Y esos en que me incumbe — respondí con indiferencia.
- La del descuido es una hipótesis y la otra es que lo dejo pasar con la intención de que este te derrotará, así que necesitamos que estés alerta por si ves algo sospechoso nos avises de inmediato — respondió Miguel firmemente.
- De acuerdo, tranquilo si pasa algo lo derrotaré como lo hice con Zaiko. Bueno ya me voy — respondí sin dejarlos hablar y me marché del templo pero logré escuchar lo que Gabriel le decía a Takasuna.
- Ese joven y su exceso de confianza hará que un día se lamente por tenerla — salí del templo respirando profundamente el aire fresco listo para empezar mi día, sólo para ser recibido por unos soldados que rápidamente me apuntaron con sus armas con miras infrarrojas.
- ¡Vamos! enserio, esto es necesario cada vez que alguien quiere hablar conmigo — respondí incrédulo al ver como esos soldados me apuntaban con sus armas pues no tenía idea de quien diablos eran solo sabía que nuevamente me metería en problemas.
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Editado: 09.08.2023