Enormes bolas de fuego caían desde el cielo causando grandes explosiones e incendios al colisionar contra la tierra. Yuno y los demás estaban en shock pues jamás habían visto algo igual. Eran demasiados meteoritos los que caían e impactaban contra las ciudades cercanas, rápidamente llegaron Miguel y Gabriel acompañados por Takasuna.
- La 5° plaga se a desatado — respondió Miguel al llegar a donde se encontraban los demás.
- Esa es la 5° plaga — respondió Rul aterrado.
- Sí, ahora solo quedan 2 más, si estás llegan a caer en la tierra será liberado Abaddon y todo lo que conocemos dejará de existir, debemos evitarlo de inmediato — respondió Takasuna aterrado por lo que veía frente a él.
- Entonces no nos queda de otra más que ir a derrotar a Exiel de una vez por todas — gritó Lorem.
- Es imposible no están a su nivel, ustedes a su máximo poder cuentan solo con 1/4 del poder de Exiel — respondió Gabriel advirtiendo del tremendo poder de Exiel.
- Entonces como derrotaremos a ese afeminado — respondió Yuno con inquietud.
- La mayor posibilidad que tenemos es usar la arma divina que uso el Arcángel Miguel para derrotar a Lucifer — exclamó Edi.
- Y que arma fue esa — preguntó “Ojo de halcón” anonadado.
- Con la legendaria espada escalibur — respondió Takasuna.
- Escalibur, esa es una leyenda mitológica, no puede ser real — respondió “Einstein” incrédulo.
- Es real, la espada escalibur es un arma forjada por el mago Merlín y bendecida por el mismísimo creador, capaz de asesinar a cualquier ser incluso si este es un dios o es inmortal y su alma queda atrapada en la espada eternamente hasta que el usuario decida liberarla, pero claro como esta prohibido interferir una vez tu cuerpo este muerto sería tu fin básicamente, así es cómo derrote a Lucifer cuando este se reveló contra el creador sólo que no lo asesine ya que el creador le tenía un peor castigo y entonces lo desterramos al inframundo al lugar mas profundo de éste llamado el infierno, pero claro esta parte ya se la había dicho antes — respondió Miguel seriamente.
- Sí nosotros poseemos ¼ del poder de Exiel eso quiere decir 2 cosas, la primera que solo tenemos un 10% del poder del creador, ¡Que demonios! se supone que con nuestro poder máximo nosotros podríamos hacer volar la tierra en pedazos, carajo somos los más débiles — gritó Rul exaltado.
- Y la segunda es que Exiel sólo a jugado con nosotros — completo Mery.
- Eso es cierto, pero a la vez están equivocados, lo cierto es que el poder de Exiel es capaz de destruir Galaxias enteras, incluso una parte del universo si se lo propone, pero juntos ustedes pueden ser más fuertes que él, ya lo han demostrado anteriormente, ustedes pueden hacer grandes cosas, la unión hace la fuerza, recuerden eso, además con la espada escalibur podrán derrotarlo no importa si es más poderoso que ustedes si es atravesando por la espada acabarán con él — respondió Takasuna calmadamente.
- Es cierto, tú debes saber más que nadie Yuno, que en un combate la fuerza no lo es todo, la estrategia y las habilidades de batalla marcan una gran diferencia y la experiencia en batalla la tenemos a favor — respondió Edi confiado.
- Y donde encontramos la dichosa espada — preguntó Yuno.
- Se encuentra resguardada en la dimensión Astral en las islas místicas, pero primero deben encontrar la llave que abre la puerta.
- Y por que no solo la derribamos y ya — respondió Lorem con indiferencia.
- Supongo que debe tener algún mecanismo de seguridad — respondió “Einstein”.
- Estás en lo cierto, usamos un mecanismo de seguridad avanzado proveniente del multiverso 522 .
- Creí que no debíamos viajar a los otros multiversos — respondió Yuno estupefacto.
- Correcto, pero en esta ocasión el creador fue quien autorizo el viaje así que no hubo problema — contestó Gabriel a secas.
- Y donde se encuentra la llave — preguntó el novato.
- En el inframundo custodiada por Medusa — contestó Takasuna entre dientes.
- ¡En el infierno! — gritó “Ojo de Halcón” boquiabierto.
- Lastimosamente se encuentra en el inframundo, el problema no es sólo eso, además que es muy arriesgado no todos pueden viajar aquel lugar pues Ceberos, el gran perro guardián detecta el Ki por ende los Silver Warriors no podrán ir — respondió Miguel.
- Quieres decir que debemos ir el equipo Trinity por la llave, que estás loco eso no funcionara, somos simples humanos no podremos con esa cosa llamada Medusa, conozco la leyenda, si la vez a los ojos serás convertido en piedra por toda la eternidad — respondió el novato asustado.
- No hay otra opción soldados, ustedes decidirán si emprenderán este viaje pues no les garantizo su regreso, por esta vez ustedes eligieran si aceptan está misión o se retiran — respondió el capitán John .
- Hemos enfrentado de todo, dudo que una mítica bestia nos haga frente — respondió “Chita”.
- Ok, yo me apunto de todas formas si no lo hacemos de igual forma estaremos muertos — respondió “Ojo de Halcón” levantando su brazo derecho.
- Yo también me apunto, lleguemos al fondo de todo esto — respondió “Einstein” mirando fijamente a Miguel y a Gabriel dando a entender que se refería al traidor del cielo.
- Por que me pasa esto a mí, está bien no puedo dejar desprotegido a Miranda es el amor… Digo Emmm… como sea iré — contestó el novato tartamudeando.
- Esta decidido, también llamaré a más miembros de OSADA — respondió el capitán John tomando su teléfono para contactar con la agencia de la ONU.
- Si van aprender este viaje no será barato yo tengo una moneda de oro de los dioses pero necesitaran encontrar una segunda — gritó Miguel lanzándoles 1 monedas de oro.
- Vaya creo que tienes Fe de que regresemos — respondió “Chita” mientras agarraba la moneda en el aire que Miguel había lanzado
- Y dónde encontramos la segunda — preguntó Clayton curioso.
- En Egipto se encuentra un gran Genio llamado Tesla pero es un embustero, aunque le encantan los juegos de acertijos, vayan con él de seguro el tiene una moneda de oro de algún dios que logró derrotar con sus acertijos. Después de ahí vayan a Grecia a la orilla del río Aqueronte en la ciudad de Epiro — respondió Gabriel y sin más a la mañana siguiente partieron en un helicóptero rumbo a Egipto a la ciudad del Cairo cerca del río Nilo.
- Hace demasiada calor, y por qué estamos vestidos como egipcios y por qué no está rodeado de arena — preguntó el novato quejándose en cada paso que daba.
- Obvio que hace calor este es un clima árido respondió “Einstein”.
- Además está ropa es tradicional de este país — respondió el capitán John mientras caminaban rumbo a un museo de la ciudad vestidos con una túnica blanca rectangular que les llegaba hasta los tobillos y en la cabeza llevaban un pedazo de tela blanca llamada Kufiyya en excepción de Miranda que llevaba una túnica de cuerpo completo de color negro y un pedazo de tela que cubría su cabeza y un pedazo de Gaza transparente del mismo color que cubría su boca muy al estilo de las gitanas, mientras que en su espalda llevaban unas mochilas con su uniforme de soldado y una que otra arma pequeña.
- Y sobre la arena del desierto solo la encontrarás cerca de las pirámides de Giza y donde se encuentra la gran esfinge, pues el Cairo ya es considerada una ciudad metropolitana moderna aunque siguen usando bastante sus vestimentas tradicionales mi querido Ben — respondió “Chita” pero fue interrumpida por “Ojo de halcón” que soltó una carcajada burlándose de Miranda.
- Huy mi querido Ben Jajaja.
- Cállate te da envidia que a ti no te hablé como a Ben — respondió “Chita” un poco sonrojada.
- Jajaja si claro — exclamó Clayton, de pronto, el capitán John se detuvo en seco frente a un gran edificio.
- Hemos llegado — respondió el capitán John e ingresaron a ese gran edificio que resultó ser un museo egipcio. Una vez ahí adentro el equipo Trinity se colocó sus trajes de soldados de la organización OSADA.
- Y por que aquí si podemos usar nuestros uniforme.
- Por dios Novato, basta de preguntas — gritó “Ojo de halcón” un tanto alterado por las agobiantes preguntas del novato.
- Ups que delicadiups — respondió el novato con sarcasmo. Al llegar se dirigieron rápidamente con un anciano de pelo canoso con gafas oscuras y una vestimenta europea el cuál se encontraba viendo una pared de ladrillos mientras se fumaba un cigarrillo, al acercarse a él rápidamente el anciano respondió.
- No creen que este cuadro es hermoso.
- Emmm… cual cuadro anciano, es una pared de ladrillos además no debería estar fumando en un lugar como éste — respondió Clayton sacado de onda.
- Del cigarrillo no se preocupen soy el dueño y sobre la pared ya lo se pero quería ver sus caras — contestó el anciano con una sonrisa.
- Emmm… señor acaso usted no es ciego — exclamó “Chita” con una mirada de indiferencia hacia ese anciano raro.
- Jajaja cierto, y bien a qué viene su visita no creo que hayan venido a reírse de este pobre vejestorio ¿cierto? — preguntó el anciano nuevamente con una sonrisa en su rostro.
- Somos de la organización OSADA.
- Lo se, tengo oídos en todas partes y se a que vienen, solo los molesto un poco Jajaja — interrumpió el anciano al capitán John burlándose de ellos.
- Maldito viejo… déjame “Einstein” acabaré con él — gritaba “Ojo de halcón” mientras Akashi lo agarraba por la espalda impidiendo que este hiciera algo estúpido.
- Jajaja que poco sentido del humor tienen, de acuerdo, les daré esto — respondió el anciano y de su bolsillo saco una moneda de oro con el rostro del dios Zeus.
- Muchísimas gracias señor — respondió “Chita” pero antes de que pudiera coger la moneda este gritó.
- Pero antes deben jugar conmigo Jajaja después de todo soy Tesla el genio de los acertijos.
- Oh vamos no tenemos tiempo para esto — respondió el novato frustrado.
- Será fácil, resuelvan 3 acertijos y les daré la moneda pero solo uno de ustedes podrá participar, así que elijan bien, además tendrán un límite de 1 minuto para resolverlos — Exclamó Tesla confiado en si mismo.
- No cabe de otra soldados, si queremos esa moneda deberemos jugar con sus reglas, ¡Akashi! Tú eres el indicado para esto, tú inteligencia de deducción nos servirá — exclamó el capitán John.
- De acuerdo, decidido el ojitos rasgados jugará Jajaja — Exclamó Tesla con burla.
- Dejaras de reírte en unos momentos — respondió Akashi confiado.
- La primera te la regalaré cuatro ojos. Si estás viendo una foto de un hombre cuyo hermano es hijo de tu hermano ¿De quién es la foto que estás mirando? — respondió Tesla y de inmediato “Einstein” le respondió.
- Es mi sobrino. Ya que ese hombre tiene un hermano que es hijo de mi propio hermano, así que yo tendría 2 sobrinos y uno es el de la foto.
- Jajaja brillante, veo que no bromeabas con lo de derrotarme pero de ahora en adelante no te regalaré acertijos, segunda ronda. Un terrorista secuestra un avión y exigió 1 millón de dólares y dos paracaídas, al recibir su petición salto del avión usando sólo un paracaídas, la pregunta es ¿Para que necesitaba el segundo paracaídas? — respondió Tesla con una mirada fija hacia Akashi.
- Si yo fuera el terrorista pediría el segundo paracaídas para que la policía pensará que saltaría con un rehén y así no dañaran de algún modo el paracaídas con el que saltaría. — respondió “Einstein” con una sonrisa, lo que provocó un pequeño gruñido de parte de Tesla puesto que Akashi solo había tardado 10 segundos en resolver su acertijo.
- Bien echo “Einstein” solo queda un acertijo — gritaban sus compañeros animándolo.
- Si crees que será fácil este acertijo estás equivocado. Un hombre deja sus 17 camellos como su herencia a sus 3 hijos, con la orden de que el hijo mayor debe recibir la mitad de los camellos, el mediano 1/3 parte y el más chico 1/9 parte, haciendo cuentas los hermanos se dan cuenta de que el reparto es imposible, de pronto, aparece un amigo de la familia montado en su propio camello y les resuelve el problema y se marcha en su camello ¿Cómo lo hizo? — preguntó Tesla con una gran sonrisa seguro de que “Einstein” fallaría en esta ocasión, al pasar aproximadamente 30 segundos, sonriente Akashi le respondió con toda seguridad
- Fácil, el amigo les regalo el camello para que lo sumarán a su herencia y así repartirla, así que ahora tenían 18 camellos, el mayor se llevó la mitad lo cual fueron 9 camellos, el mediano la tercera parte que serían 6 camellos y el menor la novena parte los cuales son 2 y así 9+6+2 es igual a 17 y el camello que faltaba se lo regresaron a su amigo y así él se fue en el camello en el que venía.
- Jajaja eres un genio “Einstein” — gritó “Ojo de halcón” emocionado por su victoria.
- Espera… eso fue suerte, doble o nada a que no puedes con el siguiente — respondió Tesla nerviosos y alebrestado por su derrota
- ¡Olvídalo!... – respondió el novato pero antes de poder decir algo más “Einstein” lo interrumpió.
- De acuerdo.
- Que haces, ya ganamos — exclamó “Chita” sorprendida por la decisión de Akashi.
- Ya acepto, no puedes arrepiente, que comience el juego — gritó Tesla con una sonrisa macabra y arrojo un extraño polvo morado llevando a “Einstein” a un lugar completamente oscuro.
- Vaya con que sabes usar magia.
- Claro, que pensabas, que un humano podría tener tanta inteligencia es por eso que no puedes ganarme, soy un hechicero del mundo Astral el gran Genio Tesla — exclamó Tesla con indiferencia lo cual como respuesta Akashi le sonrió y le dijo con seguridad.
- No deberías subestimar a los humano.
- Eso está por verse, a diferencia de los otros no sólo tendrás que acertar el acertijo sino tendrás que decirme cómo lo hiciste, así evitaremos que lo adivines por suerte e igualmente tienes 1 minuto para resolverlo, listo humano que comience el juego. Tenemos 5 sombreros, 3 de color negro y 2 de color blanco y al azar se los colocamos a 3 personas — de pronto, de tras de “Einstein” aparecieron 2 siluetas de el mismo en fila india uno detrás del otro.
- Al igual que tú, tus sombras saben que existen 3 sombreros negros y 2 blancos pero tampoco saben cuál les va a tocar a cada uno, pero escucha bien humano, no puedes sacarte el sombrero de la cabeza y mirar el color, ni voltear a ver a los otros sujetos, pero el sujeto detrás si puede ver los sombreros de la otra silueta y el tuyo y el de en medio solo puede ver el tuyo, pero obviamente no el suyo, así que le he preguntado al último sujeto que si sabe de que color es su sombrero y me a dicho que no sabe cuál es, así que le pregunté al sujeto de en medio a lo cuál me respondió que si el de atrás que podía ver los 2 sombreros no sabía cuál tenía pues el menos y ahora te pregunto a ti “Einstein” ¿sabes de qué color es tu sombrero? — le preguntó Tesla a Akashi con una gran satisfacción pues el firmemente creía que no podría resolverlo pero “Einstein” solo se quedó pensativo sin decir ni una sola palabra mientras pasaban los segundos.
- Se te acaba el tiempo Jajaja 10,9,8,7… — comenzó a contar Tesla, presionando a Akashi con su cuenta regresiva pero antes de poder seguir con su cuenta “Einstein” le respondió con una sonrisa.
- Se la respuesta.
- ¿Sabes la respuesta? ¿y como lo averiguaste? — preguntó Tesla dudando de las palabras de Akashi.
- Fácil, me puse en los zapatos de los otros sujetos, me explico mejor, si yo fuera el sujeto de atrás tendría 4 posibles combinaciones las cuales serian que el sujeto de en medio tuviera el sombrero blanco y el de adelante negro o viceversa, las otras dos serían que ambos tuvieran el sombrero blanco o que ambos lo tuvieran negro. Así que si yo tuviera el sombrero blanco y el sujeto de en medio también el sujeto de atrás sabría que él tenía el sombrero negro ya que sólo hay 2 sombreros blancos y como su respuesta fue negativa, eliminé esa posible combinación. Ahora si fuera el sujeto de en medio la única posibilidad para saber cuál sombrero poseía era si mi sombrero fuera blanco pues por fuerza el tendría el negro ya que la posibilidad de que el tuviera el sombrero blanco junto conmigo fue descartada gracias a la respuesta negativa del sujeto de atrás — respondió “Einstein” con una gran sonrisa y seguido de eso prosiguió — Así que solo quedan 2 posibilidades blanco y negro o negro y negro, pero sin importar cual sea esa posible combinación en ambas yo tengo el sombrero negro. Esa es mi respuesta, yo tengo el sombrero de color negro — inmediatamente que Akashi diera su respuesta desaparecieron las siluetas y la habitación oscura donde se encontraba se comenzó a romper como si fuera de vidrio liberándolo del hechizo.
- Jajaja vaya que eres un humano interesante, bien has ganado, ten tu recompensa como lo prometí — respondió Tesla sonrientemente y le entrego su moneda de oro a Akashi.
- “Einstein” eres el más grande genio que haya existido — gritó Miranda emocionada.
- Espero grandes cosas del humano que me derrotó en mi propio juego — Exclamó Tesla con gran satisfacción.
- No te defraudaré — contestó “Einstein” y se marcharon de ahí rumbo a las orillas del río Aqueronte en Grecia. Al llegar a la ciudad de Epiro la cuidad donde se encontraba la dichosa entrada al inframundo, se encontraron con el capitán John el cual se había adelantado para llegar con los refuerzos los cuales eran 4 soldados de la organización con máscaras antigás vestidos con uniformes militares provenientes del país Grecia, que poseían espadas muy afiladas y escudos brillantes tanto así que se podía ver su reflejo en él. Cada uno poseía un pequeño trapo amarrado a su muñeca izquierda de diferente color rojo, amarillo, morado y azul eran los 4 colores que poseían esos soldados.
- Bienvenido muchachos — respondió el capitán John, al momento que descendieron del helicóptero con sus armas anti — demonios, la ciudad era hermosa y más por que se encontraba en las montañas, las casas aún poseían aquellas estructuras de la Grecia antigua.
- ¿Y los Silver Warriors? — preguntó Clayton al ver que no se encontraban en el lugar.
- Nos están esperando en el templo sagrado de Zeus en Atenas, Grecia, a pesar de haber sido destruido aun se encuentra custodiada la puerta secreta donde la espada se encuentra oculta.
- Entonces, como llegaremos a ese tal río — respondió “Einstein” mientras cargaba con munición su arma, lo cual el capitán John sólo le sonrió y apunto hacia la colina pequeña que se encontraba en la ciudad y frente a ellos se encontraban 5 automóviles de carreras blindados de color negro.
- Jajaja eso si es viajar con estilo — gritó “Einstein” emocionado al ver los vehículos que conducirían para llegar al río Aqueronte, casi sin pestañear subieron a los autos y antes de encender los vehículos el novato les gritó.
- El último en llegar paga la cena al regresar a Ekoin.
- Haré que te comas esas palabras — gritó “Ojo de Halcón” y de inmediato encendió su auto y piso el acelerador rumbo al río Aqueronte mientras sus compañeros le seguían su paso
- ¡Guau! — gritaba “Einstein” emocionado por la carrera pero con una maniobra “Chita” los dejó atrás ganando la carrera.
- Jajaja en su cara — gritó “Chita” extasiada.
- Ahora que todos estamos aquí hay que entrar — respondió el capitán John dando la indicación de entrar a una cueva que se encontraba cerca del río, junto a los otros 4 soldados con máscara de antigás entraron a la dichosa cueva, dentro de ella se encontraba unas escaleras de piedra un poco inclinadas. Al bajar por ellas se toparon con un río negro y oscuro donde a lo lejos sólo se veía la espesa niebla.
- Que demonios es este lugar — respondió el novato asustado.
- Yo te responderé esa pregunta pero antes me presento, mi nombre es Argus soy el líder de OSADA en Grecia respondió el soldado del pañuelo rojo con una voz ronca demostrando que era un soldado veterano. El sujeto de pañuelo azul es Christopher y el es Takeshi el del pañuelo amarillo sus padres eran japoneses pero el nació aquí en Grecia y la del pañuelo morado es Colette. Ahora respondiendo tu pregunta, esté es el río Aqueronte la entrada directa al inframundo
- Y como cruzaremos el río — exclamó “Ojo de Halcón”.
- Con esta moneda — respondió el capitán John mientras arrojaba al río la moneda que les dio Miguel.
- ¿Y ahora que? — preguntó el novato.
- Ahora esperaremos a Caronte, el barquero del antiguo dios Hades que ahora es sirviente de Lucifer — respondió Takeshi con una voz más joven casi de la edad de Miranda
- ¿Y quien es Caronte? — volvió a preguntar el novato.
- Era el encargado de guiar y transportar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro. En el pasado debías pagar el viaje. Razón por la cual en la Antigua Grecia los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del río Aqueronte, tiempo después Caronte accedía a llevarlos sin cobrar, de pronto, desde la niebla apareció un ser delgado y pálido con una túnica negra, su piel era pálida y escamosa, sus ojos eran de color rojo mostrando una sonrisa que dejaba ver sus filosos dientes como los de un tiburón, encima de un pequeño barco mientras que con un remo se acercaba lentamente a donde se encontraba “Chita” y los demás.
- Subamos al barco — exclamó el capitán John.
- Andando no hay tiempo que perder —respondió Argus y sin oponerse a las indicaciones subieron al barco, casi de inmediato y sin mencionar una sola palabra Caronte comenzó a remar y acto seguido el barco comenzó a moverse lentamente.
- Entonces este ser es aquel que lleva las almas al infierno — preguntó el novato curioso.
- Actualmente solo lleva a las almas malignas que van al infierno ya que ahora las almas buenas van al cielo — respondió Colette.
- Cierto, en el pasado no importaba que fueras de buen corazón o no, al morir venías al inframundo, ahora solo la gente pecadora viene a este lugar — respondió Christopher, de pronto, el barquero dejó de remar y solo pronunció una sola oración con una voz tétrica.
- llegaron a su destino — y efectivamente se encontraban del otro lado del río así que él capitán John dio la orden para desabordar el barco y una vez abajo Caronte se retiró lentamente con su pequeño barco, desvaneciéndose en la espesa niebla.
- ¿Y ahora que sigue? — preguntó “Einstein”
- Según el Arcángel Miguel debemos atravesar la puerta del infierno custodiada por Ceberos, después de eso debemos pasar por el laberinto del minotauro y por último llegaremos con Medusa ya en el inframundo — exclamó el capitán John y siguieron su camino atravesando un sendero un poco oscuro, lleno de ramas secas y árboles quemados tirados en el sendero, lo que hacía más difícil atravesarlo. Después de unos cuantos minutos se toparon con un gigantesco portón de madera de unos 12 metros de alto.
- Ahí está la puerta del Hades, la entrada al infierno — gritó el capitán John asombrado de aquel majestuoso portón, de pronto, se escucho un pequeño gritó así que de inmediato fueron a ver que pasaba, era Colette la cual se encontraba tapando su boca para no volver a gritar.
- ¿Qué sucede? — le preguntó Christopher a Colette con preocupación, la cuál aterrorizada apunto con su dedo índice y al voltear Christopher al igual que todos lograron ver a Ceberos, el gran perro guardián, era gigantesco tanto como el portón, de piel color rojo carmesí, sin duda los podría devorar con solo un mordisco, para su suerte este se encontraba dormido.
- Avancemos — susurró el capitán John.
- Estás loco, capitán esa cosa nos devorara — susurró el novato asustado.
- Descuida no percibe nuestro Ki además que el protege que nadie salga más no que entren, así que no se despertará y para el regreso tenemos un fuerte somnífero para dormirlo — respondió el capitán John y continuaron avanzando hasta cruzar el portón una vez atravesado este se cerró rápidamente.
- ¡Oh shit! Casi me provoca un infarto — gritó “Chita” aliviada de a ver cruzado el portón a salvo.
- Ahora sólo falta el laberinto — exclamó el novato.
- Laberinto, un gran laberinto — respondió Angus mirando fijamente aquel laberinto que poseía grandes rocas del tamaño de edificios de 5 a 7 pisos.
- Se cuenta que es tan grande como una ciudad si es que te llegas a perder pero tan pequeña como una calle si sabes el camino — respondió Colette preocupada.
- ¿Y por casualidad saben el camino, no? — preguntó el novato asustado.
- ¡No! — respondió el capitán John a secas.
- Esta bromeando cierto — preguntó el novato aún más asustado.
- Descuida solo bromea — contestó ”Chita” tratando de tranquilizar a Benjamín, acto seguido se adentraron al laberinto. Era oscuro y perturbador y un tanto estrecho, de pronto, se escucho un rugido de alguna bestia proveniente del laberinto.
- Demonios el Minotauro ya debe saber que estamos aquí — susurró Angus silenciosamente mientras seguían avanzando, acto seguido se volvió a escuchar el estruendoso rugido y de las sombras apareció una bestia mitad humano, mitad toro, cubierto de un pelaje de color café oscuro y unos grandes cuernos de toro, rápidamente se abalanzó contra Trinity pero de inmediato “Ojo de Halcón” y “Einstein” comenzaron a dispararle, sin embargo, las balas rebotaban en él.
- Es inútil, su grueso pelaje es imposible atravesarlo — gritó el capitán John
- Entonces que hacemos — exclamó Colette asustada.
- ¡Corran! — gritó Angus y todos saltaron a los costados para que el Minotauro se fuera de paso y efectivamente el Minotauro chocó con uno de los muros de tan rápido que venía con su embestida. Rápidamente al ver caído al gran protector del laberinto salieron corriendo intentando buscar una salida, pero nuevamente no tardaron en volver a oír el gran rugido de la bestia, de pronto, salió de otro de los túneles del laberinto acorralando a “Chita” y a los demás pero ahora este poseía una gran hacha gigantesca con la cual intento herirlos, pero Angus desenvainó su espada y se enfrentó al Minotauro teniendo un choque de espada contra la gigante hacha del Minotauro, pero éste con una patada lanzó por los aires a Angus y antes que el Minotauro lo aplastará con su hacha a Angus “Chita” comenzó a dispararle al Minotauro causando que se cubriera el rostro y así darle tiempo a Angus para que esté saliera de ahí. Rápidamente el capitán John le arrojó unas bomba de humo y este sin percatarse intento embestirlos, pero chocó nuevamente con un muro, pues nuevamente se habían escapado lo cual provocó la gran furia de aquella bestia que soltó un gran rugido. Mientras tanto “Chita y los demás continuaban buscando una salida del laberinto, de pronto, se toparon con 5 nuevos túneles.
- ¿Y ahora? — preguntó Takeshi agitado por tanto correr.
- Es… es por aquí — gritó el capitán John apuntando al segundo túnel y con sus últimas fuerzas corrieron por aquel túnel. Al pasar los segundos comenzaron a ver un rayo de luz que provenía del otro lado y percatarse que los muros se hacían más pequeños y estrechos.
- Ahí está la salida — gritó Angus alegremente pero este cambiaría su rostro pues frente a ellos se encontraba nuevamente el Minotauro el cual se aproximaba rápidamente hacia ellos.
- ¡Por aquí! — gritó “Einstein” apuntando a un pequeño túnel que se encontraba a su lado izquierdo, rápidamente se escondieron y el Minotauro paso corriendo al lado de ellos pues a la velocidad que venía se le hacía difícil frenar de golpe.
- Tengo un plan — gritó Angus. — ¡Corran! — volvió a gritar y sin mas todos salieron disparados a la salida del laberinto en excepción de Angus que sacó de sus bolsillos dos pequeños cuchillos y se plantó firmemente mientras esperaba al Minotauro. Al ver la bestia que estaban apunto de escapar corrió nuevamente hacia ellos.
- Veamos si es cierto que no te pueden detener una vez hayas arrancado — susurró Angus con una sonrisa en su rostro y antes de que el Minotauro lo embistiera éste se barrió entre las piernas del Minotauro y con los cuchillos le hizo un pequeño corte a sus talones, causando que cayera rodando bruscamente pero solo por momento pues rápidamente el Minotauro lo volvió a embestir, esta vez con su cuerno perforando el estómago de Angus causándole una herida fatal y dejándolo tirado en el suelo. Al ver esto los demás se frenaron para regresar por su compañero caído pero con sus últimas fuerzas y escupiendo sangre por la boca Angus les gritó.
- No se detengan, ¡salgan de aquí! — sin pensarlo más volvieron a correr nuevamente a la salida pero el Minotauro salió disparado está vez con toda la intención de detenerlos, fue en ese momento que Angus volteó a ver el muro que se encontraba a su lado y observó que las rocas que construían el laberinto sólo estaban sobrepuestas, lo cual sin pensarlo clavo su espada en medio de 2 rocas sobrepuestas y utilizándola como palanca y con sus últimas fuerzas logró sacarla de su base provocando que se comenzará a desplomar el laberinto, tirado en el piso agarrándose el estómago ensangrentado sonrió por última vez mientras susurraba.
- Salgan con vida muchachos — acto seguido las rocas aplastaron aparatosamente su cuerpo causándole la muerte, mientras del otro lado los demás intentaban salir del laberinto ya que éste se venía abajo, de pronto, el novato se tropezó, pero inmediatamente se levantó, sólo había un problema el Minotauro estaba apunto de alcanzarlo y los demás ya habían salido del laberinto, sumándole de que éste estaba apunto de desplomarse por completo.
- ¡Corre Benjamín! — gritó “Chita” nerviosa pues solo faltaba él de salir, de pronto, el laberinto se desplomó aplastando al Minotauro y por poco a Benjamín que éste último salto impulsándose al frente logrando así salir del laberinto a escasos centímetros de ser aplastado.
- Debemos continuar — suspiró el capitán John mientras caminaba a su siguiente destino, lo cual el equipo de soldados de Grecia solo voltearon a ver el laberinto destruido despidiéndose así de su capitán Angus. Prosiguieron su camino adentrándose al cuarto nivel del inframundo. El lugar era oscuro como la noche, solo se veía un poco de luz iluminado por antorchas en las paredes, el camino parecía un puente, debajo de ellos, se encontraba un mar de fuego además de su putrefacto olor a azufre y piel quemada hacía de ese lugar insoportable y nauseabundo, acto seguido se escucharon gritos desgarradores desde las profundidades de ese mar de fuego.
- Que es ese sonido — preguntó “Einstein” inquieto.
- Son los gritos de las pobres almas que en vida robaron y cometieron adulterio y ahora está ardiendo en ese mar de fuego — respondió Colette seriamente y sin mencionar nada más siguieron avanzando por ese puente hasta llegar a un templo en ruinas, donde al llegar observaron miles de estatuas de soldados con espadas y escudos hechos completamente de piedra.
- Hemos llegado — respondió el capitán John, de pronto, se escucho una risa macabra proveniente de alguna mujer escondida en esas ruinas.
- En guardián soldados, no deben ver su rostro o quedaron completamente petrificados — gritó el capitán John dando orden para prepararse para el combate, acto seguido se volvió a escuchar aquella risa y por inercia el novato miró hacia arriba logrando ver una cola de una serpiente gigante que se escondía en las ruinas del techo.
- ¡Benjamín! no voltees hacia arriba, mantén la cabeza abajo — gritó el capitán John desesperadamente y rápidamente comenzaron a ser bombardeados con flechas la cual una impacto a Christopher en la espalda matándolo en el acto.
- ¡Maldita sea! — gritó enfurecido “Ojo de Halcón” el cual comenzó a disparar al techo sin ningún tipo de objetivo, causando así que cayera un pedazo de roca y golpeara el piso desplomándolo y haciendo caer a “Chita”, al capitán John y a Takeshi al piso subterráneo del templo causando así la separación del grupo.
- Se encuentran bien — gritó “Einstein” preocupado.
- Descuida estamos bien — exclamó “Chita” tranquilizando un poco a Akashi, de pronto, comenzaron a caer más flechas separando el resto del equipo al momento de cubrirse dejando sola a Colette que se encontraba en lo más alto del templo.
- No mires hacia arriba, no mires hacia arriba — se susurraba así misma mientras mantenía su cabeza agachada, de pronto, comenzó a escuchar las risas macabras de esa bestia que los acechaba a lo lejos y sin pensarlo Colette cerró sus ojos y comenzó a golpear al aire con su espada gritando una y otra vez.
- ¡Donde estas maldita! — acto seguido sintió como algo se encontraba parado detrás de ella y con miedo abrió los ojos y se dio la vuelta y ahí parada se encontraba una mujer mitad humana, mitad serpiente, su piel era escamosa y verde de pelo largo pero al verse con detenimiento este estaba echo de serpientes pequeñas, sin piedad miro fijamente a Colette y sin poder hacer nada está fue convertida en piedra al instante y fue arrojada al piso donde se encontraban “Chita” y el resto del grupo.
- Algo viene, cuidado — gritó el capitán John y se lanzaron hacia un lado para evitar que les cayera aquel objeto que se desplomó al caer.
- Maldita sea es Colette — gritó Takeshi al mirar que la estatua era su compañera petrificada por aquella bestia llamada Medusa. Con dificultad lograron salir de ese agujero y se reunieron con los demás.
- Debemos hacer algo o esa cosa nos asesinara a todos — gritó el novato asustado, inmediatamente fueron golpeados por su enorme cola lo cual los mando a volar a la mayoría dejando solo a Takeshi y a “chita” en pie.
- ¡Cuidado! — gritó Takeshi y junto a “Chita” saltaron hacia adelante esquivando la enorme cola de Medusa que usaba para golpear a sus adversarios e intentaba aplastar a Takeshi y “Chita”, rápidamente se escondieron en una de los pedestales que aún se mantenía en pie.
- Lo viste — susurró Takeshi.
- Que, no logro ver nada — respondió “Chita” agitada, y usando su escudo brillante como un espejo logro ver a Medusa reflejada en su escudo.
- Observa, la llave la trae en su cuello, debemos cortarle la cabeza a toda costa, así lograremos detenerla y obtendremos la llave — respondió Takeshi mientras observaba a Medusa reflejada en su escudo.
Mientras que también escondidos en una especie de trinchera se encontraba el resto del equipo.
- Ahora que hacemos capitán — preguntó “Einstein”.
- Ganar tiempo — respondió inmediatamente el capitán John y comenzó a disparar al techo mientras mantenía cerrado sus ojos lo cual los demás también se unieron a la estrategia de su capitán ganando así un poco de tiempo, ya que mantenían a Medusa a raya pues está esquivaba las balas que el equipo Trinity disparaba al azar, mientras del otro lado escondidos Takeshi y “Chita” elaboraban un plan para eliminar a Medusa.
- Ten te lo encargo — gritó Takeshi dándole su espada y escudo a “Chita”.
- Nunca le dijimos el nombre de nuestro equipo verdad, era Olimpia — gritó Takeshi con lágrimas en los ojos mostrando su última sonrisa, acto seguido corrió hacia lo más alto mientras Medusa se acercaba lentamente hacia donde se encontraban los demás en la trinchera y cuando estuvo debajo de Medusa se lanzó cayendo en la espalda de Medusa y con ambos brazos se aferro a su cuello, causando que se retorciera pues intentaba quitarlo de encima, mientras tanto “Chita” lentamente se acercaba por la espalda mirándola de reojo con el escudo que le había dado Takeshi como si se tratara de un retrovisor, acto seguido Medusa arrojó a Takeshi al suelo dejándolo mal herido y a espaldas de Medusa, ya en el suelo Takeshi logro ver en uno de los escudos de los soldados que Medusa había convertido en piedra en el pasado, como “Chita” se aproximaba por la espalda para darle el golpe final a Medusa, inmediatamente esté mostró una gran sonrisa y rápidamente se levantó.
- Que se cuente la leyenda del equipo Olimpia. — volteándose al mismo tiempo que intentaba conectarle un puñetazo a Medusa pero está lo convirtió en piedra al instante, sin saber que sucedía Medusa se dio la vuelta solo para ser decapitada por “Chita” que aprovechando el momento había dado un gran salto cerrando sus ojos y utilizando la espada de Takeshi decapito a Medusa acabando con ella.
- Por fin, acabamos con esa cosa — gritó el novato de alegría al ver decapitada a Medusa.
- Ten cuidado Benjamín, aún muerta Medusa conserva su poder, llevemos la cabeza en un saco mientras tú vas por la llave que esta tirada junto al cadáver de Medusa — respondió el capitán John.
- Enserio tengo que ir por ella, maldición siempre me toca lo peor — reprochó el novato mientras iba por la llave y sin más se marcharon del lugar rumbo al templo de Zeus donde los estarían esperando Yuno y los demás.
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Editado: 09.08.2023