Luego de pensarlo por un tiempo, Zehra llegó a la conclusión de que Yamile tenía razón. Debía escribirle una carta a su padre, seguramente estaría muy preocupado pese a las intenciones que tenga su madrastra de centrar la atención de Azad en otra cosa.
Así que una tarde, luego de terminar todos sus quehaceres decidió escribirle.
Querido padre:
¿Cómo estás? Espero que todo vaya bien en tu vida con tu esposa. He decidido escribirte porque a pesar de nuestros problemas, no dejas de ser mi padre y esto lo hago para que tengas presente de que estoy bien.
Me encuentro en una ciudad lejana, conseguí un trabajo y mi vida es bastante normal y tranquila. Sé que al recibir esta carta, querrás venir a donde estoy. Para no hagas esta locura, quiero decirte nuevamente que estoy bien y no tienes de que preocuparte. ¿Cómo está mi hermano? Seguramente ya debe tener unos meses, pues cuando me fui seguía en el vientre de su madre.
Espero que todo te vaya bien y que seas feliz con tu esposa. Como te expliqué en la carta anterior al partir, ya no quería ser una molestia para ti, así que espero que después de mi partida, todo te haya resultado mejor y sin problemas, pues mereces ser feliz. Más abajo, ten enviaré una dirección para que envíes una respuesta si lo deseas, aunque aclaro que no es donde estoy viviendo, sino de alguien que conozco.
Trataré de comunicarme contigo seguidamente, para que no tengas la necesidad de venir aquí.
Necesito tiempo para ordenar algunas ideas en mi mente y aceptar de otra manera este nuevo comienzo, y necesito hacerlo sola.
Te mando un abrazo.
Con cariño; Zehra