Zehra siguió su amistad con Ekrem, cada vez que ella hacía algún trabajo fuera de la casa, el joven siempre buscaba algún lugarcito para hablar con ella y mientras Zehra hacía su trabajo, al mismo tiempo se entretenía hablando con él.
Era un día como cualquier otro, Zehra debía llevarle agua y comida a los animales del establo, Ekrem al verla que iba con un balde de agua bastante pesado le ofreció su ayuda.
– Déjame que te ayude Zehra.
– No hay necesidad, yo puedo sola, luego de todas formas debo volver a llevarle la comida a los animales.
– ¿Qué te parece si tu ayudo a llevarle la comida y tú llevas el agua? Así lo haces todo en un viaje.
– No hay necesidad, de todas formas, hoy me tocaba hacer esto, ya que es un trabajo turnado y estoy acostumbrada.
– De todas maneras insisto, no tengo mucho que hacer.
Luego de estar dudado por un tiempo, al final aceptó su ayuda, esperaba que eso no le trajera problemas en el futuro.
Más tarde, al llevar todo en una viaje, Ekrem se quedó un rato hablando con ella, ya que de todas formas, Zehra no tenía mucho que hacer hasta que llegara Hilda de la escuela.
Mientras ellos se habían quedado hablando por un rato, llegó el señor Amir en su auto con Hilda y al no ver a Zehra alrededor, le preguntó a su madre, quien estaba en el jardín, donde se encontraba.
– Hace un tiempo atrás, Zehra fue darle de comer a los animales del establo y Ekrem la ayudó.
– ¿Cómo que Ekrem la ayudó? – preguntó fastidiado.
– Así es hijo, ya sabes, ellos se conocen y Ekrem seguramente quiso darle una mano a su amiga.
– ¿Y aún siguen en el establo?
– Pienso yo que sí, seguramente se quedaron charlando.
Ahora la molestia de Amir se notaba en su rostro y echando chispas empezó a caminar hacia el establo para buscar a Zehra.
– Hijo, ¿qué piensas hacer?
– Voy a buscarla madre, ahora que ya terminó esa tarea deberá atender a mi hija.
– Pero hijo… Hilda recién llega deja que Zehra descanse un poco…
– ¡No me importa! – dijo molesto interrumpiendo a su madre – ¡Ella tiene que estar atenta ha cuando llega mi hija a la casa! ¡¿Acaso piensa que por conocer a mi primo no hará nada de ahora en más?!
– Amir, yo no creo que Zehra piense eso…
– ¡Ella está descuidando sus deberes desde llegó Ekrem a la casa! ¡Le está prestando menos atención a mi hija!
– Hijo, ¿pero de qué hablas? – dijo desconcertada Nuray, jamás lo había visto así.
Pero si hacerle caso, Amir se dirigió al establo a paso firme y bastante molesto, al llegar a la entrada del mismo, Zehra ya estaba saliendo con los baldes vacío de comida y agua.
La joven al verlo, se detuvo y lo saludó.
– Buenas tardes señor Amir
El hombre no respondió y miró molesto a su primo, Zehra no entendía que pasaba, notaba un ambiente bastante tenso entre ellos.
– ¿Ya has terminado tu tarea aquí? – preguntó de forma hosca, desconcertando a Zehra por completo, pues jamás le había hablado así.
– Sí…
– Entonces no tienes ningún motivo para estar aquí con un hombre a solas, ve a la mansión a encargarte de mi hija – dijo interrumpiendo.
Zehra se asustó bastante, Amir parecía estar molesto con ella ¿sería por Ekrem? Tal vez no le gustaba que su primo hablará con ella, ya que era una empleada y quería evitar las malas lenguas y los malos entendidos, eso era lo que creía Zehra, aunque en realidad su comportamiento fuera provocado por otro motivo, que obviamente la joven no sabía, pero que Ekrem podía sospechar.
– Sí señor… – Zehra con la vista clavada a los pies se retiró del lugar, quedando Amir a solas con su primo.
– ¿Era necesario que le hablarás así? – le regañó Ekrem – Zehra solo estaba hablando conmigo, mientras la ayudaba a darle de comer a los animales, no mal interpretes las cosas.
– ¡Sí tanto te interesa el trabajo de campo! ¡¿Por qué no vienes a trabajar conmigo?! – respondió de manera sarcástica Amir a Ekrem – ¡Es extraño que sienta apego ahora por el campo!
– Amir, ese comportamiento no es normal en ti. Si tienes problemas en tu trabajo no vengas a agarrártela con los sirvientes…
– ¡ESE ES MI PROBLEMA! ¡NO TIENES PORQUE METERTE! ¡Y sobretodo, no distraigas de sus quehaceres a mi empleada, que por tu causa, le prestas menos atención a mi hija! ¡Ella es su niñera y por algo le pago! ¡¿No te parece?!
– ¡Lo que estás diciendo no tiene justificación! ¡En ningún momento Zehra descuidó sus quehaceres, tu madre está de testigo! – Ekrem estaba bastante molesto con su primo, le parecía injusto que inventará tal cosa de Zehra, pero no era tanto el poco trabajo (que según él), le molestaba, había otra cosa ahí y Ekrem estaba dispuesto hacerlo cantar en cualquier momento – ¡Pero seguramente no es eso lo que realmente lo que te molesta!
– ¡¿De qué estás hablando?! – dijo firmemente Amir.
– ¡Porque no eres valiente y dices la verdad primo, porque no dices que lo que realmente te molesta! ¡No es el poco trabajo, qué según tú, ha estado haciendo desde que llegué a esta casa! ¡Sino por otra cosa!
– ¡No sé de que estás hablando!
– ¡SABES PERFECTAMENTE DE QUE ESTOY HABLANDO! – dijo alzando la voz Ekrem.
– ¡NO ME HABLES ASÍ IDIOTA! – y Amir agarró a Ekrem del cuello de su camisa apunto de empujarlo y pegarle, pero en ese momento, Nuary llegó, al ver que la tensión entre ellos que realmente estaba siendo extrema.
– ¿QUÉ PASA AQUÍ? AMIR SUELTA A TU PRIMO, ¡¿QUÉ TE PASA?! – rugió Nuray.
No tenía intenciones de hacerlo, pero lo hizo y echando chispas se fue del lugar.
La mujer quedó a solas con su sobrino, quién se quedó acomodando su camisa y luego de esto, rió con ganas.