Atenea
Otra vez veníamos al castillo de la reina Katherine, mis padres les encantaba venir aquí al igual que mi gemelo Adonis, no se porque, no tiene sentido, apenas llegamos todos se dispersa, mis padres se van con la reina y mi hermano va en busca del hijo de ella… de Aren.
En silencio lo sigo, ¿Por qué?, porque Aren es mi amor secreto… no se si notara mi existencia, lo más probable es que no lo haga, siempre está en su mundo junto a Adonis y ni se fijan que los espío muy de cerca casi todo el tiempo. En unos minutos lo encuentra, Aren estaba en el jardín leyendo un libro, como siempre muy maduro de su parte, su cabello blanco caía por su frente tapando sus ojos, su figura delgada estaba encorvada… estaba en su mundo, siempre lo hacía, cuando dibujaba, pintaba, leía, luchaba, todo lo hacía transportándose a otra galaxia, no se daba cuenta de su alrededor, y eso me encantaba, era algo tan distintivo de él.
Adonis lo llama una vez, dos, tres…Pero como era de esperarse Aren no se da cuenta hasta que está a su lado casi tocándole el hombro. Cuando lo ve le regala una sonrisa perfecta, alegre…sincera. Sus ojos rojos iluminan a su alrededor, no hay ningún rastro de maldad en esa mirada y me enloquece…mi corazón late frenéticamente como es usual cuando lo veo…siento un calor que recorre mi cuerpo entero y siento como mis ojos brillan por solo mirarlo a él…a Aren.
Después de observarlo un buen tiempo me marcho, si me quedo mucho tiempo se dará cuenta de mi presencia y es mejor y más entretenido amarlo desde las sombras. Me entretengo en el jardín, también en el inmenso bosque… hay algunas zonas que también me dejan utilizar, como la gran biblioteca, el salón de baile, o también hay disponibles profesores de distintas áreas para que yo pueda disponer de ellos y que me enseñen lo que yo quiera, pero ese día tenía tristeza…había escuchado que la princesa del reino de las calaveras venía con su familia para hablar sobre una alianza con el reino zombie… por lo poco que sé, eso significaba que Aren y la niña se tenían que casar cuando fuesen más grandes…esperaba que no fuera cierto así que me dirijo a donde estaban mis padres, es decir, en la oficina de la reina Katherine. La puerta estaba entreabierta y escucho a mis padres alzando la voz, lo cual hace que me detenga y me quede afuera oyendo lo que jamás pensé que podría pasar…
- Mi reina usted sabe porque nacieron nuestros hijos, encuentro que es una falta de respeto lo que nos están haciendo si quieren prometer a Aren con la hija de los reyes Calaveras…- dice mi padre Louis-
- Así es su majestad… no esperaba que esta noticia nos llegara, esto fue planeado desde antes de concebir a los niños, entonces cómo es posible que quiera prometer a su hijo con otra persona, además usted sabe que algo malo podría salir, esta prohibido, y ya hemos muchas leyes por ustedes- le dice mi madre Charlotte…¿a que se refieren con romper reglas? ¿ustedes? ¿Quiénes?
- Cálmense mis amigos, yo se lo que hemos hecho, mi marido Iker también lo sabía… todo esto es un mal entendido, si vienen los reyes de las calaveras les explicare que Aren ya esta comprometido con su hija Atenea…-respondió la reina-
¿Que?, ¿yo estaba comprometida con Aren? ¿desde cuándo?, habían dicho algo antes de ser concebidos…que quiere decir eso…no entendía nada…pero las palabras compromiso de Aren y mío estaban tatuadas en mi corazón… nos íbamos a casar… él y yo… pero ¿y si no me quería?, ¿si no me ve más que la hermana de su mejor amigo? Sin querer hago un movimiento involuntario y la puerta se abre haciendo un chirrido, todos los adultos me quedan mirando con sorpresa, preocupados de lo que haya escuchado supongo, la adrenalina corrió por mis venas y salí a todo pulmón del lugar, procesando todo lo que había escuchado, veo a mi alrededor y solo veo que salgo del castillo en dirección al gran bosque…pero aun así no me detengo, quiero estar sola, organizar mis preguntas, mis posibles respuestas y asimilar la idea de que en algún momento de mi vida Aren y yo seremos esposos. Llego a un lugar que no conozco, no se por cuanto corrí, pero a mi vista había un gran lago, daba una increíble vista, pensé que Aren también le gustaría ver esto ya que es un fanático de la naturaleza y sus paisajes…veo una roca y me voy a sentar a ella, hay mucho que procesar.
A pesar de ser pequeña, mi mentalidad es casi como la de un adolescente, ventaja zombie creo yo, pero todo es más rápido y evolucionado para nosotros y nuestro crecimiento. Comienzo a pensar en lo que escuche, lo primero es que Audrey no estaba comprometida con Aren y eso me trae un alivio inmenso, ya no estaba la angustia que antes se había instalado en mi pecho; lo segundo mis padres habían dicho algo que fue planeado antes de concebirnos…¿hablaba de nosotros con Adonis o de Aren?, ¿Cómo pueden planear estas situaciones si nosotros ni siquiera estábamos concebidos?; tercero y lo más importante… Aren y yo estábamos comprometidos…COMPROMETIDOS.
Yo no era de la realeza, yo no tenía un linaje azul, yo solo era del pueblo, que provenía de una familia humilde, eso he visto lo poco que he vivido, sé que no pertenezco a nada distintivo…entonces ¿Por qué?
No quise seguir pensando en esas cosas ya que no iba a llegar a ninguna respuesta verdadera, solo suposiciones que me dejaran con más dudas. De repente mi corazón comienza a latir con fuerza, demasiada diría yo, tan así que comienza a dolerme, siento una presencia a mis espaldas, me doy vuelta y casi me desmayo de la impresión. Aren estaba entre los árboles y me miraba de una manera extraña, mi corazón hizo lo suyo y presentía que se iba a salir en cualquier momento y caería en las pequeñas manos de Aren. El me miraba casi hipnotizado, me ponía nerviosa, ¿Qué hacía aquí?, ¿había pasado algo?
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Editado: 28.03.2021