Atenea
Habían pasado 2 días y Aren aun no despertaba… y por lo que había dicho la bruja Isabel, teníamos mucho que esperar, ya que para ella de verdad fue un milagro que aún estuviese vivo, y que teníamos que aceptar el tiempo que Aren estime conveniente hasta que se despierte.
Estoy en nuestra habitación, ya todo está tranquilo y la reina Katherine se está encargando de manejar el reino mientras Aren está inconsciente. Tal como había dicho Isabel, ella era una de los nuestros que por pedido del antiguo rey Iker se infiltró en la tierra de los desterrados, su misión era simplemente estar ahí hasta que la gran guerra ocurriese y poder ayudarnos, también tenía que estar para prevenir posibles secuestros de los nuestros y que nada les pasara mientras estuvieran con Ivar.
Habían pasado muchas cosas en estos días, la confirmación de que estaba embarazada fue impactante pero aún más lo fue el embarazo de Max… los que la conocían sabían perfectamente de quién era… y ella no quería decirle aun, estaban en peligro hasta el momento y entendía su preocupación, lo bueno es que había decidido tenerlo, porque era la prueba irrefutable del amor que se tenían con el príncipe Demian, y entre las dos comenzamos a fantasear sobre como serian nuestros hijos.
Otra de las situaciones fue la verdad de todo, sobre nuestra razón de existir con Aren, la verdad que ocultaba la reina Katherine y que en su momento también lo hicieron mis padres. No quería saber la verdad antes, quería escucharlo junto con Aren y decidir que hacer cuando todo se revele con claridad, pero si mis suposiciones son correctas, lo más probable es que habrá que cambiar algunas leyes.
Pienso en mis memorias, en los recuerdos que por fin pude recuperar, en cómo conocí a Aren y que tan profundo fue mi amor por él, claramente me había mentido. Cuando nos conocimos él dijo descaradamente que como rey tenía poderes para manipular los corazones y que al marcarme esto aumentaba… qué gran mentira. Nunca nada de eso existió, sino que fue nuestra extraña conexión desde nuestro nacimiento. Me rio por dentro, Aren iba ha hacer de todo con tal de tenerme a su lado, pero por lo que veía yo fui suya siempre…desde el primer latido de mi existencia.
Me tocaba el estómago, no tenía nada aun, pero por alguna razón me sentía llena, completa, como si por fin todo tuviese sentido, tanto sufrimiento, tantas guerras, tanta incertidumbre, había una razón que estaba ansiosa por saber… más de una vez quise acercarme Isabel y que me dijera todo de una vez por todas, pero no sería justo, quería que estuviésemos juntos para ese momento, y pensar juntos en alguna solución, lo extrañaba…demasiado…necesitaba ver esos ojos una vez más…necesitaba saber que aún estaba aquí conmigo. Todos estos días no me he separado de él, ni un centímetro, quería ser la primera a quien viera…esperaba que fuese pronto.
Otro día más se cumple…y ya con este son dos semanas, no hay señal de que quiera despertar, como esperaba mi embarazo va todo en orden y avanzando rápido, más de lo normal, ya que éramos “especiales” según Isabel, por lo que mi bebe vendrá antes de lo esperado, Max también…su situación tenía relación con nosotros, conmigo y Aren, pero Isabel no nos quería decir con respecto a que, teníamos que seguir esperando a que el rey se despierte.
- Mi amor- le digo a su lado- tienes que despertar, tienes que estar con nosotros, nos haces falta, no se si podre seguir haciendo todo esto yo sola, necesito de tu compañía, necesito calor, necesito todo de ti, tu sola presencia me reconforta, pero a la vez te siento tan lejos de mí… me acuerdo de la primera vez que te vi, sin duda a pesar de ser un niño eras de lo mas lindo que mis ojos habían visto, estaba totalmente idiotizada contigo…no se quien habrá amado primero entre los dos…pero sin duda lo que siento por ti no se queda atrás, te amo tanto que me asfixia, te amo tanto que duele, te amo tanto que no me importaría morir por ti, te amo tanto que necesito que vivas todos los días, te amo tanto que siento que no podría caber tanto amor en el mundo…
Lo veo quietito, de verdad parece que ha muerto, pero no es así, solo se toma su tiempo muy en serio diría yo, pero lo respetare, respetare su decisión y que por algo no está aquí con nosotros aun… lo esperare si es así toda la eternidad.
Max
Dos semanas se habían cumplido desde que el rey cayó en el sueño profundo, todos sabíamos que en cualquier momento despertaría…Atenea era la más angustiada, pero trataba de ser fuerte por su bebe, y yo tenía que hacer lo mismo, lo mejor era irme de DeathRose, lejos de Demian, creo que es lo más sensato que puedo hacer en este instante, se que dejare a mi mejor amiga en el peor momento de su vida, pero yo también tengo que resguardar el bienestar de mi familia. Aún era ilegal lo que habíamos hecho Demian y yo, pero ya no había marcha atrás, quería a este bebe fuese como fuese y lo protegería con mi vida…
Basil me ayudara en esta huida, es el único en quien confió y que se que no dirá nada en donde me encuentro. Es lo mejor, Demian aun no es rey, por lo cual no tiene autoridad sobre su pueblo aun, lo de Atenea y Aren aún no se resuelve y para cambiar leyes se necesitan dos cosas, tiempo y disposición, disposición de todos los reinos a autorizar que entre las razas se puedan mezclar, solo esperaba que todo saliera bien.
Se que deberia quedarme y luchar con Demian, pero era mucho el riesgo, podrían quitarme a mi bebe en cuanto nazca, o quizá él también lo rechace…con tal, no estaba en el plan de ninguno de los dos el ser padres, pero yo ya me hice la idea, y estaba feliz con el resultado. Lamentaba toda la situacion, ojalá fueran tiempos mejores en donde no hubiese discriminación o una estúpida ley que me prohíba todo lo que añoro…pero sé que no será en un tiempo muy lejano, sino, mas pronto de lo que todos anticipábamos.
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Editado: 28.03.2021