Katherine
Era una época aún extraña, había humanos y zombies en la misma tierra, pero nadie se juntaba con ninguno de una raza diferente. Charlotte y yo éramos humanas aun residentes en DeathRose, éramos enfermeras y le estábamos enseñando algunas cosas a las enfermeras zombies…una especie de intercambiar información, nutrir el conocimiento que ya teníamos…como en esos momentos no estábamos tan avanzados en medicina todo aprendizaje para los humanos…servía.
En el castillo aún reinaba el padre de Iker, tu abuelo. Por lo cual Iker era un joven y apuesto príncipe que vagaba casi siempre por los pasillos buscando alguna entretención después de realizar sus deberes como futuro monarca, a su lado estaba su fiel amigo Louis…digamos que la atracción fue inevitable…con Iker fue algo instantáneo, nos vimos y ya sabía que estábamos destinados…paso lo mismo con Charlotte, ella me contaba que ningún humano le había hecho latir el corazón tan rápido como lo había hecho Louis…y eso que solo fueron miradas. Pero como sabrán, estaba realmente, rotundamente, prohibido…por lo cual ninguno de nosotros se acercó al principio. Pasó que después de un tiempo, la tensión que había entre los cuatros en vez de apagarse…se acumulaba, se agrandaba y ansiábamos experimentar nuevas sensaciones…los necesitábamos, los necesitábamos tanto como respirar. Nuestras miradas se encontraban siempre que podían y el anhelo por sentir al otro era de otra dimensión…Un día hubo un ataque, los desterrados que eran liderados por Ivar atravesaron las tierras zombies creando un campo de batalla en pleno jardín, en esos tiempos no eran muchos, pero nosotras nunca habíamos visto a las calaveras… nos teníamos que ir a un bunker que quedaba unos pisos más debajo de donde estábamos con Charlotte, pero que creen…nos habían atrapado, unas mujeres calaveras nos tenían envueltas en sus brazos, el miedo nos había invadido y estábamos presas del terror, sabíamos que íbamos a morir… pero parece que no era la intención de Ivar, ya que mucha gente del castillo salía en las mismas circunstancias que nosotras…estaban secuestrando a las personas, tanto humanos como zombies estaban siendo desplazados del castillo. Cuando de pronto se escuchó un aviso…”el rey ha caído” todos los secuaces soltaron a sus víctimas y salieron corriendo a toda velocidad… estábamos heridas…pero la conmoción de que el rey había muerto nos hacía ignorar el dolor.
Después de un tiempo, cuando todo el dolor se fue por la pérdida de nuestro monarca, Iker lo sucedió y era el nuevo rey de DeathRose… y su primera orden fue…que los humanos nos teníamos que ir. Con Charlotte estábamos devastadas, esa orden significaba solo una cosa…no nos querían, no les interesábamos, así que, sin más, arreglamos nuestras maletas con una pena enorme en nuestro pecho… no nos queríamos ir, no nos queríamos alejar de ellos, a pesar de que nunca habíamos hablado era obvio que todos sentíamos algo por el otro. Charlotte me estaba esperando afuera de la residencia, me acuerdo de sus ojos tan distintos a cualquier humano…ya sabrás que color ¿no?... rosados…tan rosados que o se asustaban o se maravillaban…esos ojos tan diferentes estaban llorando al igual que los míos…estábamos con el corazón destrozado.
Cuando estábamos a punto de cruzar el umbral del castillo para salir al bosque un guardia se nos acerca con rapidez diciéndonos que el rey nos esperaba en su oficina. ¿Cómo les digo que sentimos en ese momento?, estábamos espantadas, teníamos miedo, aterradas de que algo malo nos iba a decir, pero también fue un rayito de esperanza. Así que, en el camino a la oficina de Iker, ambas estábamos en silencio, pensando las miles de escenas que podrían suceder en algunos minutos…las mías eran de puro terror claramente, pero veía a Charlotte y en su mirada había pura fe, fe de que no era tan malo como yo imaginaba. Cuando llegamos a la gran puerta, mi corazón latía desenfrenadamente, me sudaban las manos, me sudaba la frente, sentía que no podría decir nada coherente. En cambio, Charlotte estaba relajada o así lo hacía ver, estaba con confianza, quizá más de la que era necesaria, y un atisbo de sonrisa se asomaba en sus labios…
- Estas loca o qué?, como sonríes en una situación así Charlotte, que te sucede…
- No se Katherine, la verdad siento que algo bueno va a pasar y que nuestras vidas cambiaran por completo
- Estas de psiquiátrico, ¿cómo puedes pensar eso?, son zombies Charlotte… ZETA- O- EME- BE- I- E- ESE
- No vengas con estupideces Katherine, tú sabes mejor que nadie que son más que eso, y por lo que veo yo jamás te sentí tan nerviosa como hoy…¿será por el rey?- me dice burlándose de mi nerviosismo, pero era verdad, había mil emociones en mi cuerpo para saber cuál primaba en esta rarísima situación-
Pero no podía negarlo, sentía algo por Iker, quiera o no, algo de mi tiraba hacia él…pero no sabía si era recíproco.
Después de un momento se abren las puertas y nos dejan ver tanto a Louis como a Iker que estaba sentado frente a una gran mesa y detrás de él un gran ventanal que dejaba ver el jardín…ese jardín que tantas veces había sido partícipe de nuestras miradas fortuitas.
La voz impotente del rey nos hace pasar, e inconscientemente ambas agachamos la cabeza, siempre fue así, hasta en nuestro reino no podíamos ver directamente a algún integrante de la realeza…supongo que fue la costumbre.
Entramos en silencio, nadie dijo nada, y la tensión en el ambiente se instaló inmediatamente. Aún no levantamos nuestras cabezas hasta que nos dieran alguna indicación, pero no nos decían nada, solo estaban ahí.
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Editado: 28.03.2021