Manchas en las Paredes

El no recuerda nada de su niñez, a sus padres o casa en la que vivía, solo recuerda la noche en la que llegó a la casa de sus abuelos, el frío y aquello que ahora es su maldición, como parásito unido a su cuerpo, sin cuerpo o nombre, siendo por ellos llamado como Ariel, una sombra la cual lo fastidia día y noche, siendo su compañero y enemigo.

Cero amigos o cariño hacia personas, temiendo por sus vidas y la mala suerte que aquella cosa le otorga, llegando a matar incluso con tal de ser una tortura. Pero todo eso cambiará con la llegada de aquel chico singular, el cual tocara su corazón, causando que en el florezcan nuevos sentimientos, los cuales serán cuestionados a la hora de descubrir oscuros secretos y vivir una aventura de profundo horror, donde descubrirá que el de ojos celestes no