La Alfa de los Alfas

Capítulo 15

Narrador omnisciente

El sol comenzó a salir en Beacon Hills, ese pueblo tan raro del que todos hablaban y quizás ocurrían cosas ¿extrañas? Solo los que llevaban ahí algunos años podrían saberlo, o no. 

Stiles estaba tirado en el medio del bosque, algunos animales estaban cerca de él, olisqueándole. El chico empezó a recobrar la consciencia y cuando se dio cuenta había dormido la mayoría de la noche ahí, en medio de la arboleda. 

-¡Fuera, fuera!- agitó las manos de una manera brusca espatándo así a todos menos a uno. Era un conejo, era pequeño, sería una cría recién nacida, estaba herida.- Eh, hola chiquitín ¿te has perdido? ¿Y tú mamá?- le llevó unos cuantos segundos darse cuenta de que estaba hablando con un animal, ¡él no era Scott! Aunque bueno, el hombre lobo tampoco hablaba con animales. El humano sacudió la cabeza alejando esos raros pensamientos. Miró a su alrededor, ¿y Ashley? "haber Stiles, repasemos ¿qué pasó ayer?" La cabeza le dolía, y mucho, se la tocó y notó como la sangre seca permanecía ahí, intacta, y una gran ola de recuerdos le llegó de sopetón, ¡habían secuestrado a su mejor amiga! Empezó a dar vueltas con las manos en la cabeza desesperado, el conejo le miraba curioso. "madre mía madre mía, Derek me va a matar ¡han raptado a su novia! A no espera, no es su novia" se encogió de hombros, bueno al fin y al cabo alguien le mataría por descuidar las espaldas. Iba a emprender su marcha pero recordó al pequeño animalito y lo miró, si lo dejaba sería una buena comida para los depredadores, no quería, le daba pena. Con cautela se acercó y lo cogió tratando de no tocar su herida, se lo llevaría a Deaton para que lo curarse, y quizás se replanteaba quedárselo. 

-¡Cómo que la han secuestrado!- gritó Isaac. 

-Sí si… yo, yo simplemente la perdí de vista un segundo y me dieron un golpe en la cabeza, ¡no todos podemos curarnos así de rápido como tú chucho! 

-Isaac tranquilízate- intentó calmarlo Scott. 

-¿Crees que me puedo tranquilizar cuando se han llevado a MI novia? ¿Tú qué harías si secuestrasen a Malia?- señaló a la chica. 

-El problema es que terminarían ellos secuestrados y con graves daños- comentó la mujer coyote.

-Sabes, mejor cuidémonos cuando Derek se entere, nos degollará a todos-...- con sus dientes. 

-No si lo paralizo antes con mis garras- soltó Jackson. 

-¿Y tú cuándo has aparecido? 

-¡CONCENTRÉMONOS!-dijo Scott con su voz de alfa y poniendo los ojos rojos. Suspiró y continuó hablando.- está bien, ¿no vistes por dónde fueron? 

-Sí, claro que lo vi, estaba en el suelo inconsciente con sangre en mi cabeza y pude ver a donde iban, si, claro que sí.- dijo sarcásticamente mientras Lydia le curaba la herida de la cabeza y le ponía una venda rodeándola toda. 

-Bien vale- el alfa pasó las manos por su cara estresado.- necesitamos un plan, pero cuando estén todos. 

-¿Te refieres a Derek? Porque si es así me voy yendo a Rusia y no regreso jamás.- habló el humano y todos lo miraron mal. 

-Simplemente esperemos.

-Ah si por cierto, llama a Deaton. 

-Sí es verdad nos tiene que ayudar con el plan. 

-No no lo decia por eso aunque también, he encontrado a este pequeño y está herido, necesito que lo cure- levantó al conejo. 

-Ohh es una cría, que lindura- Lydia se acercó y lo acarició en la cabeza cuidadosamente. 

-¿Me lo puedo comer?- todos miraron a Malia- ¿Qué? Recordad que yo me alimentaba así en el bosque, no puedo evitar la tentación.- negaron con la cabeza. 

… 

Narra Ashley

Abrí los ojos con dificultad, mi cabeza, dolía, dolía mucho. Mi cuerpo se encontraba dormido todavía, no podía moverme, ¿dónde estoy? ¿Por qué esta todo oscuro? No veo nada, nada de nada. Mis músculos ya comenzaban a reaccionar, los sentía poco a poco y podía moverlos. Intenté levantarme pero estaba ¿atada? Oye pero que diablos… Una luz se encendió de la nada dándome en toda la cara. Entrecerré mis ojos apartando la vista, no me apetecía quedarme ciega ¿cómo he acabdo aquí? Veamos, ayer estaba en el bosque con Stiles y de repente él no estaba y ¡ay señor! Ya lo recuerdo todo, me han secuestrado. 

-Al fin despiertas, ¿sueles dormir así? Porque yo no.- una voz familiar me hablaba, pero no lograba reconocerla. 

-Sí bueno, duermo mejor en una cama que en una silla, al final me llamarán la chica del cuello roto- dije irónicamente. La silueta salió a la luz, ay por Lucifer, era mi clon, o bueno… mi gemela. 

-¿A sí? Bueno no te preocupes, porque para la próxima dormirás en una hermosa tumba donde en la lápida pondrá "La chica del cuello roto"- levantó sus manos e hizo un cuadro imaginario, ¿quién se cree? ¿Doraemon?

-Estaré encantada de que me pagues el funeral, hazlo bonito, que hasta Madonna me conozca- se rió burlona. 

-Dejémonos de tonterías y entremos a la acción. 

-Estoy de acuerdo, empecemos ¿qué hago aquí?- chasqueó la lengua en forma de negación mientras se paseaba, no será ella la más divina. 

-No cariño, aquí las preguntas las hago YO. Así que… ¿dónde está el libro?- puso las manos en una mesa apoyándose en ella. 

-¿Libro? ¿Qué libro? 

-No te hagas la estúpida, el libro que te dio tu madre.- ¿y a mí que me cuenta? Ni siquiera se dónde lo dejé anoche, ahora mismo mi cabeza está llena de pájaros volando a su alrededor, no tengo tiempo para esto.

-Ahh ese libro sí- le guiñé un ojo y ella rodó los ojos- no sé dónde está, anoche me lo dio Deaton y lo perdí. 

-¿Deaton? ¿El veterinario? 

-No no no, no solo es un veterinario, tiene secretos oscuros- alcé las cejas misteriosamente, ¿me han drogado además del sedante? Porque si es así, estoy por los cielos. 

-¿Cómo cuáles? 




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