Las aventuras de A-Yang, y los celosos juniors

Capítulo 18

El día del castigo de Jin Ling, SiZhui y Ouyang Zizhen había llegado. Igual que el primer día, Wei Wuxian se encontraba nervioso y al borde del arrepentimiento.
Jiang Cheng estaba a su lado como la primera vez, aunque las ganas de azotarlo con Zidian le ganaban al líder de Yunmeng. Entendía los nervios de su Shixiong, pero, ¡Estaba más nervioso que la primera vez!

—Ya cálmate —habló Jiang Cheng con exasperación—. Estás peor que el primer día.

—No puedo calmarme —comentó Wuxian—. Ellos recibirán azotes de Zidian.

—Así van a aprender.

Y Jiang Cheng tenía razón, sabía lo doloroso que era ser azotado por esa arma espiritual. Vió cómo su propia madre azotaba a Wei Wuxian antes de la quema de Lotus Pier.

Wei Wuxian sabía que su Shidi tenía razón, pero eso no quitaba la preocupación que tenía. Él conocía muy bien lo que era sufrir un latigazo por parte de Zidian. Sabía que también serían 10 latigazos lo que recibirían pero... Era todo tan complicado.








 

SiZhui, Jin Ling y Ouyang Zizhen, se encontraban arrodillados frente a Wei Wuxian y JingYi. El mayor los observa con seriedad mientras que el menor se negaba a mirarlos. Aún seguía lastimado por la forma en que sus tres amigos lo habían tratado.
Jiang Cheng se encontraba detrás de los tres mocosos con Zidian chispeando con furia. Él no quería hacerle esto a su sobrino y, tuvo varias peleas internas sobre el tema.

—Recibirán 10 azotes por parte de Zidian —habló Wei Wuxian con seriedad. Los juniors abrieron los ojos por la sorpresa, acababa de decir, ¿Zidian?—. Jiang Cheng será el encargado de azotarlos.

Jin Ling tembló en su lugar, ¿Su JiuJiu sería capaz de hacerle algo así a él? No quería conocer la respuesta.

El Patriarca Yiling miró por última vez a los tres jóvenes antes de asentir hacía su hermano. 
Con un suspiro tembloroso y pesado, Jiang Cheng dió el primer azote.
Los tres jóvenes sintieron como la piel era abierta en su espalda; esto les estaba doliendo como el mismísimo infierno.

Wei Wuxian había empezado a contar los azotes, sus ojos reflejaban dolor pero debía mantener la compostura. Luego podría encerrarse en el Jingshi.
Cuando se cumplieron los 10 azotes, los juniors cayeron al suelo con la espalda algo ensangrentada. Jiang Cheng y Wei Wuxian intentaron acercarse pero fueron detenidos por sus esposos.

Los Lan negaron con la cabeza mientras que les pedían a dos discípulos que se llevaran a los tres jóvenes en el suelo. Los gemelos Lan conocían a sus esposos, sabían que la culpa había actuado en ese pequeño momento. Es por eso, que no podían dejarlos flaquear.

Cuando Wei Wuxian y Jiang Cheng estuvieron calmados, el último Wei caminó en dirección a la biblioteca.
El ex Patriarca sentía que los juniors habían copiado las reglas más veces que él. Jamás creyó que iba a ver alguien capaz de ganarle en eso, pero a pesar de que sonaba divertido, para él se sentía todo lo contrario.

Pasaron un par de minutos hasta que los juniors aparecieron en la biblioteca con la mirada gacha. Wei Wuxian sintió un nudo formarse en su garganta, pero decidió ignorarlo.
Cuando los jóvenes se sentaron, Wei Wuxian procedió a explicar cómo se llevaría a cabo esto.

—Copiarán las reglas 35 veces por la mañana antes del desayuno, y 35 veces por la noche. Cuando se disculpen con JingYi veremos si bajo su castigo.

SiZhui apretó los puños queriendo decir algo, pero una mano lo detuvo.
Jin Ling sabía lo que su primo quería hacer, y a pesar de que la idea le gustaba, no quería arruinar las cosas.
Zizhen se levantó molesto, él no haría nada de esto. Con una mirada observó a sus amigos y se fue, aunque la voz de Wei Wuxian lo detuvo.

—Jóven Ouyang, espero que tenga una muy buena razón para querer irse.

—Te odio, no soporto estar en el mismo lugar que tú.

Wei Wuxian rió con frialdad.

—Bien. Para mañana copiará las reglas unas 50 veces, espero que tenga alguna excusa creíble para Hanguang-Jun y los demás.

Con eso dicho, el ex Patriarca Yiling empezó a supervisar que los otros dos cumplieran con su castigo.
Zizhen salió de la biblioteca con furia. No podía creer todo lo que escuchó.

JingYi y Xue Yang

Luego de todo el inconveniente, JingYi y Xue Yang decidieron olvidarlo. El menor pensó que sería bueno para JingYi seguir contando cosas sobre Xian-gege, cosas que a él le gustaban mucho.

—Recuerdo el veneno que nos dió para comer —habló JingYi fingiendo un escalofríos—. Todavía siendo picazón en mi boca de solo pensarlo.

—Pero Xian-gege tenía razón sobre que los iba a curar, ¿Verdad?

—¿Curar? No lo sé, yo creo que quería matarnos.

La risa que soltó Xue Yang provocó una sonrisa en JingYi. Para él esto era agradable, le gustaba como Xue Yang prestaba atención a todo lo que él decía.

—Pero fueron curados —insistió el menor cruzado de brazos.

—Sí, fuimos curados —habló no queriendo escuchar un berrinche.

A unos metros de ambos se encontraba Wangji vigilando. El Lan aún seguía preocupado por JingYi y sinceramente, no le gustó verlo de esa manera.
Se tensó cuando vió al heredero Ouyang caminar hasta JingYi y Xue Yang, no lo pensó dos veces.

—Jóven Ouyang, debería estar cumpliendo su castigo en la biblioteca —habló Wangji con seriedad.

—Y-yo...

—Será mejor que regrese a la biblioteca sino quiere cumplir un castigo conmigo.

Zizhen tembló del solo pensar cumplir un castigo con Hanguang-Jun.
JingYi y Xue Yang miraban confundidos la escenas pero mucho no les interesó, ellos estaban en su propia burbuja.
La mirada que le dirigió el segundo Jade Lan fue suficiente para que Ouyang Zizhen volviera a la biblioteca.

Xichen —quien venía caminando— intentó no soltar una pequeña risita al ver a su hermano en modo "padre sobreprotector". Aunque si él estuviera en su lugar, quizás también sería igual que Wangji.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.