ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ᴏɴᴇ

hasta el momento no lograba entender porque sus tíos habían hecho aquello, bueno, si entendía.

comprendía la preocupación que significaba en ellos el hecho de enviarla a Hogwarts con un asesino suelto, pero otra cosa distinta era que eso le hubiese agradado.

reprochó alrededor de un mes, argumentando que no podía dejar a su primo, Harry, solo en ese colegio cuando obviamente Sirius Black iba tras él, pero de nada sirvió pues finalmente la enviaron a la academia mágica Beauxbatons, la cual estaba en los dominios del reino francés.

pasó ese año escolar lejos de Hogwarts, si tuvo contacto con sus compañeros pero el mandarse lechuzas no era lo mismo. extrañaba la comida de los elfos domésticos, extrañaba su habitación en la torre de Ravenclaw, extrañaba su puesto de buscadora en el equipo de quidditch, extrañaba la pequeña sensación de sentirse normal en Hogwarts.

Beauxbatons era obviamente diferente, tenía que seguir las tradiciones que desde muy pequeña había aprendido, y no era muy cómodo mantener la compostura de princesa perfecta todo el año escolar. era claro como maestros y estudiantes daban preferencia hacia su persona por el título real que poseía, y como esto provocaba que los alumnos se acercaran con segundas intenciones.

aunque pareciera una pesadilla logró hacer algunas amigos en la escuela. una de ellas fue Fleur Delacour, quién fue su compañera de habitación durante su estadía en la escuela y por ende, con quien solía conversar seguidamente. otra alumna con quien se topó fue Marianne Lupin, quien resultó ser la hija adoptiva de Remus Lupin (quien daba clases de DCAO en Hogwarts en ese año), a pesar de ser un año menor que Skylar, pudieron congeniar perfectamente. finalmente, recordaba con cariño a Chandler Dumont, un muchacho alto y de buen parecer que fue compañero suyo en varias asignaturas del año, igual, se rumoraba que era la perdición y la causa de los suspiros de muchas chicas de la escuela, aunque para ella, solo era un amigo.

era el último día del año escolar, y todos se preparaban para volver a sus hogares, aunque eso no emocionaba muchísimo a Skylar. se encontraba en el comedor, escuchando a varios grupos de chicos hablar sobre La Copa Mundial de Quidditch que se encontraba en curso, haciendo apuestas y predicciones.

—Bulgaria va a ganar, tienen a Víctor Krum en su equipo, es el mejor buscador del mundo

—Aidan Lynch es el orgullo de Irlanda no se que estas diciendo, Krum solo es un presumido

ella también era una apasionada al Quidditch, era buscadora de Ravenclaw desde su segundo año en Hogwarts y extrañaba eso.

—Skylar

levantó la mirada del libro que estaba en la mesa encontrándose con Fleur frente a ella, a la cual le dedicó una sonrisa. como era de esperarse, ella también llevaba el uniforme de la Academia, uniforme que resaltaba muy bien la belleza de Veela de la chica.

—los carruajes están esperándonos ya, es hora de irnos.

—oh, claro

se puso de pie y levantó el maletín que estaba a su lado para abrirlo y dejar dentro su libro, tomándolo y siguiendo a su amiga hasta el gran patio.

a comparación de Hogwarts, Beauxbatons era más ordenado. Los alumnos partían en los carruajes según su curso. hace ya 4 horas que los del séptimo curso se fueron, 2 horas los del sexto y justo en ese momento, partían los del quinto curso.

—espero que al siguiente año sigamos siendo compañeras —comentó Fleur, mirando a su amiga

—no creo regresar al siguiente año, Fleur, este año fue... Especial

—es una pena, vamos a extrañarte mucho por aquí

se vio obligada a sonreírle, no era que ella tampoco, extrañaría mucho a sus amigos pero Hogwarts era a donde pertenecía.

—Skylar

wscuchó y se volteó, encontrándose a un agitado Chandler correr a ella, el sombrero del uniforme se le iba cayendo al igual que la capa.

—dios, que desastre —comentó Fleur, mirando al muchacho que no podía hablar

—¿para que me buscabas? —preguntó la rubia, extendiendole una mano a su amigo para que se recompusiera

—¿eh? —inquirió el muchacho recuperando el aire y enderezandose— ¿Como... sabías que te buscaba? —preguntó, aún con la voz entrecortada

—me llamaste, te escuche decir mi nombre

la mirada que el muchacho le dio fue como si estuviese loca, completamente demente.

—te oí, Fleur dile que tu también

—yo no oí nada, cuando voltee solo vi a Chandler corriendo aquí

—vamos, dejen de hacerme sentir una loca

se mordió los labios, queriendo recibir alguna respuesta por parte de alguno de sus amigos pero llamaron para abordar a los carruajes y poder irse a sus hogares. cuando se acomodaron, Chandler se sentó junto a la princesa, tomando gentilmente su mano.

—no es la primera vez que adivinas lo que otros piensan... deberías hablarlo con alguien

—apoyo esa idea, no es normal que los pensamientos de los demás floten en tu cabeza como si nada, incluso dices que sueles oír muchas voces —comentó Fleur, mirando angustiado a su amiga

la muchacha suspiró, mirando sus manos, no entendía que es lo que pasaba, escuchaba voces, especialmente cuando se hallaba asustada, estresada o en momentos de vulnerabilidad.

—lo hablaré con mi padrino una vez vuelva a casa —terminó por decir— no quiero tocar más el tema, es algo que no puedo controlar y me pone algo sensible, y si me pongo así solo empeora

sus dos acompañantes se vieron entre si a lo que Chandler se puso de pie y saco una manta de su valija de mano, extendiéndosela a la princesa.

—ten, descansa un poco en lo que llegamos a París, cuidaremos de tu sueño —dijo con una sonrisa

Skylar le sonrió a modo de agradecimiento, tomando la manta para cubrirse con ella y poder descansar, recostando su cabeza en el respaldo del asiento.

pasó unos minutos sin conciliar el sueño, hasta que finalmente se sumergió el este sin problema alguno. el viaje transcurrió tranquilo, y no fue tan largo debido a que la escuela no se encontraba tan lejos de la capital francesa.