Un talón de Aquiles.
16 febrero.
Quien no ha caído nunca, no tiene una idea justa del esfuerzo que hay que hacer para tenerse en pie.
Las clases culminaban por el día de hoy, y ya era la hora de la salida. Su amigo rubio se acercó a ella y como todo un caballero se coloca la mochila de su amiga castaña en el hombro, y ambos salen del salón de clase, quizás bajo las miradas curiosas, que los veía.
Tenia mucho que contarse, pues al parecer no se imaginaron que ambos estarían juntos a partir de ahora.
A la salida se encontraron con el chico azabache y a su lado la misma chica rubia, que horas atrás había llorado. Entonces los cuatros se fueron a su lugar favorito, claro que antes era de los tres, pero ahora se podía incluir Armando. Se pusieron al día de las cosas y pasaron una tarde agradable.
Por lo tanto, así fue para ese cuarteto de amigos sus momentos, había pasado ya una semana desde que armando se había incorporado al colegio, a su grupo, a sus vidas. Pero un día estando en la cafetería, Lilian le preguntó que tenia curiosidad, porque su apellido le era muy familiar.
Si, Armando les había dicho, que sus dos hermanos estudiaban ya en ese colegio, mas no mencionó nombre, y que tanto como su hermanita y él se habían quedado en Francia con su madre, pero que ya era hora que la familia se volviera a juntar. Y por eso es que se encontraba ahora en California.
Luego el chico rubio mencionó de manera casual, que a lo mejor como el colegio era grande, no conocían a sus hermanos, o tal vez sí. Entonces, Armando menciona que su hermano mayor va en duodécimo grado, que se llama Richard Blake; y su otro hermano va en undécimo grado, y se llama Fernando Blake. Que irónicamente ellos tres se llevan un año de diferencia, ya que él iba en decimo grado (Olli, Lilian y Lizzie también van en decimo grado).
Parece que el solo echo de mencionar a su segundo hermano, fue como darle una bofetada a una cierta personita, pero que no dijo mas y trató de parecer normal.
La chica rubia sintió que metió la pata, pues ese idiota de Fernando era uno de los desgraciados mentirosos, pero no quiso decir más, o metería en problema a la pobre de Lizzie. Que por lo visto omitió los nombres de los dos patanes en su historia al contársela a su amigo Blake. De la única persona de la que si les agradó hablar era de Richard, pues era igual de simpático y buena onda como Armando.
Todos siguieron riendo, y platicando a gusto sobre mas cosas. Y era como omitir que había si querer, tocado una herida vieja, que, aunque por fuera estuviera sana, por dentro a veces duele el solo recordar.
Cada uno se fue para su casa, y cada uno tenia un talón de Aquiles. Por su parte, el chico azabache sufría en silencio su amor no correspondido por parte de Lilian, claro ella no sabia de dicho amor. Lilian enamorada de su novio, que le es infiel con cualquiera, pero ella ni enterada o quizás no quiere admitirlo. Armando enamorado en silencio de Lizzie, pero cree que aún no es el momento para decirlo. Lizzie suprimiendo sus sentimientos para con Armando.
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amor entre amigos, amistades que no se rompen, otra oportunidad al amor
Editado: 20.05.2021