Capítulo VIII

Solo me ve como amiga.

17 de abril.

«Hoy estoy super nerviosa, pero como no estarlo si es el día que he elegido para dar un paso que no sé cuál será el resultado.No hay lugar para los cobardes, animo si podemos. Recuerda que yo estaré junto a ti para animarte y darte valor. Es hoy o nunca. ¡Si se puede!

»Como siempre, él y yo nos hemos saludado de beso en la mejilla, esos momentos que para cualquiera es algo que pasa rápido, para mí no es así, para mí es como algo en cámara lenta, de lo cual no quisiera que se acabara. Las clases pasan como siempre, ¡ah claro! a diferencia de una cosa; hoy el equipo de las chica casi pierde, claro como no si su líder esta mas en la luna que en la tierra, los nervios se han apoderado de mí, más si agrego el solo pensar en él, lo bueno que no perdimos, mi comportamiento alertó a las chicas, quienes se preocuparon, las logré dejar tranquila, con la tonta excusa de estar preocupada por los exámenes, cosa que no les extrañó, pues saben a legua que soy muy nerd, muy estudiosa, a quien no le gusta bajar sus notas.

»No solo las chicas fueron a la que les di mi excusa, también al mismísimo Armando, pues como me conoce tan bien, que se ha percatado de mi actitud, no se si sea tragado lo que le dije, pero no siguió preguntándome, continuamos las siguientes clases. Ya solo faltaba poco para salir al receso, era esos 30 minutos en los cuales yo aprovecharía para confesarme, que locura, yo seré una más del montón que se le confesará y será bateada, claro de una manera muy tranquila, pues mi amigo es un caballero, no sé cómo le hace, pero cuando les dice a esas chicas su rechazo, lo hace parecer como algo no tan doloroso. Hoy voy a pasar por ese doloroso proceso, espero esto no cambie nuestra manera de convivir, porque no voy a poder soportar perder su amistad.

Si no lucha por lo que amas, no llores por lo pierdes. 

»Llegó el momento tan esperado, íbamos caminando con dirección a nuestro lugar de siempre, para encontrarnos con Olli y Lilian. Vamos yo puedo, no debo acobardarme, si puedo. No a quien engaño, no puedo, soy una vil cobarde,¡NO! Si podemos, no hay marcha atrás, siento que voy a hiperventilar, mis piernas me tiemblan, mi boca la siento seca, tengo sed, voy a … necesito tomar agua, yo debo» …

—¿Lizzie estas bien? Te ves un poco pálida, si necesitas algo yo puedo ayudarte —su mirada mostraba su preocupación.

—Yo … si claro que estoy bien, je, je, no te preocupes (no me había dado cuenta que nos encontrábamos detenidos, ¿en que momento deje de caminar? ¿tan mal me veo? Esa mirada me pone mas nerviosa. Vamos es ya la hora para decir lo que se tiene que decir).

—Tengo que decirte algo —ambos dicen al mismo tiempo quedando perplejos y dando una pequeña risa.

—Vaya, creo que ambos tenemos algo que decir, pero no quiero ser grosero, pero me gustaría pedirte… ayuda en algo —se nota que se encuentra algo nervioso.

—Si ya me di cuenta, je, je, (acaso esta nervioso, no la nerviosa soy yo, mejor me calmo) claro, en que soy buena, ya sabes que puedes contar con mi ayuda, ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que me tienes que decir?

—Ven necesito que vengas conmigo —la toma de la mano y ambos comienzan a caminar en una dirección diferente a la que se dirige siempre.

«Ni siquiera pregunté a donde íbamos, el solo hecho de sentir el agarre de su cálida mano, me tenía en modo que ni podía decir nada, mi corazón reaccionó de una manera que saltaba más de lo normal, como cuando has corrido por lo menos un kilómetro, todas las emociones se me aceleraban, todo eso lo provocaba él. 

De pronto nos detuvimos, pero aun así él no soltó mi mano, sus ojos se clavaron en mí. Esos hermosos ojos, es acaso cierto que solo a mi me mira de esa manera en que siempre lo hace, o solo es una ilusión mía, que a lo mejor no es solo a mí y también mira de la misma manera a las demás chicas, no, a Lilian no la ve de esta forma».

—Lizzie, sabes yo… —los nervios se podían comenzar a notar—. Sabes yo en decidido en confesármele a esa chica, la que se ha robado mi corazón, creo que ha llegado el momento de confesarle mis sentimientos, no sé qué vaya a pasar, pero no pienso dejar pasar mas el tiempo, pase lo que pase tengo que decirlo ya, es que siento que voy a explotar si no se lo digo. ¿Tú qué opinas?

«En el mismo momento en que escuché lo que me dice, no puedo evitar sentir como mi corazón se apretujaba con un dolor muy fuerte, es como si me hubiera atravesado un cuchillo en el corazón. Tuve que ser un poco fuerte, para controlar esas lágrimas traicioneras que se querían asomar por las ventanas de mis ojos. 

»Pero que tonta soy, era obvio que no soy yo, aquella a la que él ama,perdón me equivoque, no debimos ilusionarnos, yo… creo que ya hice suficiente con mis tontas ideas.No importa lo que pasé ahora, él nunca me dio alas, fui yo quien solita se dio ideas erróneas, la única culpable soy yo y nada mas que yo, no puedo culparlo, fue mi corazón quien lo eligió a él, debo ser su amiga. No importa quien sea ella, o con quien se quede, mientras sea feliz él, yo también lo seré, aunque me duela en el alma, tengo que ser fuerte, ya pasé por cosas peores y pude salir adelante, también de esta voy a salir, solo me conformo con ser su mejor amiga.

»Con todo el dolor de mi alma y de mi corazón, me esforcé por dar una sonrisa, una en verdad sincera, pues debo apoyarlo, ya que es mi amigo, como una buena amiga yo debo apoyarlo». —Claro que haces bien, es lo correcto, debes hacer lo que te diga tu corazón, sabes en el corazón no se manda, uno no puede decir si amar o no a esa persona, el corazón le gana a la razón. Y tienes todo mi apoyo amigo, dime en que te ayudo, sabes si esa chica no se da cuenta del gran chico que eres, pues ella es una ciega, o perdón por decirlo, ella es una tonta, pues cualquier chica se sentiría afortunada de tener tu amor y tu corazón ganado, porque tu no solo eres un chico guapo e inteligente, eres un gran chico con hermosos y sinceros sentimientos. No importa lo que pase, dile lo que le tienes que decir y estoy segura que ella entenderá cuanto la amas.