Capítulo X

Novios y Primera Cita.

17 de abril.

—Entonces, tú crees que él responda a mis sentimientos —mirándolo con una complicidad.

—Si no lo hiciera él seria un tonto, por no querer corresponder a tu amor —siguiendo el pequeño juego inocente—. Pero me temo que ya es demasiado tarde, pues usted señorita tiene que elegir si a mi o a él.

—Es difícil de elegir, no se puede romper un corazón, por eso elijo quedarme con los dos, je, je, te parece. Sabes que yo no soy de jugar con los sentimientos de los demás, que bueno que no me encuentro en ese dilema, querrás decir no otra vez, te recuerdo que ya pasaste por una situación de entre elegir a ese par, que de nada sirvió tanto dolor de cabeza, el de ni modo, que uno si iba salir herido, tú preocupándote por no lastimar a ninguno, pero a ellos ni les importó lastimarnos a nosotras.

—¡Ey! No te pongas triste, mejor olvidemos este pequeño juego erróneo. Además, —acercándose a la castaña, y ahuecando ese rostro entre sus manos, mirándose y perdiéndose entre ese par de mirada Ámbar—. Lizzie Moon me harías el honor de ser mi novia, prometo cuidarte con mi vida si es preciso.

—SI acepto ser novia tuya, TE AMO —en ese momento su noviazgo se inició con un beso no lujurioso o apasionado, sino un beso dulce, tierno y sincero, tal como es el amor que se tienen el uno al otro.

«Para mí, todo fue mágico, ese beso que nos dimo fue algo que me pierde, me pierdo de la realidad, muchas emociones se expandieron en mi interior, su mirada Avellana brilla como nunca, puedo ver reflejado amor, ese amor que es dirigido para mí, no terminaría de explicar todas esas cosas que me pasa cuando el me mira, es algo como una corriente que provoca que mi corazón salte y dance dentro de mi pecho». 

—Entonces a disfrutar de este picnic.

—Si, pero… —mirando su reloj—. Ya van a tocar el timbre por lo que… ¡Riiiing!, ¡Riiiing!, —triste porque el receso a culminado, pues acaba de sonar el timbre—. Ya no nos dio tiempo de disfrutar de todo este tan maravilloso momento.

—Cierto, ni modo, será para la próxima —mostrando una sonrisa, a pesar de estar triste por no poder pasar mas tiempo con su novia—. Vamos entonces, adelántate mientras recojo las cosas, le dices a la maestra que no tardo, ven o tendrás tu primer retardo, y usted señorita no debe bajar sus notas.

—Sabes algo, no importa tener una falta, además, no lo vez, esta hermosa naturaleza que nos rodea, es perfecta para seguir con este maravilloso picnic, no vamos a desperdiciar esto, quiero recordar este momento por siempre y para siempre. Que quede grabada en mi memoria y en mi corazón. Recordar que Mi Novio, Armando Blake, es un romántico que me ha robado el corazón. 

—Lo dices en serio, ve que vamos a estar en serios problemas si no entramos a la clase —mirándola seriamente.

—No juego, lo digo en verdad, una falta es algo que para mi no es nada comparado con dejar que este corazón —tocando el pecho del rubio —se ponga triste al no poder disfrutar por lo que se esforzó para demostrar sus sentimientos. Además, necesito saber qué libro has traído a esta primera cita.

—Se que lo dices con palabras desde tu corazón, porque esa es la manera tuya que me enamora más. Y ¡Hum!, solo por ese libro eh, se que eres curiosa, pero no dejes que un libro te controle, je, je.

—Entonces disfrutemos nuestra primera cita. Voy atesorar este y los demás momentos que pase a tu lado —dándole una cálida sonrisa.

—Yo también —tomando su mano—. Cada uno y se que van a ser inolvidables porque tú estarás en cada uno de ellos y a mi lado       —acercándose y dándole un beso.

De esa manera, ambos disfrutaron de su primera cita como novios, pasando el mejor día de sus vidas. Charlando y disfrutado de sus compañías. Como si la naturaleza fuera cómplice de ese par, pues el momento fue como de cuento de hadas.

—Muy bien señorita ya que hemos terminado, se ha ganado el honor de saber que libro va a estar presente entre los dos —alzando sus cejas en modo picara—. Como recuerdo que una vez lo mencionaste, y aunque sé que tal vez ya leíste la saga completa, pero yo no, te pregunto, Novia mía, me aras el honor de ser mi hermosa narradora, para leerme la saga completa de… —sacado el libro y moviéndolo entre sus manos—. La casa de la Noche. Espero un Si, por favor —poniendo cara de cachorrito.

—Sacándole una risita que tuvo que contener entre sus manos—. Es cierto, ya lo leí todas. Pero dar una repetición no me molesta para nada. Si, me encantará ser tu narradora especial, y déjame decirte que una vez empezando no hay vuelta atrás, ¿seguro que quieres continuar?

—Por supuesto, no me arrepiento, seas tu no me voy aburrir jamás. Pero después de esta saga, quiero continuar con las de Harry Potter. Entonces pregunto yo ¿quieres continuar?

—SI, pero con la condición de que esa saga el narrador seas tú, es que quiero escuchar tu sexi voz —tocando sus labios.

—OK, ante esa manera de pedirlo no me puedo negar. Es entonces nuestro trato. Empecemos por favor —recostándose para escuchar la lectura.