Capítulo XIX

La noche de la verdad… se calló la venda al fin.

14 de diciembre.

La graduación de los de duodécimo año llegó al fin, se despiden esta noche, que es su noche, lo que significa que hemos pasado un año, y el próximo mes ellos estarán en aquellas universidades que eligieron, y nosotros estaremos en undécimo año. Estamos invitados en su fiesta que ellos realizaron, eso es bonito, pues todos nos merecemos un momento de relajación, después de tantas tareas.

Y estoy emocionada, se que no soy una de las graduadas, pero el simple hecho de ir a un baile, me pone los nervios de punta, voy a ir con Armando, claro es mi novio, con quien más iba a ir ¡verdad! va hacer mi primera vez ir a un baile oficialmente con novio, estoy que desbordo alegría, nervios y tristeza, este ultimo sentimiento es por mis amigas/o. Primero mi amiga Lilian que ira pero no junto con nosotros, ni modo aun espero que en este nuevo ciclo escolar ella vuelva. Y también por Oli que se suponía que iría con Pau como pareja de baile, pero al final ninguno de los dos va, pero nos mandaron sus mensajes de disculpas. Pauline que no asistiría ya que no tendría pareja y no quería ser un mal tercio con nosotros (pues como Oli al final decidió no ir,) aún Pau no se decide a dar ese paso con Oli. Y en el caso de Oliver que no se sentía con ganas de ir, que no quería verle la cara a un idiota (Serge al cual esa tarde vio con otra de sus tantas novias).

No sé, pero siento como que algo va a pasar, lo puedo sentir, no sé si es eso a lo que se llama el sexto sentido de una mujer, pero tengo esa sensación, quien sabe que sea… ojalá este nuevo ciclo escolar las cosas cambien para bien, claro que tiene que existir lo malo para que la vida sea equilibrada, un poco de todo.

No dejes que el comportamiento de otros afecte tu paz interior.

El mejor momento del día es hoy.

En el bachiller…

La noche estaba hermosa, y ya algunos alumnos y alumnas se podía distinguir en las áreas de la escuela, como siempre algunos ya juntados en sus grupos, enfrascados en una charla, solo que con la diferencia que no van vestidos de su típico uniforme, no, está ves están vestidos con ropa civil, pues es para festejar junto aquellos jóvenes que culminaron su ciclo y pronto serán visto de nuevo, pero como unos universitarios. Pues esta noche solo es para convivir y relajarse un poco, dejar de un lado las tareas y solo tienen que disfrutar su noche.

Horas después…

La noche transcurría sin ningún contratiempo, muchos jóvenes ya se encontraban en la gran pista de baile, dándole movimientos a sus cuerpos con esas músicas que el dj tocaba, claro sanamente ingerían sus bebidas libres de alcohol, pues no estaban del todo solos, los maestros supervisaban que el baile no fuera motivo para romper las reglas, y que algún que otro introdujera bebidas alcohólicas, así que un profesor estaba al cargo de vigilar el área de las bebidas.

La pareja ArmLiz bailaba alegremente, aunque a pesar que ni Oliver y Pauline asistieron. Apartados pero que también bailaban, se encontraban Serge y Lilian, todos en ese momento se divertían, sin ningún problema.

Minutos después…

La pareja ArmLiz, se encontraban apartados un rato deleitando unas bebidas refrescantes, cuando de repente se acercó una joven rubia de ojos color miel, algo muy inusual, ya que se trataba nada menos que de la mismísima “Reina” lo cual sorprendió a la pareja.

—Hola —saludó la recién llegada.

—H…Hola —ambos saludaron al mismo tiempo, aun sorprendidos que la rubia les dirigiera la palabra.

—Si, se que es raro que me acerque a ustedes, en especial a ti —señaló a la castaña—. Pero creo que lo que te voy a decir, y mas de quien se trata, es obvio que quieras saberlo y me lo agradecerás.

—¿Le pasó algo a Pau? —Preguntó preocupada la castaña.

—¿Mi hermana? —preguntó con una ceja rubia alzada, y luego sonrió—. Cierto ahora mi querida hermana es tu amiga, como es la vida. Pero no se trata de ella, se trata de tu examiga.

—¿Qué le pasó a Lilian? —preguntaron preocupados la pareja.

—Va a necesitar de su caridad —dijo burlonamente—. ¿Qué? Es la verdad, después que vea con sus propios ojos a su querido galán, si es que acepta la verdad ante sus ojos, ¡por fin! Se le caerá la venda. Y parece que esta es la noche de la verdad…

—¿De que hablas? —preguntó el rubio.

—Serge y sus sinvergüenzadas —afirmó la castaña.

—¡Vaya que eres un genio!, ¿siempre tu cerebro trabaja todas las 24 horas? —exclamó la rubia.

—Por favor puedes ir al grano —dijo Liz.

—Le quintas lo divertido a todo —bufó la rubia—. ¡Pero tienes razón!, ¡Agh! ¿Qué no se te suba a la cabeza? Porque si me entero que se lo dijiste a toda media escuela, que te eh dado la razón yo lo negaré rotundamente todo —dijo la chica rubia.