El cumpleaños de Abigail no fue como lo imaginé. No es que la haya pasado mal, pero había algo raro ese día. Aby estaba lela, como si tuviese la cabeza en otro sitio y tanto Addy como Ariadna estuvieron preocupadas la noche entera. Por más que intenté preguntarle a Addy, no hubo forma que me dijera.
No obstante conseguimos que Maikol se llevara a Abigail por todo el fin de semana al Lago Zanz, con la excusa de ver la exposición de arte de Duarte, un famoso pintor de treinta y pocos años, que se iba a celebrar en Nordella.
Al inicio Addyson no estaba muy convencida de que fuera buena idea, pero luego de una charla con Ariadna, se relajó un poco.
No sé qué sucedió durante el fin de semana, pues hubo un momento en el que hablé con Maikol que estaba exasperado y diciendo que todo iba a salir mal, sin embargo, el domingo cuando regresaron, venían muy acaramelados.
Conclusiones: fue un fin de semana fructífero.
Por otro lado, el infierno en la vida de Zion comienza, cuando a la semana siguiente, su padre pone el grito en el cielo por no haber inscrito a la niña aún; llamándolo de todas las formas habidas y por haber, donde irresponsable es la más agradable. Y en honor a la verdad no sé cómo se las ingenia para convencer a Ariadna. No sé si la compra, la extorsiona, la amenaza o le implora, pero la pelinegra firma, no sin antes avisarnos que esta era la peor locura en las historias de las locuras, los documentos necesarios para inscribir el nacimiento de Emma; quien a partir de ahora se nombra Emma Bolt Kanz.
Junio pasa sin dejar mucho drama en mi vida, no puedo decir lo mismo de las de mis amigos que están a punto de explotar. Ayer, Zion nos dijo que su padre le había dado un ultimátum, debía pedirle matrimonio a Ariadna o debería atenerse a las consecuencias. Así que está de más decir el embrollo que tiene el rubio en la cabeza y la verdad, por la forma en que nos cuenta, no sé a qué le tiene más miedo, si a atarse en un matrimonio sin amor pero con mucha química y tensión sexual con una mujer, o a la reacción de Ariadna cuando le cuente.
Yo le tendría más miedo a esto último.
Para rematar, Maikol nos cuenta que Abigail está embarazada.
¿Y cómo está él?
Pues hecho una mierda. Al parecer discutieron sobre la posibilidad de abortar, creo que la idea fue de Aby, pero los pensamientos de mi amigo están tan confusos que no sé si está de acuerdo o en contra. Aunque, conociéndolo, apuesto que esto último.
En cuanto al patinaje todo marcha fenomenal. Tenemos casi toda la coreografía montada, a este paso tendremos la mitad de julio para ensayar solamente. Es un gran alivio.
Y mi relación con Addyson no puede ir mejor. Llevamos dos meses de novios y cada día que pasa es mejor que el anterior. Siempre hay algo nuevo respecto a ella para descubrir. Esa pequeña loca ha convertido mi vida en una montaña rusa de emociones. Unas veces estoy increíblemente feliz y enamorado, sí, enamorado pues a pesar de que aún no se lo he dicho, es así cómo me siento. Y por otra parte hay veces que quiero matarla.
Lo celos me consumen cada vez que veo a Damián cerca. No lo puedo evitar. Ese chico está enamorado de ella, lo sé, aunque no lo culpo, es imposible no caer rendido a sus pies. Addyson me dice que soy un bobo, que solo son amigos y si bien es cierto que ella no le presta atención más allá de su amistad con él y que, para suerte del chico, no hay coqueteo, no puedo evitar morirme de celos cada vez que ella le dice algo y él se queda embobado mirándola.
Al principio, Damián intentó hacer las cosas bien conversando conmigo y diciéndome que no tenía de qué preocuparme, que Addy era solo su amiga, pero que como se me ocurriera hacerle daño iba a acabar conmigo. No pude evitar reírme en su cara y a él no le gustó. Por suerte, Addy llegó en ese momento y todo quedó ahí.
A la fecha, hemos compartido en algunas fiestas y si bien se ha comportado como nada más que un amigo, sé que la desea y eso me molesta. Me carcome por dentro. Pero por ella, si él hace un esfuerzo para llevarse bien conmigo, yo estoy dispuesto a hacerlo también. A esa conclusión llegué hace dos semanas y se lo prometí a mi chica, quien suspirando con alivio, besó mis labios para luego decir:
—Eres el mejor novio del mundo.
Está demás decir la sonrisa bobalicona que se me quedó en el rostro en ese momento.
Mi teléfono suena llevándose mi concentración de la serie Supernatural. Hace unos días comenzamos a verla desde la temporada uno pues ella nunca la ha visto y yo me quedé en la quinta hace unos años.
Pongo pausa y saliendo de debajo de Addison, que está acostada en el sofá con la cabeza en mis piernas, cojo el celular de encima de la mesita del centro. Vuelvo a mi posición, al momento que descuelgo.
Es mi madre.
—Hola mamá. ¿Cómo estás? —Addyson se gira quedando frente a mí con su cabeza de nuevo en mis piernas.
—Hola, mi niño. Por aquí todo bien, un poco aburrida. ¿Y tú?
—Tranquilo, viendo una serie con Addy. —La mentada abre los ojos como platos. Sí princesa, le he hablado a mi madre de ti. Comienzo a acariciarle el pelo con mi mano.