La mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original
–Albert Einstein
- Tienes que alejarte
Solo oía como mi mejor amiga me regañaba y solo me quedaba escucharla pues sabía que tenía razón, desde hace un tiempo tenía una de esas relaciones toxicas con mi crush de la infancia desde que estaba en primero, siempre lo veía desde las sombras poniendo la cara más tonta posible me gustaba demasiado pero jamás me atrevía a hablarle, pero todo empezó cuando nos toco hacer un trabajo en grupo y me tocaba con él, el intento refutar eso me dolió un poco pero no lo culpaba jamás hablábamos porque querría hacer grupo conmigo, mas sin embargo la profesora no dejo que cambiáramos de grupos, eso me alegro un poco pues por fin podría hablarle, me daba mucho nerviosismo que le iba a hablar a mi crush, no sabia ni que decirle, lo único que alcance a pronunciar fue que si nos veíamos en su casa o en la mía.
- No pienso ir a tu casa niña, tu vas a tener que venir a la mía
- Emm, si claro pásame la ubí
- Pero tu eres tonta niñata o te haces, como te voy a pasar el ubí si ni si quiera se cuál es tu número, niñata adivino no soy
- No me digas niñata -respondí algo avergonzada y al mismo tiempo enojada me molestaba que solo me considerara una niñata
- Cuando crezcas hablaremos de cómo te digo, ahora vas a pasarme tu número sí o no
- A si, mi numero es 4333337087
- Okey, cuando me apetezca te escribo para que hagamos el trabajo Beverly
Me emocione bastante cuando me di cuenta de que si sabía mi nombre jamás pensé que el supiera quien soy, me preguntaba si se había dado cuenta que a veces lo espiaba o me quedaba mirándolo.
Después de dos días me escribió me mando su ubí y yo fui casi corriendo su casa no quedaba tan lejos entonces no cogí transporte.
Empezamos a hablar y me conto que ya se había dado cuenta que me gustaba y empezábamos con miradas y roces, hasta el día en que por fin decidimos ser una pareja formalmente, eso me había emocionado mucho y estaba empeñada en durar toda la vida a su lado, pero las cosas se iban complicando sus celos eran extremos a veces no podía ni hablar con amigas, además debía responderle al segundo los mensajes, varias veces le decía cuanto me molestaba esa actitud y el prometía cambiar y si mejoraba pero solo por unos días a veces solo por una hora, pero yo siempre creía en sus promesas de que iba a cambiar, en lo momentos en que literalmente yo quería pegarme un tiro del estrés que me producía sus celos, mi amiga la mejor de todas Adri solo me decía que debía alejarme de el que ya era suficiente.
- No puedo Adri yo lo amo y no puedo votar meses de relación a la basura
- Nena te mereces algo mejor
- No puedo, yo se que el va a mejorar, lo prometió
- Siempre es lo mismo Beverly, hagamos un trato, vamos a hacer una lista de razones por las cuales deberías alejarte, y si esta lista rebasa las 10 razones te alejas definitivamente.
- Está bien, hagámoslo, Solo 10 razones