capitulo 30.- mi destino

serena

Ya no puedo mas no puedo seguir viendo esta masacre tengo que hacer algo, salgo a fuera de la enfermería improvisada que montamos y en menos de lo que doy cuenta tengo a constantine enfrente de mí ya no le tengo miedo y se lo demostraré soy descendiente de la reina de la luna y ya sé cómo exterminarlo igual que lo hizo mi tatarabuela.

Yo: -vaya, vaya, vaya que honor es tenerte frente a esta humilde mortal su excelencia, ya te cansaste de ser un maldito cobarde constantine o debo llamarte Baltazar (me mira con los ojos como platos nunca se imaginó que sabría cómo se llamaba en su vida pasada me burlo de él)-

Constantine: -c-como sabes eso –

Yo: -jajajaja que pensaste que no lo sabría que poco me conoces según tu yo fui la maldita que te encerró ufff eres un idiota-

Constantine: -como te atreves a hablarme así-

Yo: -yo te hablo como se me dé la gana maldito te has atrevido a tocar lo que más me importa que son mis amigos y aliados yo te eliminare como lo han hecho mis antepasadas y brindare honor a mi casta de sangre real de la luna-

Miro al cielo tal cual lo hizo mi tátara abuela y el cielo se despejo como en ese momento y sentí la calidez que me proporcionaba la luna y su energía se posó en mí y me rodee de una intensa luz plata rogué a mis ancestros a mi Tastátara abuela la reina

Metztli y a mi tátara abuela la princesa Amaris que también me brinden su poder junto con la luna, las siento junto a mí y recito el hechizo

Aquella luz más brillante que la luna

Aquella sangre más roja que fluye por nuestras venas

En honor a todos nuestros hombres caídos

En tu gran nombre, oh reina luna

Por este medio me comprometo con el poder lunar,

Aquellos que están delante de nosotros en nuestro camino

Todos los que han muertos peleando valientemente

Combinen su poder y el mío

¡¡Para conceder la destrucción por igual a todos nuestros enemigos!!

Luz lunar

De mi cuerpo salió una luz cegadora que desintegro por completo a constantine no quedo ni sus cenizas los enemigos que quedaron al ver que su líder fue eliminado salieron corriendo como los cobardes que son todos festejaron por nuestra victoria también lloraron por los caídos Blake me miro y sonrió y fue ahí cuando caigo al suelo y con signos vitales muy débiles creo que gaste toda mi energía lo último que escuche y vi fue el grito desgarrador de Blake y el cómo venia corriendo a socorrerme antes de caer inconsciente.

Dure una semana internada recuperando mis fuerzas a diferencia de los lobos los humanos no se recuperan con tanta facilidad, le pedí un diario para escribir todo lo acontecido hasta la última palabra para así cuando vuelva ese monstro las generaciones que le siguieran sabrían cómo actuar y se quedara guardado en la biblioteca del alfa para la posteridad…