100 días para enamorar al enemigo

Capítulo 5

Ahora mismo me estaba dirigiendo hacia la empresa, me habían llamado indicando de que había quedado para el puesto de secretaria. 

Eso alegro mi mañana pues con esto lograría calmar a la jauría de perros qué querían avances aquella noche en la reunión fui humillada hasta no más poder por parte del jefe mayor quien era el que tenía más rango en la agencia, no contuvo sus palabras al parecer soltó todo su veneno conmigo ahora tenía las cosas claras como el agua tenía que terminar este trabajo si errores para demostrarles de que no era ninguna incompetente. 

—buen día , vengo por que acabo de ser contratada como la nueva secretaria  

La secretaria que estaba a mi frente me miro por unos segundos y luego siguió haciendo su trabajo presionando las teclas de la computadora que tenía al frente  

Bien a parecer había sido como si no le hubiera hablado, eso era genial ahora a quien le pediría alguna referencia de donde debo ir  

—buen día vengo.... 

Apenas había empezado a preguntar la persona frente a mi volteo los ojos siguiendo su camino como si yo no estuviera a su frente  

Que era lo que iba hacer, metí la mano dentro de mi bolso en busca de mi móvil el cual encontré y marque el número de la misma chica que me había llamado esta mañana después de haberle llamado como tres veces recién me contesto, me indico que tenía que subir al último piso y eso estaba haciendo cuando la puerta del ascensor se abrió al frente mío se encontraba esperándome una chica de unos veinte años aproximadamente , de esas chicas que tienen el cabello rubio claro ojos claros como en las películas vestía elegante eso era obvio hasta cuando caminaba parecía que lo hacía en una pasarela. 

—ingrese el jefe la espera —muchas gracias  

Luego de decir eso detrás de mí la puerta se cerro  

—bienvenida señorita elaysa —muchas gracias señor —¿Thomas? 

Recalco en cada letra de su nombre como si quisiera que no lo olvidara, en ese instante también a mí memoria se vino los documentos que había leído, acaso él era el hijo del sueño de esta empresa  

Lo mire como mucha discreción, pero no podía estar segura de que él era el famoso hijo del hombre que venía a destruir  

—usted es el dueño de esta compañía 

Pregunte toda inocente, pero sus palabras solo confirmaron lo que ya sospechaba hijo del dueño de esta compañía el favorito de papá el futuro heredero de todo este impero  

—cómo te acabó de indicar serás la secretaria de mi padre —entiendo 

Asentí, por dentro estaba saltando en un pie vine buscando cobre y me llevé oro esto era genial  

—muchas gracias de nuevo por la oportunidad le aseguro que no se va arrepentir  

—estoy seguro de no  

Me sonrió en una espléndida sonrisa, relamí mis labios para darle una última mirada y creo que el también hacia lo mismo conmigo. 

—bueno señor entonces iré a mi cubículo —ve —indico señalando la puerta  

Thomas era un bonito nombre, para un rostro como el suyo, pero a leguas se le notaba la arrogancia que enmonaba en fin salí rápidamente del despacho en dirección hacia el cubículo que era como un pequeño cuarto, pero en miniatura echo de puro vidrio. 

Me senté al frente de la computadora, con las piernas juntas que se suponía que haría a hora ya había llegado hasta la mitad del camino  

—revisa estos documentos quiero uno informe completo dentro de una hora  

Abrí los ojos como si estuvieran a punto de brincar al suelo, es que esto no eran documentos era una montaña repleta de papeles como se supone que los leería en menos de un ahora y hacer un informe solo estire los labios tratando de mostrar un rostro relajado 

—de acuerdo 

Apenas había termino de procesar y soltar esas palabras ya Thomas estaba cerrando la puerta del despacho, cogí papel por papel para poder leer  

Pero esto era imposible me habla de balances estadísticas, y de otras cosas que no entendía ni madres como se supone que le iba a poder entregar un informe de todos estos estos documentos cuando ni yo podía entenderlos.  

El plazo de la hora ya se iba a terminar y yo que ni había podido leer ni siquiera la cuarta parte de todos los documentos, en estos momentos desearía haber sido la mujer de la limpieza  

Odiaba todo esto, refregué mi rostro con frustración me levanté para ir hacia la oficina de mi jefe e indicar que el tiempo que me había dado era insuficiente toqué la puerta. Me dijo la típica frase de ingrese y así lo hice ingrese el muy desgraciado arqueo las cejas y esos claros ojos hicieron contacto visual conmigo, discretamente trague saliva caminando esta ves a pasos cortos 

—ya has terminado —menciono  

—no, venía a decirle que me dé más tiempo —como que más tiempo acaso eres incapaz de hacer un simple informe —no —entonces  

Se levanto, el cual causo un hormigueó de miedo en todo mi cuerpo  

—lo que sucede.... —silencio —levanto la palma de su mano contestando su teléfono 

El lugar se volvió un completo silencio, por unos segundos  

—ya salgo para halla  

Cogió su saco que estaba sobre la silla y salió lo más rápido que pudo, supongo que tendré más tiempo salí de aquel lugar  

Luego de no sé exactamente de cuánto tiempo ya de haberme leído casi todos los papeles y poder haber terminado de escribir el informe  

Pude estirar mi cuerpo solté un gran suspiro liberando todo mi estrés  

—¿holi?..la nueva cierto —si  

Dije con una sonrisa   

—soy cristel — y tu —elaysa —lindo nombre, vamos con un refresco  

—si 

Sali de donde estaba sin antes claro guardando el archivo  

—que tal tu primer día — pregunto la chica  

—seguro que no tan bien el jefe es arrogante soy su secretaria  

—AA..... 

—sorprendida, el salió por asuntos familiares por eso ve ves aquí saliendo de la oficina el jefe jamás da día libres, vacaciones a fin de año —porque sigues trabajando si te tratan tan mal  



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En el texto hay: secretos, misiones, poder celos sexo y dolor

Editado: 01.09.2023

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