Aunque en un principio no las quise, llegó un momento en el que deseé dar marcha atrás y actuar de un modo diferente. Ese también fue el instante en el que descubrí el verdadero valor de lo que había perdido y mataría por recuperar. «Te presenté dos opciones, Nathan: ganar a corto plazo, y perder a largo o ganar a largo plazo y perder a corto. Tú elegiste la primera, ahora asume las consecuencias», me había recordado Rachel. ¿Cómo serían las cosas si mi elección hubiese sido la segunda? Probablemente estaría amándolas y compartiendo cada día de mi vida con ellas.