2 Caminos

06

—Vienes a verme muy seguido estos días —dijo con una sonrisa divertida.

Elizabeth apenas y había escuchado al pelirrojo ya que estaba más ocupada mirando a los agentes trabajar en la sala de conferencias de la estación. Desde la llegada de los agentes del FBI la castaña siempre encontraba alguna “razón” para ir a visitar a Gerald, ya sea que estaba de paso, le llevaba comida, se le olvidaba algo de la ves pasada o la mas ridicula “pensé que tal vez te sentirias solo”, al pelirrojo realmente no le molestaba la presencia de Elizabeth, es más estaba feliz de poder verla tan seguido ya que desde la preparatoria no se veían tan seguido, pero temía en que pudiera meterse en problemas con su jefe.

—¿Me oíste Liz?

—Aja —respondió sin saber de qué hablaba.

—¿Quieres ir a cenar mañana? —pregunto al verla distraída, tal vez así le decía que si.

—Tengo mucho que hacer y más con el festival —dijo sin quitar su vista de los agentes.

—¿Eres voluntaria?

—De por vida gracias a mi padre —respondió con una sonrisa al girarse hacia el—. Aunque no me molesta.

—¿Y no deberías estar haciendo eso ahora? —pregunto viendo el reloj en su muñeca.

—No, hasta las tres —respondió regresando su mirada a los 3 agentes.

—Elizabeth ya son las tres, 3:10 para ser exactos.

—¿Qué? —lo miro y este asintió—. Mierda ya me tengo que ir, vengo después Gerry.

Se puso de pie y le dio un beso en la mejilla para después ir hacia la entrada de la estación, lugar donde se topó con uno de los ajetes, «¿El agente Hill?» se preguntó a sí misma.

—Adelante —dijo mientras le sostenía la puerta.

—Gracias —respondió algo intimidada por la altura del hombre.

Al llegar al ayuntamiento abrió la puerta en silencio y caminó por detrás de las bancas hasta llegar a donde estaban Lara y Carrie.

—Lo siento —se disculpó mientras tomaba asiento a su costado.

—¿Por qué tardaste tanto? —Carrie odiaba la impuntualidad.

—Me distraje un poco, no vuelve a pasar.

—Está bien, pero tu invitas las bebidas a la siguiente —respondió mientras le entregaba una limonada.

—Bien —dijo con una sonrisa.

Para fortuna de Elizabeth no asignaban las tareas por apellido sino por calles y la de ella era de las últimas del pueblo. Estuvo unos 20 a 30 minutos sentada checando su celular en espera de un mensaje de Daniel, tenía días sin verlo ni hablar con él y aún le preocupaba la herida de su mano.

—¡Blake! —llamó la alcaldesa Harper, padre e hija se pusieron de pie y se acercaron a ella—. Hola John.

—Hola Beatriz ¿cómo has estado?

—Algo ocupada —respondió con una sonrisa de compromiso—. Tu te harás cargo de armas las carpas, unos muchachos del equipo de fútbol te ayudarán.

—Perfecto —respondió el señor Blake.

—¿Y yo? —preguntó Liz ya queriendo irse.

—Elizabeth tú estarás junto a mi hija y la chica Lang en el escenario, ustedes son más creativas que mi Carrie.

Al oír eso Elizabeth desvió la mirada a Carrie quien ahora estaba detrás de su madre, está solo rodó los ojos y le sonrió dándole a entender que estaba bien. Todo el grupo de amigos sabían que la relación de las Harper no era la mejor.

—¿Está bien? —preguntó la mayor.

—Claro, veré que podemos hacer este año —respondió con una sonrisa.

En cuanto le dieron su tarea a Lara las tres salieron del ayuntamiento.

—Liz —llamó Carrie al ver que la castaña ya se iba.

—¿Si? —respondió al girarse hacia el duo.

—Sabes qué amo estar contigo e Irila, ¿no?

—Pero no quieres ayudar con el escenario, ¿no?

—Aja, ¿lo pueden hacer ustedes?

—Claro.

—Gracias, igual avisame si necesitan ayuda con algo, andaré ahí junto a Lara.

—Está bien, nos vemos luego.

Las dos asintieron y se alejaron al igual que Elizabeth quien iba hacia el trabajo de Irila para avisarle cual era su tarea, al llegar a la cafetería vio a Peter salir de ahí mientras maldecía y noto como este golpeo su cabeza con su mano.

—¿Qué le pasa a Peter? —preguntó al entrar al establecimiento y ver a Irila tras el mostrador.

—¿Qué?

—Salió golpeándose la cabeza, ¿volvió a pasar algo entre ustedes?

—¿Aparte de una charla muy incómoda? No.

—Aja por ahora te creeré, nos toca el escenario.

—¿Otra vez? —pregunto algo harta, era la octava vez que decoraban el escenario.

—Parece que no conocen a nadie más creativo que nosotras.

—¿Haremos lo mismo del año pasado? —preguntó mientras tomaba un café caliente.

—Probablemente, ¿nos vemos en mi casa para planear todo?

—¿Llevo helado?

—Claro —dijo con una sonrisa.

—Voy luego de mi turno —Elizabeth asintió y luego salió de ahí.

Al salir de la cafetería regresó al periodico para terminar sus tareas y agregar la nueva información del caso a su pared. Al llegar puso algo de música de 5SOS y pasó a regar las plantas, acomodar los periódicos que había por ahí y a quitar el polvo del mostrador.

Una vez termino de ordenar todo se puso a separar a las chicas desaparecidas por grupos, primero por edades, teniendo a una de 15, 17 y 18, seis de 19, cinco de 20, cuatro de 21, cuatro de 22, dos de 23, cinco de 24 y una de 25, dando un total de 30 chicas confirmadas hasta el momento. Después las separo por colores de cabello, nacionalidad, estados y si desaparecieron por el día o por la noche, si tenían pareja, si vivían con ambos padres, tenían hermanos y así.

Tenía una libreta con más de 7 diferentes tipos de grupo, podría parecer una pérdida de tiempo pero teniendo en cuenta que no había cuerpos y que muy probablemente el FBI tenía información privada sobre las desapariciones, era lo poco que Elizabeth podía hacer, tomarse el tiempo que los agentes no tenían para pensar en estas cosas, si ella podía encontrar aunque sea una mínima conexión entre las chicas se daría por bien servida, aunque claro, esa no era su meta, su meta era conseguir información o pistas que pudiera entregarle a la autoridades y que fuera de ayuda.




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