2 Caminos

12

Aquel dia habia sido demasiado lluvioso considerando que ya estaba inicios de octubre, mes en el que no llovía mucho en NouWood, para fortuna de Elizabeth le había tocado cubrir el turno de la mañana ya que su padre regresaría hasta la tarde por lo que tenía la tarde libre, aunque le tocó regresar a la casa cuando la lluvia había regresado, razón por la cual ahora se estaba secando el cabello mientras veía Grey's Anatomy en su pijama de invierno.

Paso alrededor de dos horas en donde estuvo bajando por instagram mientras miraba la serie hasta que escucho que tocaban la puerta principal, al verla hora supo que no podia ser su padre ya que estaba en el trafico justo como le dijo en un mensaje hace 15 minutos y no estaba esperando a nadie, pero igualmente fue a ve quien era y al abrir la puerta se encontro con la figura de Daniel totalmente empapado por la lluvia, de brazos cruzados y con la mirada en el suelo, llevaba puesta su ya clasica sudadera gris la cual parecía de color negro por la cantidad de agua que habia absorbido.

—¿Qué haces aquí Daniel? Te dije que no te quería cerca de mí —dijo al procesar verlo ahí.

Al verlo frente a la puerta de su casa tuvo un mix de emociones pero las más predominantes era la nostalgia y al mismo tiempo ira.

—Lizzie —dijo alzando la mirada.

Su voz sonaba tan débil, como un susurro, como si se fuera a romper en cualquier instante, por un momento Elizabeth creyó que el pelinegro estaba llorando pero cuando este bajó los brazos y dejó ver su sudadera ella noto como esta estaba llena de sangre, su sudadera, sus manos e incluso ya había un poco de esta corriendo por los e escalones de la entrada, no sabía como no lo había notado al abrir la puerta.

—¿Daniel qué hiciste? —pregunto entre asustada y tratando de calmarlo.

—Yo no, no quise hacerlo —dijo chocando con sus palabras—. Pero tuve que o el

Elizabeth sabía que a su amigo le daban ataques de pánico pero habían pasado años desde que lo había visto al borde de uno, aun así sabía que eso era solo el inicio de uno de estos ataques, por lo que lo tomó del hombro haciéndolo entrara a la casa llevándolo hasta el baño de su habitación.

—Daniel, ¿De quién es esta sangre? —preguntó mientras hizo que se sentara en la tapa del inodoro.

—No lo sé —respondió con la mirada perdida en el suelo

—¿Cómo que no lo sabes? —dijo tomando la orilla de su pijama y con esta limpio un poco el rostro del pelinegro—. Acaso no sabes a quien heriste?

Se quedó en silencio un segundo pensando en si debía ofrecer la otra opción.

—¿Mataste a alguien Daniel? —pregunto con seriedad.

—No sé su nombre —respondió rascando sus dedos.

—¿Mataste a un indigente?

—No

—Entonces a quien Daniel? —pregunto Algo exaltada.

—¡No lo sé Elizabeth!

El grito la hizo sobresaltarse alejándose un poco con miedo hasta que noto como las manos de el temblaban, parecía asustado o en shock por lo que se acercó a él poniendo sus manos entre las de ella para después mirarlo a los ojos.

—Está bien, esta bien Dani —dijo acariciando la mano de el con su pulgar —. Límpiate la sangre y deja tu ropa en la bañera, veré si hay ropa tuya, espera aquí, si?

Daniel solo asintió y Elizabeth corrió a la habitación de Thomas porque ahí guardaban la ropa que Dani dejaba pero justo antes de abrir la puerta noto como su manos ya estaban manchadas de sangre por lo que se limpió un poco en su blusa para después entrar al baño del pasillo quitándose casi por completo esta, tardo un poco en encontrar ropa de Daniel ya que tenia tiempo sin dejar esta en su casa, por lo que estaba al fondo junto a ropa que Tom ya no usaba. Al regresar a su habitación encontró a Daniel en el suelo del baño sosteniéndose el pecho con las manos, se estaba hiperventilando y se veía bastante asustado, en cuanto entendió lo que le sucedía dejó caer la ropa y se acercó a él.

—Dani, mirame —tenia tiempo sin ayudarlo con un ataque y se sentía asustada—. Dani.

El pelinegro tenía la mirada perdida en el suelo por lo que lo tomó suavemente del mentón haciendo que la mirara.

—Respira conmigo, si?

Daniel solo asintió varias veces mientras que Elizabeth tomaba la mano de él y la llevaba un poco más arriba de su pecho para que pudiera sentir el cómo respiraba, una vez logró regular un poco su respiration el quito su mano y se concentró en su propia respiration, al poco rato ya se encontraba, más tranquilo y Elizabeth le entregó la ropa para después ir a sentarse en su cama totalmente estresada «¿A quien carajos había matado Daniel?» pensó viéndose en el espejo junto a su cama y al ver su blusa manchada de sangre se la quitó y bajó a la cocina en busca de una bolsa de basura, esa ropa ya no tenía arreglo.

—¿Por qué no traes blusa Beth? —se asustó al oír otra voz en su casa.

—¡Papá! no hagas eso por dios, ¿A qué horas llegaste?

—Acabo de llegar, ¿entonces? —pregunto desde la sala.

—Es mi casa, ¿acaso no puedo andar así? —dijo yendo a la cocina.

—¿Y si venia con visitas? —ella solo lo ignoró y comenzó a buscar la bolsa—. ¿Hay alguien contigo?

—Eh sí —respondió buscando en los cajones de la alacena.

—¿Irila? —preguntó yendo a la barra de la cocina.

—No.

—¿Entonces?

—Es Daniel —dijo agachándose a buscar en los otros cajones.

—Ay dios —al oírlo se levantó para verlo.

—¿Qué? —preguntó mientras buscaba entre las gavetas.

—Solo dime que usaron protección.

—¡¿Qué?! —giró dándose la vuelta.

—Sabes de qué hablo Elizabeth.

—¡No! No papa —respondió abriendo otro cajón—. No me acosté con Daniel.

Al no encontrar nada en el cajón lo cerró de golpe y gritó:

—¿Dónde están las malditas bolsas?

—En el tercer cajón —al abrirlo las encontró y tomó una—. Solo dijo Beth, eres muy joven para tener hijos y…

—¡Papa basta! Daniel y yo solo somos amigos, si?

—Lo sé pero también sé que los amigos pueden….




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