24 días para enamorarse

CAP № 03

Un día antes
 


Estando en la oficina de Patrick me da mala espina, luego de todo solo sé que está misma tarde salgo de camino a París, aún no se por que no logro dejar de pensar en las consecuencias que este acto de egoismo traerá a mi vida y quizás solo habrá un ganador, pero tengo que aceptar que mi vida depende de este empleo que paga algunos caprichos que logro darme sin tener que sudar un poco. 

Como era de esperar, Patrick llegó tarde y no más por qué es solo su propio jefe. Entre a la oficina en cuento él entró. Tome asiento y ni siquiera me importó que el me diera para entrar o más. 

-¡Este es el plan! -Dijo al sentarse en frente de mí, entregándome un fólder con algunas paginas en el. 

Si existiese en otro mundo, juraría que me sentí como si estuviese a punto de abrir un fólder en el que me darían información sobre cómo asesinar a alguien que amenazaba la vida de alguien o la compañía o lo que fuera. 

Este es el plan, sonaba una y otra vez dentro de mí. Sé que al final no tengo la obligación de hacer este trabajo, pero a estas personas, a esta compañía y sobre todo, al padre se Patrick le debo lo que fui, lo que soy y lo que estoy a punto de ser. Ya sea una asesina, una maestra, una cantante, una actriz o lo que fuera, todos esos aires de grandeza me los pude dar todo gracias al Sr. Smith, quién no dudo un segundo en darme una mano cuando llegue a él. Y quizás, solo quizás, este haciendo esto por agradecimiento, nunca quise trabajar para alguien, pero siento como si solo trabajase para mí, aunque tuviese órdenes de arriba, órdenes superiores o como le quieran conocer mejor. 

-Pensé que solo tenía que ser su amiga, controlarle hasta que hiciera que su padre firmara el contrato y listo! -Dije extrañada, levantando un poco mi rostro para ver mejor a Patrick. 

-¡Ese era el plan Srta. Gardnwe! -Escuche detrás de mí. 

Podía haber vivido mil años sin escuchar esa voz, pero siempre la reconocería aún teniendo memoria a corto plazo. Me puse de pie y me giré y pude ver al Sr. Smith, mi ángel de la guarda en otras palabras. 

-¡Sr. Smith! -Dije sin devorar las mil y unas emociones que sentía por verle luego de varios años ya. 

-¡Sabes que no debes hacerlo! -Dijo él acercándose a mí. 

-¡Te lo debo! -Susurre. Dejandome llevar por aquel abrazo tan lleno de amor, aquel abrazo paternal que siempre sentí desde que le conocí. 

-¡Pequeño ángel! No me debes nada. -Dijo él luego de soltarme y mirarme. 

Pude notar que comprimia las lágrimas. Me sentía mal por qué mi vuelo fuese hoy y a penas le había visto desde hace mucho. 

-¡Perderé mi vuelo! -Sonreí tiernamente con tristeza. Si no era yo quien se iba él sería. 

Prefería vivir con la idea que fui yo quien dijo adiós y no vivir con el nudo que fue el quién se despidió. Después de todo, todos nos vamos en algún momento y este sería mi momento. Por qué si algo que aprendí fue a decir adiós justo en el momento en el que la otra persona tenía planeado hacerlo. 

-¡Dulce viaje mi ángel! -Me dijo y depósito un pequeño beso en mí frente. 

Tome el sobre que había dejado sobre el escritorio y decidí salir de la oficina, despidiéndome de el Sr. Smith y de Patrick. 

Antes de movilizarme al aeropuerto, decidí hacer una pequeña visita a mí mejor amigo, al queridísimo Colinn, llegué hasta aquella enorme mansión, toque una y otra vez el timbre, quizás si tenía algo de prisa, abrieron aquel enorme portón, solo para que su mucama me dijese que el Sr. Cameron no estaba en casa. 

Le diré por teléfono que una vez más estoy en París, no lo tomara bien pero es culpa de él no haberlo encontrado en casa. 

Subí al Uber una vez más, en poco tiempo ya estaba en el aeropuerto, tenía unos minutos de espera antes que anunciarán mi vuelo. 

Compre una de mis bebidas heladas favoritos de el mundo, un pequeño Starbucks de oreo, bueno, quizás no era pequeño. Decidí sentarme a esperar, mientras leía aquel fólder color negro, con datos de aquel hombre, que para mí sorpresa no había mucha información, aunque al ser hijo de uno de los hombres más poderosos esperaba que hubiese más información. 

Me encontré solo con una foto de él, era realmente muy hermoso, encantador, sonreí tan libremente, pero en sus ojos no estaba aquel brillo que sobresale en una foto cuando tienes una vida resuelta, una vida llena de lujos y de amor. ¿Que le hacía falta a este hombre? ... 

Mi vuelo fue anunciado y me apresure a llegar hasta mi asiento. La exquisita visita a París quizás me daba un poco de aire, después de todo lo que tenía que hacer no lo miraba tanto de trabajo, no me habían entregado horario tal, solo unas llaves, instrucciones y nada más. 

En un momento pensé que me darían nombre falso, identidad falsa pero no, seguía siendo yo y siendo yo quizás todo esto salga más. Sé que aunque salga mal no seré despedida, por qué el Sr. Smith no tendría alma para despedirme, pero yo sí tendré valor para renunciar si esto sale mal. 

Semana después
 


 

¿Sería su ángel de la guarda? 
 

 

Intentado contactar conmigo misma, en aquella bañera de aquella gran mansión, bueno, de aquel hermoso apartamento que parecía mansión. 

Aún no salía de este lugar, no dejaba de pensar en él, Andrew Clark, el hijo de uno de los hombres más poderosos que puede existir en este mundo. 

Realmente despejaria mi mente. Estaba tomando esto muy personal, solo una parte de mí no quería lastimar ni salir lastimada y sobre todo, no quería defraudar a él Sr. Smith. 
 


 

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En el espacio se arriba tienen a nuestros dos personajes principales, espero que puedan aceptar a tales personas escogidas para estos papeles y si no es a si, puedes solo imaginarlos a tu gusto. 
 


 

Disfruta☺️
 


 




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