Los refugiados del bosque

El crepúsculo se cernía sobre el bosque, y el nuevo grupo de los "Refugiados del Bosque" comenzaba a establecer un campamento. Mientras los adultos discutían estrategias y organizaban turnos de vigilancia, Liria y Meredith se acercaron a mí, sus ojos brillando con curiosidad.

—"Marshall, ¿crees que podremos encontrar más gente?"— preguntó Liria, con una mezcla de esperanza y preocupación.

—"Lo creo,"— respondí, intentando infundirles confianza. —"Con cada día que pasa, más personas pueden estar buscando refugio. Solo debemos estar atentos."

Meredith, con su energía inagotable, añadió:

—"¡Y si encontramos a más niños, podemos hacer un gran equipo de juegos!"— su risa resonó, aliviando la tensión del momento.

Mientras tanto, Tracy y Sam estaban organizando el suministro de alimentos. Sam, un hombre robusto con una mirada decidida, se volvió hacia Tracy.

—"Necesitamos asignar tareas. ¿Quién puede ayudar a buscar comida?"— preguntó, su tono firme pero amigable.

—"Yo puedo ir,"— dijo Tracy, levantando la mano. —"Y puedo llevar a Meredith conmigo. Ella es buena para encontrar cosas."

—"¿Estás segura de que es seguro?"— interrumpí, preocupado por la seguridad de Meredith.

—"No te preocupes, Marshall,"— respondió Tracy con una sonrisa. —"Nos mantendremos cerca y Milo vendrá con nosotras."

—"¡Sí! ¡Milo es el mejor guardián!"— exclamó Meredith, acariciando al perro que movía la cola emocionado.

Mientras el grupo se organizaba, noté que Eli se mantenía un poco al margen, observando con una expresión que no podía descifrar.

—"Eli, ¿todo bien?"— le pregunté, acercándome a él.

—"Solo estoy pensando en lo que podría pasar si los Divoks nos encuentran aquí,"— respondió, su voz baja. —"No quiero que nadie salga herido."

—"Lo sé, pero debemos ser optimistas,"— le dije, intentando aliviar su preocupación. —"Estamos más seguros juntos."

A medida que la noche caía, un nuevo personaje se unió a nuestro grupo: una mujer llamada Aria, que había estado vagando por el bosque. Tenía una mirada intensa y un aire de misterio que me intrigaba.

—"He escuchado sobre ustedes,"— dijo Aria, su voz suave pero firme. —"No es fácil encontrar un grupo así en estos tiempos."

—"¿Y tú, de dónde vienes?"— preguntó Maverick, con desconfianza pero también curiosidad.

—"De un lugar lejano, donde la lucha es constante,"— respondió ella, mirando a todos con atención. —"Pero tengo habilidades que pueden ser útiles. Sé cazar y también puedo ayudar a construir defensas."

—"Eso suena genial,"— dijo Tracy, sonriendo. —"Siempre necesitamos más manos."

Sin embargo, sentí una chispa de desconfianza. Algo en su forma de hablar parecía demasiado calculado.

La noche avanzaba y nos reunimos alrededor de una fogata. Mientras compartíamos historias y risas, Aria se acercó a mí.

—"Marshall, parece que tienes un buen grupo aquí,"— dijo, mirándome a los ojos. —"Me gustaría ser parte de esto."

—"Estamos abiertos a nuevas alianzas,"— respondí, sintiendo que había algo más detrás de sus palabras.

—"Sé que es difícil confiar en extraños,"— continuó, acercándose un poco más. —"Pero creo que podríamos hacer un gran equipo. Tal vez incluso podríamos... trabajar juntos más allá de esto."

No pude evitar sentir que había un doble sentido en sus palabras. A medida que la conversación avanzaba, noté que Eli me observaba, su expresión preocupada.

—"Marshall, ¿estás bien?"— preguntó Eli, interrumpiendo mi conversación con Aria.

—"Sí, solo charlando,"— respondí, pero su mirada me decía que no estaba convencido.

A medida que la noche se hacía más oscura, decidimos hacer una ronda de vigilancia. Mientras los demás se preparaban, Aria se acercó a mí nuevamente.

—"¿Te gustaría que hiciéramos una patrulla juntos?"— sugirió, su voz suave.

—"Claro,"— respondí, sintiendo que había algo más en juego. —"Pero deberíamos llevar a alguien más. No es seguro estar solos."

—"¿Por qué? ¿Tienes miedo de que te traicione?"— preguntó, una sonrisa en sus labios que no alcanzaba sus ojos.

Su respuesta me puso en alerta.

—"Es mejor ser precavido,"— respondí, tratando de mantener la calma.

Mientras comenzábamos nuestra patrulla, una sombra se movió entre los árboles.

—"¿Viste eso?"— le susurré a Aria, señalando hacia la oscuridad.

—"No, ¿qué fue?"— preguntó, pero su tono sonaba más interesado que asustado.

Decidí investigar, pero antes de que pudiera dar un paso, escuché un ruido detrás de nosotros.

—"¡Marshall!"— gritó Liria, apareciendo de repente. —"¡Los Divoks están cerca!"

El pánico se apoderó del grupo. Aria se puso tensa, y en un instante, su mirada cambió.

—"¿Qué estás haciendo aquí?"— le pregunté, sintiendo que la tensión aumentaba.

—"Solo quería ayudar,"— dijo, pero su voz ya no sonaba sincera.

En ese momento, un grupo de Divoks apareció, sus ojos brillando en la penumbra. La situación se tornó crítica.

—"¡Todos, a cubierto!"— grité, mientras Milo ladraba furiosamente, protegiendo a Meredith.

Los Divoks comenzaron a acercarse, y en la confusión, noté que Aria se movía hacia la dirección opuesta, como si tuviera un plan oculto.

—"¡Aria, ven aquí!"— grité, pero ella se detuvo, mirándome con una mezcla de desafío y determinación.

—"No puedo quedarme aquí, Marshall,"— dijo, su voz fría. —"Hay más en juego de lo que crees."

En ese instante, comprendí que su traición podría ser la clave para nuestra supervivencia, o nuestra perdición.

Con el caos a nuestro alrededor, enfrenté a Aria.

—"¿Estás con ellos?"— le pregunté, sintiendo que la traición estaba a la vista.

—"No estoy con nadie, Marshall,"— respondió, pero su mirada lo decía todo. —"Solo estoy buscando mi propia supervivencia."

La batalla se desató, y mientras luchábamos contra los Divoks, sentí que la tensión entre nosotros crecía.