24 Horas Contigo (segunda parte)

#81 Reúne a la familia

Niki estaba en su hogar pasando tiempo de calidad con Charles.

Después de su viaje para visitar a Hana solo trabaja desde casa en sus palabras, quedó bastante aturdida al enterarse de que alguien robo su auto para lastimar a Allen o esa versión contó cuando llegó tras ser sometida a numerosos interrogatorios. Charles estaba al tanto de todo y con la condición de borrar cualquier prueba que la señalara como culpable del incidente, prometió obedecer cualquier cosa que le dijera el anciano Kanronji.

— Con eso terminamos la inspección — anuncio Charles. Había revisado cada lugar a su cargo usando recibió una llamada. — ¿sí?

— Hoy a las 10:30pm Nikki Kanronji debe tomar un vuelo. La recogeré a las 7pm.

— ¿Por qué Helian? ¿Por qué debes obedecer a ese hombre y hacer todo esto? — le pregunto ya que reconoció la voz.

— Eso no es de tu incumbencia. — y colgó.

Charles sabía algunos detalles sobre Nikki que quizás ella no estaba consiente que él ya los conocía.

La primera vez que se reunieron, comenzaron fingiendo su relación. Cualquiera se imaginaba lo fascinante y afortunado que sería salir con un miembro de la familia Kanronji pero, viendo su raro comportamiento una vez cada cierto tiempo, se propuso a investigarlo.

Le intrigaba que una vez al mes salía sin avisarle a nadie y cuando la contactaba, el celular estaba apagado. Su relación al principio era un farsa pero, no negaba que se estaba enamorado de ella.

La siguió en el auto hasta la prisión de ese lugar. Entró ella como si fuera habitual que los visitará y salió después de varias horas con ropa diferente. No estaba seguro si Nikki era consciente de que había alguien a su lado pues nunca le ponía atención.

Decepcionado emigró. En su nueva universidad se encontró de nuevo con Nikki quien hizo un enorme esfuerzo por conquistarlo. Solo había pasado cerca de un año pero, parecía una mujer diferente.

Después de que se casó, una vez más la atrapó visitando a alguien en prisión. Él decidió entrar y ver con quién se reunía. Soborno a los guardias y vio como ella salía acompañada de un hombre algo mayor pero, no lo suficiente para que llamara la atención. Se tomaban del brazo y subieron a un auto.

Charles no podía creer lo que veía. Peor aún, un tiempo después, Nikki anuncio a su familia que tenía dos meses de embarazo y Charles no dejaba de pensar que ese bebé no era de él.

Cuando se mudaron al extranjero, Nikki volví a mostrar una personalidad diferente. Trabajaba en la aduanas y tras una discusión fuerte con su padre decidió no regresar a visitarlo. Eso era lo único que podía ver desde su perspectiva. No quería indagar más, prefería darle todo el amor que tenía por ella que llorar como un loco por no haber amado lo suficiente.

Días más tarde.

Sonó el teléfono de manera insistente. Lara contesto una tarde que llegó a casa temprano

— ¿Hallo?

— El señor Renato Kanronji, debe tomar el vuelo nocturno de las 10:30pm, lo recogeré las 8 pm — y colgó.

— Helian es medio raro, ni un saludo ni nada. — comento Lara para sí misma. De alguna manera se había acostumbrado a escucharlo solo dando órdenes. Reconocía su voz, no sabía que ya había vuelto a trabajar bajo las órdenes de su suegro.

Cerca de las 6pm llegó Renato del trabajo. Entró a la casa y se dirigió al baño a darse una ducha rápida. Odiaba los días demasiado cálidos donde parecía cocinarse en su jugo. Tantos años viviendo allí pero, aún no se acostumbraba.

— ¿Lara? ¿Estás en casa?

— Sí, estoy terminando de empacar tu maleta. — le dijo desde la habitación. Sus hijos estaban en casa de los abuelos — llamo Helian, vendrá a las 8 a llevarte al aeropuerto. Supongo que a suegro se le metió la loquera de nuevo

— uuuhhg pero, ¿por qué te llama a ti? Es molesto.

— Porque tú no vas a contestar — le dijo. De alguna manera era mejor hacer las cosas cuando él dice de lo contrario ya estarían tres metros bajo tierra.

Se despidió de Lara y el futuro bebé. Helian llegó puntual y le entrego a Lara un paquete lleno de cosas para recién nacido, no parecía algo que el señor Kanronji enviaría o el anciano que solía llamar abuelo.

Manejo en silencio. Helian solía ser muy hablador hace años y después se enteró que se fue a entrenar en el ejército de su país natal. No sabía que había vuelto.

— Helian... ¿cómo está papá?

— Trabaja. Se casó hace unas semanas con Eileen Diermissen.

— ¿Por qué papá quiere verme?

— Para una reunión familiar. Lara no puede asistir porque tiene prohibido viajar, lo siento — dijo de manera mecánica sin míralo.

— ¿Cuándo llegaste a este lugar? — pregunto

— Hoy en la mañana. Llegaremos a la casa en la madrugada. Le aconsejo no intentar salir ni escaparse, la cena es organizada por el anciano Kanronji. — advirtió.

— ¿Ya aceptaron a Hana y su unión con Allen? — pregunto cuando llegaron al aeropuerto.

Helian no dijo nada. Después de abordar y estar en primera clases que misteriosamente parecían vacía, sospechaba que quería decir algo pero, no podía por temor a que lo escucharán.




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