2min-shots

Profesex

Taemin ha estado enamorado de su profesor por meses. Y el maldito caliente apenas lo miraba o le hablaba para que pasara al frente.
Iba a enloquecer.
Quería al hombre y lo quería ahora, y cuando todos sus compañeros salieron del salón vio la oportunidad perfecta.

Choi se volteó a verlo y Taemin quedó hipnotizado con lo guapo que era el hombre. Quería tenerlo sólo para él, y ese día lo lograría.
No era al único que le gustaba Choi, había unos cuantos, pero sí era el único que no se molestaba en ocultarlo, era demasiado obvio, pero intencionalmente.

A ver si te das cuenta, Minho.

Se levantó de su asiento y se puso al frente de éste apoyándose en él. Esperó a que el mayor dijera algo pero no lo hizo, sólo se le quedó viendo unos segundos—¿Necesitas algo, Lee?

No era serio, pero tampoco tan expresivo, aunque sí lo veía reírse con otros profesores pero nunca lo hacía en la clase, era bastante reservado.
—Yo...—¿Qué podría inventar? ¿Que quería subir sus notas? ¿Que lo molestaban y necesitaba su ayuda?

Pensó en esas dos posibilidades y eligió la primera. No tenía notas bajas, tenía un promedio bueno, pero tampoco excelente—Necesito hablar con usted, sobre mis notas—soltó decidido y vio a su profesor asentir—Tengo problemas para concentrarme a la hora de estudiar—por pensar tanto en ti, guapo—y necesitaría algunos consejos.

Choi se lo pensó por varios segundos.
—¿En qué piensas a la hora de estudiar?

En ti.

No lo sé—quería avanzar y comenzar a coquetearle pero no encontraba una forma sutil de comenzar a hacerlo.
—¿Qué debería hacer?—se lamió los labios mirando hacia el pantalón de su profesor, nada discretamente.

Choi alzó una ceja, y antes de que Lee la viera la volvió a bajar.
—¿Qué te parece si cambias de lugar para estudiar?—soltó su maletín y se acercó un poco a Taemin.
—No lo sé, ¿generalmente lo haces en la cama, o en un escritorio?

—Prefiero hacerlo en la cama—ahí es donde encontró el inicio de su coqueteo y comenzó a sonreír por dentro.

Choi sonrió y miró hacia sus zapatos.
Sabía cómo era Taemin y que siempre era muy atrevido, en especial con él, sobretodo con él. Mientras algunos de sus alumnos eran discretos, estaba él, quien ni siquiera se molestaba en ocultarlo. Decidió hacerse el difícil y ver la desesperación de Taemin, pero cada día era aún más complicado, viendo cómo el menor se vestía provocativamente o incluso se ponía a morder un condón en clase. Cuando ocurría esto último sabía que debía sancionarlo, pero si era él, era imposible.

—¿Lo haces a la noche?

Contrólate Choi, es un simple alumno.

Casi todo el tiempo—sonrió desvergonzado.

Nada de simple.

Taemin era diez años menor que Minho, y éste tenía 28 años.
Si hacían algo, lo más mínimo, estaba bien, un poco al menos, ya que Taemin ya era mayor de edad.

Minho se acercó quedando a un metro de él y sentía a Taemin removerse ansioso.
Dios, ambos querían eso, era legal, supuestamente, podían hacerlo, pero lo poco que quedaba del buen juicio del profesor se estaba resistiendo mientras se nublaba.
Taemin ni hablar, ni él mismo sabía cómo aún no se había tirado encima de Choi.

Y fue el colmo cuando habló—Si quieres puedo ayudarte.

—Sí, ayúdame—Taemin suspiró y apretó sus dedos en su banco y la mirada de Minho cambió a una impaciente.

Ahora sí te voy a joder.

Se pegó al menor llevando su mano derecha al brazo impidiéndole escapar y la izquierda a su muslo subiéndolo y pegándolo a él.
Taemin le mordió el labio y arrastró sus manos hacia la espalda ancha de su profesor, gimió ante el maravilloso acto y encendió a Minho.
Se despegó y se dio vuelta llevándolo de la mano hacia su escritorio, lo besó por unos minutos, metiéndole la lengua y explorando cada rincón de la boca de su alumno, y luego lo dio vuelta mientras se frotaba contra él y éste empujaba hacia atrás.

Le levantó la camiseta y acarició la piel clara que tenía, a comparación de la suya, que era más bronceada. El cabello negro del menor se movía hacia atrás mientras el castaño hacia adelante pegándolo al escritorio.

—Minho... fóllame.

No dudes en que lo haré.

Le quitó por completo la camiseta y mordió por toda su espalda viajando hacia abajo.
Marcando hasta con su lengua y mucha saliva, dejando roja la piel del menor, con marcas que no saldrían en semanas.
Llevó sus manos a la cremallera de Taemin y la abrió para luego bajarle el pantalón y con él su ropa interior. Admiró las nalgas de Taemin mientras éste se sonrojaba al sentir una intensa mirada allí.

Con ambas manos, las separó y oía a Taemin quejarse cuando decidió ignorarlo y meter su lengua en la abertura.
—Espera...—respiró profundo—Se siente... ahh... —Taemin pateó el escritorio y Minho aguantó la risa.

Mientras dejaba marcas de sus manos en el trasero de su alumno, quien comenzaba a masturbarse, metió y sacó su lengua del agujero apretado que lamía gustosamente.
Taemin separó más las piernas y se acostó en el escritorio, dejándose a merced de su profesor.

Podía hacer lo que quisiera, y su alumno estaría más que dispuesto a aceptar.
Alejó su lengua del agujero de Taemin, y se preparó para meter su pene en él.
De sólo pensarlo de calentaba aún más.

—¿Eres virgen?

Taemin asintió, y Minho se sorprendió, hasta ahora tenía pensado que el menor era alguien de salir de fiesta en fiesta y follaba hasta quedar exhausto. Pero la respuesta lo alivió, él sería su primer hombre, así que debía ser suave con él.
Pero iba a ser difícil teniéndolo tan hermosamente entregado y tan pasivamente debajo de él, la idea lo calentaba y excitaba una y otra vez.

Cerró los ojos y lo escuchó hablar—Minho...—gimió rozando su entrada con el pene del mayor—Fóllame, fóllame ahora y hazlo una y otra vez—frotó su trasero a la entrepierna de Minho.



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En el texto hay: shinee, 2min, jongkey

Editado: 25.07.2020

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