2min-shots

Bloodsweet

Taemin volvía furioso del trabajo a su departamento.
Un cliente le tocó el culo y él casi estalla del enojo. Para colmo su jefe sólo quería que lo olvidara, ¡es una cafetería, maldita sea, no un prostíbulo!

—Púdranse.

Caminó más rápido y se tropezó con el pie de alguien que estaba tirado en el suelo.
¿Acaso todos se emborrachan a esta hora?

Abrió los ojos como platos cuando vio que el sujeto era un hombre de unos treinta y tantos como máximo y que... básicamente... estaba bien bueno.

—Oye—lo llamó, pero se veía desmayado.

El tipo no se movió.
Se veía decente y le daba pena dejarlo en esas condiciones, y si llamaba a la policía, probablemente lo demorarían en la comisaría horas sólo para hablar con él sobre el hombre.

Se lo pensó varias veces y finalmente suspiró mientras se acercaba a él.

Puso uno de sus brazos a su alrededor para cargarlo y, diablos que pesaba, aún cuando se veía flaco y formado. Lo levantó y lentamente se dirigió a su departamento, no quedaba lejos, sólo unas tres cuadras.

Carajo, debería dejar de ser tan bueno, sólo trae problemas.

Cuando llegó, apoyó al extraño en la pared mientras metía la llave y abría la puerta.
A menos que se le ocurriera entrar por la ventana.

Lo recostó en un sillón y se sirvió un vaso de agua.
—¿Por qué pesas tanto, demonios?

—¿Por qué eres tan débil?

—¡Yo no soy...!— Cuando se le prendió el foco y captó que el tipo estaba despierto casi se desmaya él.

El extraño rio y Taemin sólo estaba enojado mirándolo.

—¿Estabas despierto?

—En realidad me desperté cuando abrías la puerta, pero como no tenía a dónde ir a esta hora quise entrar contigo.

La expresión del castaño cambió de una furiosa a una desentendida.

—¿A qué te refieres? Está amaneciendo, vuelve.

—A eso me refiero.

¿Qué?

Tengo hambre—miró un punto fijo de Taemin.

—Sólo tengo fruta.

—No deberías haberme recogido—él sólo lo miró desentendido mientras el otro se acercaba.

—¿Quién eres?—dijo retrocediendo.

Él sólo sonrió—Mi nombre es Minho.

Su espalda tocó la puerta de la heladera y Minho puso un brazo a cada lado de él—Tengo mucha hambre.

—Cómete una manzana.

Minho rio y se lamió los labios—No como ese tipo de cosas.

Acto seguido, sus ojos que eran negros, se volvieron carmesí.
—¿Qué diablos? ¡Aléjate de mí!

Taemin le pegó un derechazo que Minho esquivó perfectamente.

El mayor abrió la boca dejando ver sus colmillos y el menor se arrepintió de haberlo traído.

Traje a un vampiro. ¿Por qué no hago nada bien?

Necesito comer.

Taemin sólo se quedó inmóvil, no le ganaría a un vampiro, diez veces más grande y fuerte que él.
Alejó sus manos de Minho y éste sonrió—Prometo no matarte, como recompensa por traerme, bombón.

Él se sonrojo y casi lo insulta pero se lo guardó y simplemente giró su cuello, dándole acceso al vampiro.

Minho clavó sus colmillos en su cuello y Taemin gritó.
Sentía como alguien succionaba su sangre, y sí que se sentía extraño, y doloroso.
Aunque lo más doloroso fue la mordida.

Luego de unos dos minutos, Minho se separó de él y Taemin casi se cae, se sentía débil.
—Es la primera vez que no mato a un humano. Siéntete afortunado—lo dijo sonriendo mientras sostenía al menor.

—¿Cuánto...? ¿Por cuánto estaré así?—dijo con la energía que tenía.

Minho dudó—Probablemente ocho horas, pero descuida, no me iré de aquí, voy a cuidarte.

Abrió los ojos temeroso.

—No te morderé otra vez. Al menos no hasta que estés recuperado, ¿lo ves? Aprendo a ser buena persona—sonrió sin descaro.

Es guapo.

Llevó al humano a su cama y se sentó al lado.
—¿Cuál es tu nombre?

—Taemin.

Lo miró de arriba a abajo y se lamió los labios. Su hambre había vuelto, pero esta vez era otro tipo de hambre.

Mieeeeerrda...
No creo poder controlarme.

El humano llevó su mano a la mejilla de Minho y sonriendo le habló—Gracias por no matarme, pero AHORA ME DUELE TODO POR TU CULPA Y NO PUEDO LEVANTARME POR MI CUENTA, MALDITA SEA.

Se calmó después de unos segundos y el vampiro comenzó a reírse, a carcajadas esta vez.

—Bien... es cierto... no puedes levantarte, moverte o... defenderte.

Con una mirada oscura veía la desesperación de Taemin al decir lo último.
—Eres muy guapo Tae.

“¿Tae?”, ¿Quién se cree? Já.

¿Puedo follarte?

Los colores aparecieron en su rostro y ya no sabía si reírse por lo nervioso o impactado que estaba.

¿Debería follar a este humano? O mejor dicho, ¿A un humano? Sé perfectamente las consecuencias pero... carajo.

¿Cómo puedes preguntar eso?—se quejó enojado y sonrojado.

—¿Prefieres que no pregunte?—dijo confundido.

Sí que son extraños.

—Aún diciéndote que no, estando en esta posición, harías lo que quieras conmigo, vampiro—con resentimiento.

El vampiro sonrió—¿Cuál es tu respuesta entonces?

—Haz lo que quieras.

Gracias Dios por este manjar.

Minho guardó los colmillos y acercó sus labios a la boca de Taemin, quién cerró los ojos y se dejó hacer.
—Vampiro—suspiró.

—Humano—le contestó con sarcasmo a centímetros de él antes de estampar juntas ambas bocas.

Qué delicia.
¿Pero qué estoy diciendo? ¡Va a violarme!

Mientras el beso seguía, el vampiro le quitó los pantalones a Tae y observó de reojo el bulto.
Estaba excitado.

—Quién lo diría, sí quieres que te joda.

—Y tú también quieres hacerlo.

—Obviamente.

Rodó los ojos y como pudo separó las piernas mientras que Minho se acomodaba entre ellas y frotaba su miembro.

Oh, sí...
Qué bien se siente.

Levantó la ropa interior y se dispuso a lamerle al amiguito mientras se masturbaba con una mano libre.



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En el texto hay: shinee, 2min, jongkey

Editado: 25.07.2020

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