2min-shots

Séptimo Sentido

Taemin lo sabía.

Minho lo sabía.

Pero ambos se hacían los idiotas.

Sin embargo, ninguno supo cuándo fue que su amistad se volvió “algo” más.

Probablemente esa vez que Taemin vio por accidente a su mejor amigo desnudo, y se excitó, y el mayor se dio cuenta, pero para no darle lugar a la incomodidad simplemente hizo como si no lo hubiera visto. O tal vez fue aquella vez en la que Taemin se estaba besando con una chica, y Minho decidió interrumpir el beso, llamando por teléfono a Taemin. 
Pero ambos se hacían los idiotas, nuevamente.

Cuando el menor le presentó a Minho su nueva novia, él comenzó a dejar de lado a Taemin. No es que lo ignorara, sino que ya no era él quien comenzaba las conversaciones, ya no era él quien lo iba a buscar después de clases, ya no era él el primero en saludarlo o despedirlo.

Y Taemin lo sabía.

Y se hacía el idiota.

Lo era.

Pero un día se hartó, y su novia le reprochó lo insoportable y quejumbroso que estaba, haciendo sus berrinches sólo porque su mejor amigo ya casi no le hablaba.

Entonces decidió terminar con él. 
“¿Lo prefieres a él? Bien. Ya no sé con quién estabas de novio, Taemin, si con él o conmigo”.

Ella tenía razón.

Ambos tenían sentimientos reprimidos, y ninguno quería dejarlos salir, ninguno quería dar el siguiente paso y hablar. 
Hasta que se armó de valentía.

—Minho.

El mayor estaba con su juego en la Play Station mientras Taemin hablaba.

—Sí—asintió sin mirarlo.

—Tenemos que hablar.

—Sí.

A Taemin le dio un tic en el ojo mientras se debatía entre tirarle una almohada o apagarle el juego.

—Minho, es serio—comentó haciendo un puchero.

Minho apagó el juego y se dio vuelta expectante. Antes de que comenzara a hablar se sentó a un lado de Taemin y llevó su mano a su brazo, acariciándolo como si nada. 
Taemin intentaba no centrarse en el toque caliente en su brazo izquierdo y suspiró varias veces antes de hablar.

—Esto no está funcionando.

Minho seguía acariciando su brazo mientras escuchaba atentamente—¿De qué hablas?

—Lo sé.

Los roces pararon. Su mano seguía tocando a Taemin pero no estaba en movimiento. 
Subió hasta encontrarse con los ojos nerviosos del menor, quien parecía estar queriendo quitarse una carga de encima.

—¿Qué sabes?

—Esto ha cambiado, nuestra amistad ha cambiado. Yo—hizo una pausa—Me siento distinto. Me siento raro. Siento que es... —miró hacia otro lado, como si estuviera a punto de decir algo bochornoso—No es suficiente.

Minho se puso notablemente incómodo, sabía perfectamente de qué hablaba, porque él se sentía igual. Pasó de querer salir con todos sus amigos y Taemin, a querer pasar tiempo sólo y exclusivamente con él. Pasó de querer ver una película con él sentado en su cama, a querer estar sobre él en su cama. Y esto lo desconcertaba.

Su relación había cambiado, pero aún no sabían si era para bien o para mal.

—Taemin-

—No, espera, no he terminado—lo vio abrir y cerrar varias veces la boca, pero no podía escuchar lo que decía, estaba más concentrado en sus labios que en lo que decía.

Pasó su lengua por su propio labio antes de acercarse lentamente a Taemin, quien seguía hablando mirando para adelante, no a su costado. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, tomó el mentón del menor, lo giró hacia él y se frenó a ver su mirada expectante en él antes de juntar sus bocas.

Taemin lo aceptó. Una parte de él decía que lo necesitaba. La otra decía que era su mejor amigo al que estaba besando, pero estaba ignorando totalmente a ésta.

La alarma en la cabeza de Minho directamente no sonaba, es más, él la había apagado.

El beso fue caliente, necesitado, el más fogoso que han tenido en sus vidas. Intercambiaban saliva como locos, mientras movían sus lenguas en un baile en la boca del otro.

Las mejillas de Taemin estaban rojas, mientras que los pantalones de Minho apretaban.

Mordió el labio ajeno mientras lo tenía suspirando de placer en su cara—Taemin.

Tienes que salir de ahí” le decía su mente.

“Quédate a jugar” le decía su cuerpo.

Decidió interrumpir el beso para ver a Minho agitado con los ojos cerrados, para luego mostrarlos abiertos y oscuros de placer, frente a él. Bajó rápidamente la mirada a su entrepierna. Estaba duro. Y gracias a esa imagen, él también.

Se volvió a acercar por voluntad propia a la boca de Minho y chupó nuevamente. Comenzaron otro beso, y otro, y otro más mientras el mayor se posicionaba encima de Taemin sin romper la unión de sus labios.

Te va a llenar con su polla.

Taemin se enrojeció por su propio pensamiento, y su cuerpo traicionero se excitaba aún más.

Minho lentamente llevó sus manos a las rodillas del menor, las acarició un poco para luego separar ambas piernas y pegar ambos bultos juntos. 
Taemin abrió los ojos en medio el beso mientras sentía una mano intrusa acariciando ahí abajo.

Jódeme.

Se obligó a relajarse y a abrir más la boca. Ya había dejado la racionalidad atrás.

—Necesito sentirte—soltó Minho sin rodeos.

Puedes...

—Deseo hacerlo—comentó decidido.

.

—Taemin.

—Sí, puedes hacer lo que quieras—le respondió buscando más contacto.

Minho gimió gustoso y le quitó la ropa en tan sólo unos segundos. Bajó por su cuerpo llevando su lengua haciendo un camino. Sus manos en los muslos de Taemin, su lengua en su pecho, sus ojos mirando atentamente todas y cada una de las reacciones del menor.

Cuando se encontró cara a cara con el pene de Taemin, dejó caer una gota de saliva en él antes de llevar su mano para masturbarlo.

—Chúpamela de una vez, Minho.

Eso no era algo que le dirías a tu mejor amigo.

—¿Quieres que me la meta en la boca?

—Sí, por favor, chúpame la polla. 
Le rogó sin vergüenza. 
No, definitivamente, eso no era algo que le dirías a tu mejor amigo.



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En el texto hay: shinee, 2min, jongkey

Editado: 25.07.2020

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