2min-shots

Incesto 2

Cuando finalmente lo dejó entrar, Minho se tiró boca abajo en el sillón y de ahí no se movió en toda la tarde.

Taemin se quedó en la habitación mirando una película de horror, aunque para él nada daba miedo, excepto los insectos.

Al término de la película, dejó las frituras a un lado y buscó ropa para bañarse.

Entró al baño y comenzó a desvestirse soltando uno que otro quejido por lo que había pasado en la madrugada.

Lo que había hecho con su primo.

Se colorearon sus mejillas y viajó una excitación hacia su entrepierna. Decidió ignorarla mientras se metía en la ducha. Se enjabonó los brazos, luego el pecho, la espalda, y bajó hacia los muslos, los mismos que habían sido acariciados por Minho.

Oh, Minho.

Observó su erección y dudó en aliviarla, pero era una mejor opción que el agua fría.

Acercó su mano y lo envolvió masajeando una y otra vez. Metió dos dedos de la otra mano en su orificio trasero mientras separaba más las piernas.

Su mente estaba decidida a recordar la cogida de anoche, y él ni intentó oponer resistencia, sus ideas y pensamientos racionales se habían tomado unas vacaciones.

Inconscientemente comenzó a gemir, aún con la frente pegada a la pared mientras bombeaba su falo, y sus dedos abriendo paso por ahí atrás.

—Min-Minho~

Minho levantó la cabeza al oír su nombre proviniendo del baño y se encaminó al lugar.

Estaba a punto de abrir la puerta cuando distinguió los gemidos de su primo.

Estaba gimiendo su nombre.

Llevó su propia mano a su entrepierna para atenderse mientras escuchaba los sonidos que largaba Taemin. Con la mano disponible, abrió un poco la puerta para ver a su primo, quien estaba de espaldas en la ducha masturbándose. Minho contempló aquella vista mientras se lamía los labios deseoso de poseer ese cuerpo nuevamente.

Continuó aliviándose mientras lo veía sacar más el trasero hacia atrás metiéndose los dedos. Le gustaría estar en lugar de ellos.

A regañadientes cerró despacio la puerta y tuvo su orgasmo en silencio, manchando un poco su ropa interior. 
Se alejó y se encerró en la habitación de Taemin.

Taemin se vino y se dispuso a terminar de ducharse. Se puso la ropa para luego salir del baño secándose el cabello con una toalla. Como si nada hubiera pasado.

—¡Minho!—se arrimó a las escaleras para llamar a su primo. Debía cocinarle algo para la cena—Hey, ranoso.

Pensó que tal vez se había ido a dormir a su habitación y se dirigió a ella. 
Abrió la puerta lentamente y vio el bulto en la cama, sonrió mientras cerraba la puerta y se acercaba a él. Observó su pecho subiendo y bajando y acercó una mano a él.

—¿Te gusta lo que ves?

Minho lo tiró en la cama capturándolo entre sus brazos, dejándolo delante de él. Su polla reconociendo al instante el trasero de Taemin y poniéndose dura sin dudar.

Taemin gruñó por lo bajo al sentir cómo se endurecía detrás de él.

—Minho, basta, deja de molestar. 
Simplemente se rio de su pedido y le mordió el lóbulo de la oreja.

—No estoy molestando, estoy haciendo un reconocimiento.

Taemin bufó—Tal perece que es tu polla quien está haciendo ese reconocimiento, y con mi trasero. 
Sonrió. Tenía razón.

Apretó una de sus pompas haciéndolo gemir mientras que con la otra mano le levantaba la camiseta, dejando al descubierto su espalda blanquecina.

Metió un mano en su ropa interior toqueteando su culo, llevando su mano hacia abajo aún más para terminar de calentarlo a él.

—Somos primos.

—Yo no veo el problema.

Giró su rostro para poder besarlo y Taemin correspondió sin ningún problema.

Pegó más su trasero al miembro de su primo y éste comenzó a correrle el short para meterse en él. 
Suerte que era bastante holgado y cabía su mano entera a su costado.

Taemin separó como pudo sus piernas dándole un mejor acceso a su ano. 
Minho se metió de lleno mientras oía las quejas del otro. No pudo resistirse. Se rio de él y lo quitó para meterlo nuevamente, esta vez más despacio.

—Estúpido.

—Femenino.

—Inmaduro.

—Ojos saltones.

—Pasiva.

—Ya quisieras.

—Te la estás tragando, y no es comida.

Su comentario hizo a Taemin avergonzarse, para luego gemir mientras Minho aumentaba el ritmo, sosteniéndose de su cadera.

La sensación era muy placentera, era irresistible, y el hecho de ser una sensación prohibida, era aún más excitante. Calentaba a los dos como nunca.

Imagínense al tener otros seis días para ellos solos.

—¡Choi-Más… más!

Le hizo caso metiéndose más profundo en él, profanando cada espacio que encontraba libre, llenándolo con su falo, mientras Taemin se mordía la lengua para no gritar como una perra en celo.

Pero era tan difícil.

 

***

 

La semana pasó lenta, pero exquisitamente, mientras se unían una y otra vez. Taemin se ponía a cocinar, y venía Minho y lo empotraba ahí mismo en la cocina, o luego era el mismo Taemin quien se arrodillaba frente a él mientras Minho se ponía a jugar sus videojuegos. Varias veces debía pausarlos, porque las ganas de hacer a su primo montarlo, eran inmensas.

Eran como conejos.

Taemin se entraba a bañar y atrás de él aparecía su primo, quien varias veces le tiraba el jabón con el que se bañaba, para meter su polla en él cada vez que se agachaba, y él caía cada vez en la trampa. O mejor dicho se dejaba atrapar.

Prácticamente dormían uno arriba del otro, independiente para hacer o no cosas pervertidas, a Taemin le gustaba sentir su calor para dormir, y a Minho también.

 

***

 

—Bueno, ¿se llevaron bien?—su madre sonrió en ambas direcciones mientras su padre cargaba sus maletas en el auto de su tía.

—Sí, mamá—Taemin no despegó su mirada de la de Minho.

Minho asintió mientras sonreía.



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En el texto hay: shinee, 2min, jongkey

Editado: 25.07.2020

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