2min-shots

El Ángel caído, Lucifer

Minho seguía observando las extensiones de Taemin mientras éste estaba distraído con el celular.

No se lo había dicho, pero le quedaban tan bien. 
Inicialmente pensaban colocárselas a Jonghyun, pero cuando se les ocurrió probárselas primero a Taemin…

Gracias, Señor.

Kibum le dedicó una mirada de advertencia, la cual Minho esquivó haciéndose el idiota.

“No toques a mi hijo”. Tenían la manía de tratarlo como su hijo, él y Jonghyun. Jinki por su parte lo trataba como un hermano menor, mientras que Minho… 
Todavía le costaba admitir su atracción a él.

—Hyung, ¿puedes ayudarme con algo?

Cuando quieras.

Taemin se acercó a su lado en el sillón y se arrimó peligrosamente a su rostro. El mayor se sobresaltó por la cercanía—¿Qué? ¿Sí?—el de cabello largo pestañeó rápidamente. Observó los mechones de cabello caer sobre su rostro, sus labios y bajar hasta sus clavículas. Remojó sus labios y le prestó atención a las palabras que soltaba el menor.

—¿Cómo puedo descargar un video con este celular?

Minho tomó su celular y tecleó unas cuentas palabras. Le descargó una aplicación y se la enseñó a Taemin. Estuvo unos cinco minutos mostrándole cómo bajar un video hasta que finalmente él lo captó.

El menor le sonrió y se fue feliz a su habitación a explotar con su nuevo descubrimiento la memoria del celular.

Era imposible que un chico de dieciocho años lo enloqueciera como lo hacía su compañero de grupo. Era una tortura vivir con él, además de los otros miembros, pero no poder tocarlo como quisiera. Tenía suerte cuando debían hacer un poco de fanservice, pero luego de eso, no había nada más que unos abrazos y roces inocentes. Inocentes de parte del menor, sus intenciones eran maliciosas, y el único lo suficientemente inteligente en esa familia como para darse cuenta, era Kibum.

Y bueno, las fans, pero ellas nunca sabrán que sí era verdad su atracción a Taemin. 
O al menos rezaba porque fuera así.

Jonghyun bajó rápidamente las escaleras, tropezándose en el último escalón y desatando la risa de Jinki. El más bajo lo miró rezongando—Sí, muy gracioso, Hyung.

Kibum le tomó una foto antes de que lograra levantarse y lo publicó en su cuenta de Instagram.

Key, por favor.

Aguantó la risa y esquivó al Jonghyun que estaba en el suelo con una mirada indignada, pero fingida. En el fondo él también se estaba riendo. Subió las escaleras y se dirigió a su habitación, pensaba acostarse por lo que quedaba de la noche.

Pasó enfrente de la habitación de Taemin y se frenó en seco. Escuchó unos jadeos provenir de su cuarto. Insultó a su mente pervertida por imaginar situaciones comprometedoras del menor y decidió abrir lentamente la puerta.

Los ruidos seguían, y efectivamente eran jadeos. La luz estaba apagada, pero inmediatamente vio el brillo (aunque bajo) del celular cerca de su rostro, la ventana estaba abierta y con la persiana alta, dejando entrar algo de luz de la calle. Pudo distinguir la silueta agitada de Taemin, y su mano moviéndose rápidamente en su zona baja.

Minho se quedó con la boca abierta, luego de unos instantes, sonrió de manera depravada y pícara y se apoyó a un costado en la pared, cerró la puerta lo más despacio que pudo y siguió disfrutando del show. Taemin no se percató de su presencia.

No hasta que terminó de masturbarse y Minho prendió la luz de su velador, con una mirada vil y traviesa.

—Hy-Hyung…

Minho se acercó a él y se sentó al borde de la cama. El menor cubrió su pene, pero lo único que no pudo cubrir, fue su vergüenza. El mayor negó, no era necesario que diera explicaciones.

Le quitó el celular de las manos y vio unos videos subidos de tono en su galería. No tardó en percatarse de que en ninguno de ellos, había una chica. 
Miró unos segundos a su Dongsaeng avergonzado y mirando hacia la ventana y luego devolvió su mirada al celular.

—No es lo que parece.

Minho no iba a juzgarlo, él a veces también se tocaba, pero mientras pensaba en Taemin. Aún si a él no le atrajera, tampoco podía juzgarlo, ya que era una persona de mente abierta. 
Alzó una ceja mientras Taemin intentaba inventar alguna excusa. Bloqueó el celular y lo dejó a un lado. Se giró para ver mejor a Taemin.

—¿Entonces qué es?

No supo qué contestar.

—No voy a criticarte, Taeminnie—pudo llegar a observar parte de su piel desnuda y sintió una corriente eléctrica recorrer sus pantalones. Movió la mirada de lugar y la llevó al rostro del contrario—Mírame. 
El Dongsaeng le hizo caso y lo miró.

—Yo… tenía curiosidad.

“Si tiene curiosidad, debería ayudarlo y enseñarle”.

Cállate, mente depravada.

Pero inconscientemente también lo deseaba. Él seguía debatiendo en su interior mientras que Taemin se destapó y dejó ver su, ahora débil, erección.

Automáticamente la miró y no pudo despegar su mirada de ahí. No supo por qué había hecho eso, pero repentinamente sintió la necesidad de destaparse y mostrarse. Seguía avergonzado, y se sentía un poco humillado, pero continuó exhibiendo su cuerpo.

Minho mordió su labio, y acto seguido tragó saliva evitando mirar ahí nuevamente. Taemin tomó su mano y llamó su atención.

—Hyung.

Los “Hyungs” no se excitan al ver a sus Dongsaengs.

Minho inclinó su cuerpo hacia él y suspiró mientras estaba atento a sus inocentes expresiones. Taemin se calentó al sentir la cercanía y cerró los ojos. Rozó con sus dedos las extensiones del menor, mientras éste suspiraba ante el tacto. Siguió el roce hasta desembocar en su pecho y comenzó a estirarle el cuello de la camiseta.

Taemin abrió los ojos regalando una expresión intensa, separando los labios mientras se incrementaba la temperatura de la habitación.

Logró hipnotizar al mayor con su aspecto desaliñado y excitado y lo atrajo a sus labios. Minho los chupó degustándolo y comenzando un fogoso beso. Continuó moviendo ambos pares de labios juntos y los mordía de vez en cuando generando los jadeos del contrario.



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En el texto hay: shinee, 2min, jongkey

Editado: 25.07.2020

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