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Prohibido 2

El teléfono comenzó a sonar y rápidamente su vista se despegó del libro que estaba intentando leer. Lo cerró y lo dejó sobre la mesa de luz, tomando el celular y respondiendo antes de que el cuerpo a su lado se despertara.

Apenas leyó el nombre en la pantalla, sonrió. Se levantó del sillón individual en el que estaba sentado y se acercó a la ventana, antes de responder.

—Al fin.

Se escuchó una risa seca—Te llamé hace dos días.

Negó, mientras sonreía—Estaba bromeando—se giró. Miró a la cama y decidió no molestarlo. Salió de la habitación y se dirigió a la cocina, abriendo la heladera y buscando el agua—Ya es la madrugada allí.

Estaba ansioso—se oyeron ruidos externos al otro lado del teléfono. Podía darse cuenta de que estaba en la calle.

—Es entendible—pausó, tomando la botella de agua—Estuviste fuera tres años. ¿Cuándo sale tu avión?—preguntó sosteniendo su celular con su mandíbula, apretándolo contra su cuerpo mientras se servía agua.

En dos horas.

Asintió, aún sabiendo que su amigo no podía verlo.

¿Desde cuándo sales con Lee Joon?

Jinki no tardó en comenzar a sonreír en cuanto oyó su pregunta. Agradeció que su amigo no pudiera ver la sonrisa boba que tenía en el rostro.

—Desde hace un año y medio—aún con la sonrisa—¿Cómo te enteraste?

Rio—Soy Choi Minho, tengo mis contactos.

Extrañaba a su amigo. Hacía tres años que se había ido al extranjero a continuar con sus estudios. Minho volvería en menos de veinticuatro horas.

—¿Cómo?—insistió.

Minho bufó—Joon subió una foto tuya durmiendo a su Instagram.

Dejó el vaso con agua en la mesa. Sus mejillas comenzaron a teñirse de un color rojizo.

Por cierto, tienes un lindo lunar en-

—¡Bien, ya entendí!—lo detuvo, elevando un poco la voz. Luego giró, mirando hacia la habitación, asegurándose de no haberlo despertado.

Minho se carcajeó.

¿Está ahí contigo?

—Está durmiendo.

Oh... —se quedó en silencio.

Jinki tuvo una leve sospecha de lo que comentaría o preguntaría. En cada llamada lo hacía. Siempre llegaba un punto de la conversación en el cual Minho preguntaba sobre él.

¿Cómo está Taemin?

Volvió a tomar el vaso, llevándolo a su boca y bebiendo un poco de agua, haciendo esperar a Minho por su respuesta.

Alejó el vaso y respondió.

—Está bien.

No me has enviado ni una sola foto de él en estos tres años.

Jinki rio.

—Hasta Taemin sabe para qué quieres sus fotos.

Incluso sin ver su rostro, podía darse cuenta de que estaba sonriendo.

Quiero verlo.

—Mañana, tal vez—respondió.

¿Puedes decirle que volveré?

Su amigo sonrió.

—Sí.

Gracias. Ya debo irme.

—Nos vemos.

Adiós.

En cuanto colgó, unos brazos musculosos desnudos rodearon su cintura. Unos labios comenzaron a dejar una serie de besos en su cuello, y sus propias manos viajaron hacia los brazos del contrario, apretándolos.

Su cuerpo se presionó contra el suyo.

—¿Era Minho?—habló sobre su piel, haciéndolo estremecer al sentir su aliento.

Cerró los ojos disfrutando de los roces que recibía—Sí, está por volver.

—Qué bien—comentó simple, luego agregó—Imagina cómo se pondrá Taemin... —pausó, disfrutando de los suspiros que Jinki comenzaba a soltar. Reforzó el agarre en su cintura—Teniendo en cuenta cómo se pone cuando le hablas de él.

Aún con los ojos cerrados, negó—No se sonroja.

Joon sonrió—Según él.

Su novio sonrió también, dándole la razón. Su hermano era malo mintiendo, era un libro abierto.

—Tal vez.

 

***

 

La falda negra se movía junto al viento, sin dejar ver nada comprometedor. Si bien las medibachas negras que tenía eran algo traslúcidas, aún así cubrían sus piernas. El buzo blanco tenía una adorable ilustración en el centro, pero las miradas se centraban en sus piernas y en aquel bello y delicado rostro.

Los pares de ojos que intentaban ver a través de su ropa viajaban por su cuerpo. Las miradas de deseo siempre estaban presentes.

Continuó caminando, todavía le faltaba para llegar. Sus pasos fueron detenidos por tres hombres, frenando su avance.

Levantó la cabeza y dirigió su mirada a ellos.

Los tres pares de ojos se posaron sobre su cuerpo descaradamente y luego subieron a su rostro.

—Hey, preciosa—habló el del centro, de forma babosa.

Continuó el de la izquierda—¿Estás sola?

Los miró fijamente, sin largar ninguna palabra.

—¿No quieres venir con nosotros a divertirte?—volvió a hablar el del centro.

Hizo una mueca antes de comenzar a responder—Sinceramente... —los tipos pusieron una expresión extraña al oír el tono de su voz—No.

—¿Eres un hombre?—asqueado, preguntó el de la derecha—¿Qué haces vestido así, travesti?

Taemin rodó los ojos.

Su voz no era exageradamente grave, pero seguía siendo la de un chico.

Los esquivó, dejándolos en el olvido y quitándoles importancia aun cuando éstos continuaban gritándole cosas desagradables.

Estaba acostumbrado a tener las miradas de los demás encima. Su imagen era demasiado delicada y femenina. Más cuando se vestía como una mujer. Muchos hombres lo miraban con lujuria, pero él pasaba de ellos.

Finalmente llegó a la cafetería. Lo buscó con la mirada y sonrió cuando vio a su hermano ya sentado.

Jinki levantó una mano y lo saludó, haciéndole una seña para que se acercara. Taemin lo hizo al instante.

—Hola, Hyung—le sonrió alegre y se sentó frente a él. Vio el café que estaba tomando. Pudo darse cuenta de que había llegado hace un rato. 
Él se había entretenido mirando vidrieras. Además de los tipos que le frenaron el paso hace un rato.



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En el texto hay: shinee, 2min, jongkey

Editado: 25.07.2020

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