Irreal 2

Pasó su mano frente a su rostro, intentando llamar su atención, pero nuevamente el de pelo rosa lo ignoró.

—¿Sigues enojado?

No recibió respuesta de su parte. Taemin seguía mirando hacia adelante, hacia la profesora.

Había pasado un día de aquel suceso, pero Taemin aún no le dirigía la palabra.

El azabache salió junto a él del dormitorio, aun cuando su clase comenzaba una hora más tarde. Cada vez que podía, le insistía e intentaba hablar con él, pero Taemin seguía ignorándolo.

Aquella era la única hora que compartían, y Minho no iba a desistir.

—Taem~ —arrastró su nombre.

Sólo recibía indiferencia por parte de su amigo.

—Taemin—una voz se oyó proveniente de la fila de atrás.

Inmediatamente ambos giraron, mirando a la castaña.

—¿Quieres venir a mi casa el sábado?—preguntó coquetamente Krystal. Pasó uno de sus mechones de cabello por detrás de su oreja. Minho elevó una ceja.

Taemin abrió la boca para responder, pero Minho respondió por él.

—No quiere—dijo rápidamente—Y no vuelvas a insistir—se volteó. Krystal lo miró confundida.

—¿Eh? Le hablé a él—ofendida—¿Quién eres tú para-

—Tiene vagina, no va a poder follarte, querida.

Inmediatamente Taemin lo miró, clavando su mirada furiosa en él.

Krystal se quedó en silencio; perturbadamente sorprendida, aunque sin saber que eso era una mentira.

De todas formas, Taemin no se molestó en negarlo, estaba aún más furioso que antes y no quería interrumpir la clase con sus gritos. Simplemente tomó sus cosas y se levantó. Salió de la clase silenciosamente a los pocos segundos.

Minho bufó.

La había cagado aún más.

Pero al menos había logrado que lo mirara.

Tomó rápidamente sus pertenencias y se retiró de la clase, con intenciones de seguir al de cabello rosa.

Salió del aula e inmediatamente miró a ambos lados. Notó a Taemin a los pocos segundos. Lo siguió, bajando la escalera mientras gritaba su nombre.

—¡Taemin!

Su amigo no le respondió.

Minho bajó corriendo y logró alcanzarlo a los pocos segundos; se paró frente a él, frenándole el paso. Taemin se quedó quieto, un escalón más arriba de él, mirándolo fijamente.

—Taemin.

—Muévete—finalmente le dirigió la palabra. 
Hizo una mueca ante el tono de su voz y su expresión—¿Por qué eres tan frío conmigo?

Taemin elevó una ceja.

—¿Por qué crees? Imbécil.

—Lo siento—Minho se disculpó, mirándolo fijamente. Taemin se quedó en silencio—No me odies, te extraño—dijo con un tono dulce y arrepentido—¿Puedes perdonarme?

No oyó una respuesta de su parte, su amigo sólo lo miraba.

—Por favor~ —rogó y luego agregó—Puedes golpearme si quieres—soltó, aunque cierta parte de él se arrepentía de haber dicho eso.

—Bien.

La pierna de Taemin se elevó, impactando contra la entrepierna de su amigo.

El azabache inmediatamente sintió una sensación dolorosa en su zona delantera. Llevó ambas manos ahí mientras agachaba su cabeza ligeramente.

—Eso fue por... —pausó, no queriendo decirlo en voz alta. Desvió la mirada y continuó—Ya sabes porqué.

—Bien... —Minho soltó con algo de dificultad. Se puso derecho después de unos cuantos segundos—Me lo merecía.

Nuevamente su pierna se estampó contra el cuerpo de Minho, golpeando duramente su zona masculina una vez más.

—Oh... mierda... —se quejó, adolorido.

Taemin se cruzó de brazos.

—Y eso fue por lo que le dijiste a Krystal.

Minho continuó sufriendo en silencio unos momentos, pero tomó con su mano la muñeca de Taemin, evitando que se fuera.

—¿Qué?—preguntó algo seco. Lo había perdonado, pero aún seguía algo enojado.

—¿Querías salir con ella?

Por un momento sólo se oyó su silencio.

—No... pero no debiste decirle eso—respondió.

Minho se recompuso totalmente y posó sus dos manos en el cuerpo de Taemin, en su cadera. Su amigo lo miró fijamente, pero se tranquilizó al ver su sonrisa—Está bien.

Taemin mostró una pequeña sonrisa, la cual simbolizaba una tregua, tanto de golpes como de enojos.

Desgraciadamente, aquella sonrisa y aquella tregua desaparecieron rápidamente ya que Minho había colocado ambas manos sobre su trasero, apretándolo.

—Tienes un lindo culo—comentó casualmente, manoseándolo y oprimiéndolo.

Taemin descruzó sus brazos y le dio un codazo con su brazo derecho en la nariz. Minho despegó sus manos de su cuerpo y las llevó a su rostro, sintiendo inmediatamente su sangre.

—Idiota—comentó malhumoradamente con su rostro algo rojizo, esquivándolo y bajando la escalera.

***

Minho observó el cuerpo semidesnudo de Taemin paseándose por el dormitorio. La toalla blanca estaba alrededor de su cintura, tapándola.

Su dormitorio era un desastre. En la pequeña mesa que estaba delante del sillón había envoltorios de comida. La ropa de ambos estaba desparramada e incluso mezclada en sus habitaciones.

Taemin estaba buscando uno de sus calzoncillos, el cual por cierto hace días que no veía, pero Minho no podía alejar su filosa mirada de su cuerpo. Admiraba el pecho y la espalda de su amigo sin que éste lo notara.

Minho se levantó del sillón que estaba en medio de la sala y se aproximó a su amigo, quien estaba tomando un descanso de su exhaustiva búsqueda. Su espalda estaba recostada en la pared, mientras tenía sus brazos cruzados sobre su pecho y pensaba dónde estaba su ropa interior.

Taemin levantó la mirada al verlo tan cerca de él.

—¿Qué?

La mano de Minho se posó en su nuca, a la vez que instalaba su boca sobre la suya. Taemin se quedó sorprendido e inmóvil por un momento al tener los labios de su amigo tocando los suyos. Cuando volvió en sí, llevó ambas manos al cuerpo de Minho, empujándolo.