30 días para enamorarme

Día 2

Un nuevo día,uno que espero y no sea muy largo..con ayer ya tuve demasiado.

Me baño y me pongo una blusa blanca con un jean azul junto a unas sandalias altas color beich,no había uniforme para nadie,solo la regla era vestirse formal y con nada escandaloso que pudiera llamar la atención,eramos un negocio de moda serio.

Salgo peinando mi cabello largo con pequeñas ondas,me encantaba tenerlo así y no cambiaria ese tono chocolate que llevaba.

Llego al que seria mi calvario,al ver su jeep estacionado puedo adivinar que ya llego aquel fastidio,muestro mi jafete y dentro,subo las escaleras rápidamente saludando a las personas que se cruzaban en mi camino con una sonrisa.

Toco esta vez su puerta,no quería llevarme otra sorpresa como aquella.

-Un minuto tarde-dice apenas me ve entrar

-Buenos días..primero-inquiero

-Malos por que te veo-jugaba con unos imanes sin mirarme,los hacia sonar en la mesa de cristal..un ruido blanco que aturdia y por su tonito,sabía que era para molestarme 

-Estoy a sus ordenes,que desea que haga

-¡Muchas cosas!-insinúa dandome una mirada coqueta que me ponía nerviosa 

-¡Dejese de sus perversiones!-me adelanto en decir,no iba a escuchar otro disparate

-No te me adelantes,que me refiero al trabajo.Tranquila que yo no pienso tocarte-levanta las manos en señal de redención 

-No me va a tocar nunca,¡Deje de insinuarseme!-espeto con algarabía 

 Le pondría las cosas claras para que se dejara de payasadas.

-No lo hago,tú solita eres la mal pensada.Te he dicho que no volvera a suceder.

-¡Ojala..por que creer en usted es como confiar su alma al diablo!

-Tan malo crees que soy-exclama levantándose de su asiento,daba pasos lentos hacia mi.

Otra vez me iba a acorralar y yo no estaba lista,agarro la manija de la puerta para salir pero siento el peso de su mano encima de la mia.

-No te escaparas-saco mi mano de allí,juntandola con la de él.Yo no se como reaccionar  ante su toque,me perturbaba a la vez que me hacía sentir un leve calor que recorría todo mi cuerpo.

-¡Suelteme!-jalo mi brazo y nada,su agarre era fuerte

-No hasta que me respondas-pone sus manos en mi cintura y me tira al sofá,caigo de espaldas y me intento levantar pero se me puso encima.

¿Que iba a hacer?¿Acaso algo prohibido?¿Se atrevería a tocar sin mi consentimiento?¿Era un troglodita tan enfermo?

-¿Por que crees que soy malo?-pregunta acomodándose,ya no estaba tan pegado a mi sino con los brazos abiertos en cada costado apoyado en los almohadones del sofá.

Manteniendo unos 5 centímetros de distancia aun asi podía sentir su respiración tan cerca.

-Yo no pienso nada-murmuro removiendome del nerviosismo 

-¿Que piensas?-acerca su rostro al mio

-Se que es mi jefe..solo eso-trago saliva aguantando el acercamiento,que hacía volar el hilo de mis pensamientos.

No me separo por que me gustaba tenerlo así,no entendía el porqué.

-Dejate de chorradas de profesional,¿Dime que es lo que te provoco?-pega sus labios a los míos sin moverlos,estoy paralizada ante su toque solo lo miraba.

¿Lo dejaría seguir? ¿Dejaría que me vea como urgida?

Aunque si lo necesitaba,no he estado con un hombre en unos años..lo podía usar como él a mi pero se que las cosas no volverian a ser las mismas,es mi jefe..uno malo al que seguiré viendo.

Esta no era yo,si lo dejaba avanzar mi reputación quedaría por los suelos por que por lo egoísta podía comentarlo con toda la empresa.Ya me imaginaba siendo la comidilla del pueblo.

¡No permitiría que juege conmigo!.Puedo adivinar que no lo hacia solo conmigo.Si me quería intimidar para que renuncie y se salga con las suya,no lo haría..más provocaba en mi una sensación rara,lo quería dentro de mi,dandome unos buenos orgasmos.

Mi incosciente aveces me traicionaba,es un tipo malo no debo pensar esas cosas.

-Te pongo nerviosa..no me lo niegues-roza su nariz con la mía y pasa su lengua por mis labios cerrados,no los abriría no le daría cabida pero se sentía tan bien..tan placentero que quería comerme su boca.

Si con su lengua me hacía sentir placer,no imagino en lo otro.Nunca me había pasado con un solo contacto,siempre tenia que ver un juego previo antes de que este toda húmeda y él lo hizo al instante.

Provoco en mi algo que nunca había sentido por nadie era difícil dejarme llevar y el lo está logrando,queria tomarlo..besarlo..romperle la ropa..hacerlo mio.

-¿Que pasa?-pregunta deteniéndose,besaba por todos lados mi rostro-Becca-me llama,ese diminutivo me tomo por sorpresa.

¿Por que me llamaba asi?

-Rebecca-vuelve a pronunciar mi nombre,no hago caso..debia salir del trance en donde estaba y no sabia como.-¿Quieres que siga?

¡Si quería!.Mi incosciente me traicionaba.

No lo dejaría,no era lo correcto y si quería seguir con el plan dado debía enfocarme.

¡No sería una más de sus putas!

-¡Quitese imbecil!-reacciono,lo empujó para el costado,ya no lo quería cerca de mi.

Me volvia una pervertida,con pensamientos que son fuera de mi personalidad.

-¡No me vuelvas a tocar!-demando con rabia,por lo que me provocaba,salgo tirando la puerta.

Ni sabia como se quedó,me fui sin darle la cara.

Sentía que todas las personas alrededor me miraban,me sentía abochornada así que subo a la azotea de la empresa,en el último piso para poder respirar.

Estoy tranquila un buen rato hasta que suena mi celular,un mensaje de Vilma.

-¿Donde estas?.Te necesito abajo,Paulo esta haciendo no se que cosa y tú como su asistente debes abarcarlo,dejar que no lo haga.¡Me entiendes!

Ya me aburría de esto,hubiera preferido no aceptar pero soy tan buena y fiel con el trabajo que no lo dude.

Bajo de inmediato y lo veo entregando fichas a los trabajadores.

-¿Que hace?-pregunto quitandole una de su mano.

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