Epílogo

Después de días de investigación exhaustiva y esfuerzos conjuntos, Bennett finalmente reunió al grupo alrededor de una pequeña fogata en el corazón del bosque. La noche era fresca y serena, pero la tensión aún se palpaba en el aire mientras discutían las opciones restantes para salvar a Ruby.

—Chicos —comenzó Bennett con su voz serena pero cargada de significado—, he estado investigando otras formas de recuperar a su hija. —Su mirada se posó en Sam y Dean, quienes escuchaban atentamente junto a Eve y Castiel.

Sam inhaló profundamente, la esperanza brillando en sus ojos cansados pero determinados.

—¿Qué otras opciones tenemos? —preguntó con una mezcla de expectativa y ansiedad.

Bennett asintió, su expresión revelando la gravedad de la situación.

—Hay un ritual ancestral —continuó—, que podría restaurar la conexión de Rubby con su humanidad perdida de una manera diferente al primer método que discutimos.

Dean frunció el ceño, evaluando las implicaciones.

—¿Es seguro? —preguntó con precaución, recordando los riesgos involucrados en cualquier magia antigua y poderosa.

Bennett asintió solemnemente.

—Como con cualquier magia antigua, hay riesgos —admitió con franqueza—. Pero he preparado cuidadosamente cada paso del ritual. Creo que esta es nuestra mejor oportunidad.

Eve, quien había estado escuchando en silencio, rompió el silencio con determinación.

—Entonces, ¿cuál es el siguiente paso? —preguntó, su voz resonando con urgencia y confianza en el equipo.

Bennett sonrió ligeramente, reconociendo el espíritu unido del grupo frente a ellos.

—Prepararé todo lo necesario —respondió con calma—. Necesitaremos reunir los materiales adecuados y encontrar un lugar sagrado donde realizar el ritual.

Con la promesa de Bennett de explorar esta nueva opción y la determinación renovada del equipo, se sumieron en una planificación meticulosa y en discusiones estratégicas sobre los pasos a seguir. Entre la anticipación y el escepticismo cauteloso, cada uno de ellos llevaba consigo la esperanza renovada de que, juntos, encontrarían una manera de salvar a Rubby y restaurar la paz en sus vidas.

Mientras la fogata crepitaba suavemente y el bosque susurraba sus secretos al viento de la noche, Sam, Dean, Eve y Castiel se prepararon para enfrentar el próximo desafío con valentía y determinación, sabiendo que la solución para salvar a Rubby estaba más cerca de lo que nunca habían imaginado.

Ya no había vuelta atrás, una vez que comenzarán con el ritual, no habría forma de volver el tiempo atrás. Ya estaban condenados por siempre a sufrir las condiciones de sus acciones. Bennett estaba más que segura de que esto traería la humanidad de Rubby o, al menos, la volvería a traer a la vida. Sin embargo, no tenía idea si lo estaba haciendo bien o no, ya que nunca había llegado tan lejos con un ritual tan longevo.

Bajo el dosel de árboles antiguos y la luz plateada de la luna llena, Sam, Dean, Eve, Castiel y Bennett se reunieron en un claro del bosque preparado para el ritual ancestral. Bennett había trazado cuidadosamente círculos de protección con polvo de estrellas y había encendido velas talladas con símbolos arcanos, creando un ambiente de magia y misterio.

En el centro del claro, sobre un altar de piedra cubierto con runas grabadas, descansaba una caja de ébano tallada con intrincados diseños. Dentro de la caja reposaban ingredientes raros: hierbas perfumadas, cristales luminosos y un cuerno de unicornio pulido.

Bennett, vestida con túnicas tejidas con hilos de plata y oro, se acercó al altar con solemnidad, llevando consigo un cáliz lleno de un elixir de color ámbar que emitía un resplandor suave. Con gestos precisos, vertió el elixir en un cuenco de plata colocado estratégicamente en el centro del altar.

—El elixir de la vida —murmuró Bennett en voz baja pero resonante, sus palabras cargadas de significado ancestral—. Forjado en el fuego de las estrellas y bendecido por los espíritus antiguos.

Sam, Dean, Eve y Castiel observaban con asombro y respeto, sintiendo la energía antigua y poderosa que llenaba el aire a su alrededor mientras Bennett continuaba con el ritual.

Con movimientos ceremoniales, Bennett comenzó a recitar palabras en un idioma olvidado por el tiempo, invocando la ayuda de los dioses antiguos y las fuerzas naturales que rodeaban el claro del bosque. Su voz resonaba con autoridad y reverencia, cada palabra cargada de intención y propósito.

A medida que el ritual progresaba, una bruma dorada comenzó a elevarse desde el cuenco de plata, envolviendo a Rubby, quien había sido traída al centro del círculo protegido por Sam y Dean. La bruma se arremolinaba suavemente alrededor de ella, acariciándola con una sensación de calidez y renovación.

En ese momento crucial, Castiel extendió su mano, emitiendo una suave luz celestial que se entrelazaba con la bruma dorada, fortaleciendo el vínculo entre Rubby y el poder ancestral que se invocaba. Sus ojos azules brillaban con determinación y esperanza, sabiendo que este era el momento decisivo en su búsqueda para salvar a su amiga y restaurar su humanidad perdida.

El ritual continuó durante horas, cada fase meticulosamente ejecutada con precisión y devoción. Las estrellas brillaban en el cielo nocturno, observando silenciosamente mientras el grupo trabajaba en armonía, guiados por la sabiduría antigua y la fuerza de su unión.

Finalmente, cuando el sol comenzó a asomar sobre el horizonte, una paz profunda descendió sobre el claro del bosque. La bruma dorada se disipó lentamente, revelando a Rubby en el centro del círculo, su expresión tranquila y serena.

Bennett exhaló lentamente, la tensión de la noche cediendo ante la certeza de que el ritual había sido exitoso.

—Está hecho —anunció con una sonrisa suave pero radiante—. La conexión de Rubby con su humanidad ha sido restaurada.

Sam y Dean se abrazaron con alivio, sus corazones llenos de gratitud y alegría. Eve y Castiel compartieron una mirada de complicidad y satisfacción, sabiendo que juntos habían superado un desafío formidable y habían encontrado una nueva forma de esperanza en el oscuro mundo de los cazadores de lo sobrenatural.