5 maneras de descubrirlos

Extra

Narra Joahn

Pierdo la cordura cuando veo a Valentina hundirse en el agua. Me agarro la cabeza y jalo mi cabello, malditos, se los dije bien claro.

—¿Qué carajo les pasa, pedazo de animales? —Les grito—, Dejé muy en claro que no se le acercaran.

—Solo íbamos a darle un pequeño susto, hermanito. No te molestes, a demás, es algo que ella se vino buscando desde que llegó.

—Ella no te hizo nada, John, estás enfermo.

—No vuelvas a llamarlo así. Somos tu familia, importamos más que ella y te pasas los días salvándola. 

—A ver, pequeño idiota —Miro al más bajo de nosotros tres—, para comenzar, es mi maldito trabajo. Ustedes no tienen por qué estarla amenazando, ni siquiera acercarse, porque el que tiene que hacer eso soy yo, esta vez me tocó a mi. Se que quieren andar como locos matando a todas las chicas, pero esta es mía. Solo mía y no tienen que tocarla.

—No va a lograrlo, hasta ahora no ha averiguado nada —Se queja John, rodando los ojos—, Ni siquiera la letra la ha descubierto y es la parte más fácil.

Me río cortamente —Esa es tu debilidad: tu ego. Piensas que puedes con todo y no es así, ella tiene pistas. Mañana, en dos días o en una semana va a descubrirnos, y esa boca tuya va a quedar abierta de par en par por no ver las cosas como son.

—¿Y cómo son? Lo que veo en este momento es que se está ahogando, llenándose de infecciones en las heridas que tiene y tu estás aquí, discutiendo con nosotros que somos tu familia. Tú querida e importante lobita está a más de 5 metros bajo el agua y lo único qué haces es regañarnos como si fueras nuestro padre. Haz tu trabajo, inepto. 

Lanzo una mirada al cielo y suelto un suspiro, cargado de rabia, enojo, estoy estresado, este es mi trabajo, no el de ellos. Pero no pueden tener las manos fuera de lo que no es de ellos para sentirse superiores. Aún sabiendo como son las cosas con nuestros padres. 

En lo único que tiene razón es en que Valentina se esta ahogando y va a contraer muchas infecciones si no la trato ahora mismo, y yo no quería llegar a esto.

Me quito las botas y me sumerjo en el agua verde y viscosa. Entrecierro los ojos, buscando enfocar la vista y encontrar su cuerpo, pero no lo logro. Salgo a la superficie y ellos ya no están, se fueron y sus risas se escuchan a lo lejos. Joder, siempre es así. Respiro profundamente antes de volver a sumergirme y nadar hasta el fondo, muevo los pies y los brazos tanto como la densidad del agua me lo permite, y no se cuantos metros estoy bajando, es díficil contener la respiración en estas circunstancias.

No veo nada, todo es oscuro, más de lo normal, y siento que todo está perdido, que volví a fracasar. A pesar de estar perdiendo el poco aire que queda en mis pulmones y rodeándome de pensamientos negativos, estiro un brazo en un último intento de encontrarla. 

Al estirarlo choco con algo que me deja tieso por un segundo, me repongo y alargo los dedos, toco lo que creo que es su cabello. Los extiendo y me acerco más, logro distinguir su cara al tocarla, giro su cuerpo hacia mi y la tomo de la cintura para continuar nadando hacia la superficie con ella pegada a mi cuerpo. Noto que faltan pocos metros para salir, pero he tardado tanto yendo hacia abajo que me estoy ahogando, y también es difícil ir rápido con ella, que no hace nada de fuerza y tampoco se si está muerta o sigue viva con ganas de seguir luchando.

Alzo el brazo como si eso fuera a ayudarme a salir más rápido, la paciencia se me está agotando y la fuerza también. Suelto la pizca de aire de que me quedaba a centímetros de mi destino y saco la cabeza dando un respiro fuerte, me arden los pulmones y la nariz.

Saco a Valentina y la dejo en el césped mientras trato de asimilar la situación. Casi se muere, casi muero yo también, no les interesa nada que tenga que ver conmigo, definitivamente me han hecho a un lado. 

Retiro mi cabello de la cara y agarro impulso para salir y tirarme al césped también. Tomo a a la chica que nunca había estado tan tranquila desde que está aquí, no había tenido la oportunidad de verla sin que relucieran los ojos azules en su cara.

Empiezo a hacerle RCP, comprimo su tórax varias veces para lograr mi objetivo, le doy respiración boca a boca, acerco el oído al pecho y el corazón sigue latiendo débilmente. Hago el proceso con más fuerza y de repente ella se levanta tosiendo como loca. 

Porque eso si es, dramática hasta muriéndose.

—Respira, si sigues tosiendo...

—¡Cállate! No quiero morir esta noche, vas a matarme —Se arrastra hacia atrás, alejándose de mi.

—Acabo de salvarte. Te hubiera dejado allá abajo para que murieras entonces. Malagradecida.

Sigue tosiendo —Tampoco te pedí que lo hicieras —Mira sus zapatos—, pero gracias, otra vez.

—Cierra la boca y ya. Levantate.

Frunce el ceño, como las veces que le digo que se calle, algo típico, por lo visto. Su voz es irritante.

Trata de ponerse de pie, apoyándose al tronco de un árbol y me acerco para ayudarla a caminar, si lo necesita. Pero cuando estoy a centímetros, se desvanece entre mis brazos.

Va a ser una noche un poco larga para mi.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.