97% Probable

Capítulo 3: Mi esposo es un CEO

Katherine

Cuando termino de pensar, decidiendo que esta vez le daría una oportunidad al hombre que convirtiera en mi esposo para ver como salían las cosas entre ambos y podíamos llegar a un acuerdo, ya habían pasado 5 minutos desde la hora establecida para el comienzo de la boda.

Con los pasos más rápidos que podía dar con las zapatillas que estaba utilizando, camino hacia la entrada del salón. Mis manos temblaban mientras tomaban con fuerza la tela del vestido para no tropezar, quería llegar lo más pronto posible. A pesar de que no conocía al hombre con el que me iba a casar, no sería agradable si él pensaba que lo había dejado plantado y si mis acciones de alguna u otra manera causaban problemas con el programa sería peor.

Detengo mis pasos cuando la gran puerta de madera está frente a mí, suelto la tela del vestido y tomo un par de respiraciones profundas antes de que dé mi señal para que abran las puertas.

Contengo mi respiración al ver la cantidad de personas que estaban en este lugar. Si bien, no tendríamos recepción después de firmar el papel en el que oficialmente nos convertíamos en esposos, mi padre no había tenido consideración para invitar a todos sus amigos más cercanos. Era una completa locura.

Centro mi mirada al frente y puedo ver la silueta de mi futuro esposo relajarse, parecía que su espalda se había tensado al no verme llegar y eso me hace sentir culpable.

Camino con pasos lentos mientras el piano comienza a tocar una suave melodía, muestro una sonrisa mientras camino y las cámaras enfocadas en mí. Cuando estoy a un metro de separación, un ruido de sorpresa sale de mis labios.

Oh. Mi. Dios.

¡El hombre con el que estaba a punto de casarme era el increíblemente guapo y rico Henley Rose! El único heredero del Grupo Rose y recién nombrado CEO.

¡Rose! ¡Rayos! Por eso mis padres querían tanto que participara en el programa, no era sólo por la confianza del público, sino que ellos deseaban unirse a la familia Rose por medio de mi boda.

Cierro mis labios cuando los ojos de aquel hombre se posan sobre mí, inspeccionando mi cuerpo por completo. ¡Era una completa locura! ¡Yo no podía ser compatible con alguien tan formal como él!

Las personas decían que Henley era un formal hombre de negocios, pero parecía también una estatua de hielo. Según los rumores nunca en su vida había salido con una chica ya que decía que las citas eran una pérdida de tiempo.

Por lo menos, él estaría de acuerdo en firmar un contrato para limitar lo que podría pasar entre nosotros. Pero ahora me sentía más insegura de todo lo demás.

—Comencemos— exclama el juez y giro mi cuerpo hacia el frente.

El juez lee los artículos del código civil sobre el matrimonio y a pesar de que no estaba de acuerdo con la manera en que lo expresaban, asiento a ello para posteriormente firmar el acta de matrimonio. Se acercan los testigos y luego de firmar y que oficialmente nos convirtamos en esposos por la ley, giramos hacia el público con las cámaras enfocadas en nosotros.

Era incómodo no saber cómo se supone que tenía que actuar frente a mi esposo y ni hablar que ni siquiera podía mirar a mi esposo porque maldita sea, él era el hombre soltero más rico del país que toda mujer deseaba tener como pareja. Bueno, ya no era soltero.

Por indicación del camarógrafo nos tomamos de las manos para caminar por el pasillo rodeado de flores y la habitación llena de aplausos salimos del lugar. Cuando nos hemos apartado del lugar, soltamos nuestras manos sintiéndonos incómodos, sentía mis mejillas completamente sonrojadas y mis piernas temblaban sin poder controlarse.

—Iremos directamente a casa, podrán reunirse con sus familias posteriormente— exclama una de las asistentes de grabación y asiento.

La ceremonia civil y todo había sido más para las cámaras, así que en sí mi padre no tenía una razón para intentar invitar a medio país. Pero él siempre exageraba un poco con su número de invitados.

—Mañana deberíamos hablar con más calma— exclama el hombre y asiento totalmente de acuerdo.

Caminamos siguiendo a las tres personas y nos guían hacia una camioneta, subimos y cada uno nos sentamos en el extremo de uno de los asientos de 3 personas. Muerdo mi labio inferior y cierro mis ojos tratando de pensar con claridad en todo lo que había sucedido el día de hoy.

—Queremos grabar una escena cuando lleguemos a casa, así que no luzcan muy incómodos con la cercanía del otro— exclama una de las mujeres.

No sé cómo podían esperar de mí que actuáramos con comodidad cuando nos acabábamos de conocer hace menos de una hora. Y no es que no supiera quién era Henley, por supuesto que lo hacía, pero lo había conocido únicamente en los eventos más importantes y sólo lo vi de lejos.

—Lo haremos— exclamo en voz baja.

Recuesto todo mi cuerpo contra el sillón de la camioneta y me quedo dormida el resto del camino. Había sido ordenar mis cosas más importantes para llevarlas a la casa que compartiría con mi nuevo esposo, había dormido muy poco por la ansiedad de acostumbrarme a un nuevo ambiente, así que no se me dificulta dormir.

Escucho voces llamando mi nombre y mis ojos se abren, el auto ya estaba estacionado. Me pongo en pie e intento acomodar mi cabello para salir del coche.



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En el texto hay: matrimonio, amor, programa

Editado: 03.10.2022

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