A Donde Vayas

¿Necesitas Espacio? Parte I

Detesto pensar en mi futuro; detesto pensar en mi presente, y lógicamente detesto pensar en mi pasado. En mi futuro, porque no veo uno feliz; en mi presente, porque no soy feliz, y en mi pasado, porque nunca fui feliz. Odio esto.

Hace tiempo que perdí el interés por las cosas que deberían ser importantes para mí; como mis estudios, el deporte, mis amigos, o una vida social. Hace tiempo que ya nada me interesa. Mi mundo se delimita a un carboncillo, un papel y mis audífonos.

Mi madre y Jeff (mi padrastro) gritan todo el tiempo; no hay una sola noche en la que no estén peleando y ya ni siquiera duermen en la misma habitación. Jeff descarga su ira contra mí, golpeándome constantemente y recriminándome mis errores como la peor bazofia que ha parido la tierra.

"Trabajo, dinero y estudio es igual a felicidad. Trabajo, dinero y estudio. Trabajo, dinero y estudio." Suele gritarme eso con frecuencia cuando me golpea por no ser un buen estudiante y no estar en el cuadro de honor como lo estuvo él en su momento.

⎯¡Si sigues con esa actitud tan irritante y despreocupada terminarás muerto! ¡Apuesto a que es por esa música que escuchas! ¡No puedo creer que haya adoptado a un chico tan inútil! ¡Conoces bien las reglas: trabajo, dinero y estudio! Es lo único que necesitas para ser feliz. ¡No estos dibujos estúpidos que te pasas haciendo! ¡Piensa un poco, no seas imbécil; tú futuro está en juego; tú vas a arruinar tu vida y no esperes que yo mantenga a un vago como tú! ¡Así que no quiero escuchar quejas y te pones a estudiar!

"Trabajo, dinero y estudio, es lo que necesitas para ser feliz." Me acostumbré a repetirme eso todas las noches antes de ir a dormir, como si quisiera sugestionar a mi subconsciente para despertar al día siguiente con esa idea grabada en mi ADN.

Lo intenté muchas veces y con todas mis fuerzas; estudié hasta el cansancio, desvelándome noches enteras, devorando libros como una aspiradora, rechazando ofertas para salir y dejando de lado mis dibujos y apagando mi música; sin embargo, nada parece ser suficiente para ese hombre.

⎯¡¿Sólo obtuviste ocho punto noventa de promedio general?! ¡Esos solo son dos puntos más alto que el parcial anterior! ¡¿Estás burlándote de mí?! ¡Dime a la cara si crees que me estoy equivocando, dime a la cara si crees que yo soy el monstruo aquí! Eres tú el culpable de que tu madre esté decayendo; eres tú el que está cagándose en su futuro, no yo. A mí no me afecta; el que terminará como vagabundo y mediocre serás tú.

Han pasado casi nueve años desde la última vez que alguien me dio un abrazo. Jeff sigue hablando sobre felicidad, pero no he sido feliz ni un puto segundo en toda mi vida y parece que él tampoco, pese a seguir sus propios consejos. No lograré entender por qué mamá se casó con este sujeto, y por qué dejó de quererme.

Muy pocas cosas me satisfacen y me vuelven realmente feliz, aunque sea temporal y pasajero. Me gusta subir a la azotea cuando el cielo está despejado y mirar al vacío cósmico mientras escucho música, con la esperanza de ver una estrella fugaz pasar por nuestra atmósfera, porque así me doy cuenta de lo insignificante que es mi vida. Me gusta ver el atardecer sentado en el campo, porque así es como siento al vacío de mi corazón más pequeño. Y me gusta dibujar todo lo que veo, para que así no olvide jamás estos sentimientos.

Me gustaría pensar que esto no es más que una reacción hormonal por la pubertad. Que estos cambios de humor y bajones repentinos son simplemente una etapa que todos atraviesan durante la adolescencia, pero ahora creo que esto es mucho más profundo.

Dibujo para olvidar mis problemas; dibujo para plasmar mis problemas; dibujo para recordar mis problemas, y dibujo para crear más problemas. Lo que sea que haga, lo hago dibujando, y es algo que logra subirme el autoestima poco a poco. No es por presumir pero creo que sí soy bastante bueno en lo que hago.

Hoy fue un día largo. Siempre es la misma basura en el colegio: compromiso y responsabilidad. Odio ir; no hay nada bueno en ese lugar; después de todo, no hago más que ser golpeado por los bullies de mi salón y ser sermoneado por los maestros por mi comportamiento

Luego, es momento de perderme de camino a casa; visitar muchos lugares para dibujar el escenario que se me venga en gana, escuchar las conversaciones de los chicos de mi clase que están cerca y no me reconocen, y finalmente cargar mi cruz hacia mi propia crucifixión.

Acabo de regresar a casa. Está muy calmado para lo que suele ser. Fui a la nevera por una fruta y me senté en el comedor para revisar mis bocetos. Creo que con un poco de pintura quedarían perfectos. Jeff acaba de llegar; tiene su maletín marrón de siempre y un periódico en la mano. Se acerca a mi sin siquiera saludar y cierra mi libreta. Golpea mi cabeza con su periódico y me da cuatro libros de estudios para que me encierre a leerlos. A su vez, dice que preparará un examen sobre los libros y que debo aprobarlos con una nota perfecta; luego grita su célebre frase: "trabajo, dinero y estudio. Eso es lo que necesitas para ser feliz."

Más o menos así es un día cualquiera en mi vida, pero hoy no es un día cualquiera; hoy es mi cumpleaños. Nadie en el colegio lo sabe porque no tengo amigos; Jeff no lo sabe o simplemente no quiere recordarlo, y no he visto a mamá en toda la semana, así que no puedo esperar algo de ella. Mi vida es complicada. Estoy consciente de que este sufrimiento no es nada en comparación con el de otros pero... En serio desearía no sentir esto nunca más.

⎯¡¿Tu cabeza está repleta de mierda o por qué eres tan estúpido?! ¡Tus notas cada día son más bajas! Ahora me doy cuenta, ¡no sirves para nada! ¡¿No has pensado en matarte?! Porque deberías pensar más en eso.

Llevo muchos años escuchando lo mismo que incluso llego a creérmelo. La única razón por la que no lo hago es porque soy un cobarde que no tiene la valentía de tomar el puñal y hacerle el favor al mundo. No tengo la fuerza, además, no quiero morir, porque solo vivo puedo ver el espacio, y muerto no podré hacerlo. Suena muy infantil, pero mi sueño siempre ha sido estar recostado sobre el césped, con miles... no, millones de estrellas en el firmamento; quiero ver planetas y galaxias tan cerca como para sentir que las puedo tocar con mis propias manos. Quiero ver el color de las nebulosas moverse desenfrenadamente y quiero ver a los espirales cósmicos girar. Quiero ver el universo; ese es mi más grande sueño.




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