-¿Por qué no?.- preguntó el rubio.- Anda ve, no va a pasar nada
-No, vamos a estar completamente solos en la playa, me puede violar.- contesto el peligris
-JiMin por favor, no va a pasar nada, han salido casi un mes
-Tu lo has dicho, casi un mes, no sé cuales sean sus intenciones. Tengo miedo.- el peligris jugaba con sus pequeñas manos regordetas.- No voy a ir.
El rubio ya un poco harto de todos los pretextos de su amigo se dirigió a el para tomarlo de los hombros con brusquedad, provocando que este se asutara un poco.
-Mirame y escucha atentamente Park JiMin, te meteras a bañar, te pondrás lo que deje en el closet, te pondrás más guapo de lo que ya eres y a las ocho en punto estarás en el ascensor listo para ir a la playa con el amor de tu vida.- el peligris quería decir algo, pero su intento fue inútil.- Callate. ¿Estamos?.- JiMin solamente asintió con la cabeza.
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-Te quedan cinco minutos, date prisa.- gritó el rubio desde la cama donde estaba recostado
JiMin sabía que si no esta listo a la hora que TaeHyung le dijo esta en graves problemas.
-Ya.- dijo el peligris con la voz un poco acelerada
-Tres minutos para las ocho, anda, te acompaño.- ambos jóvenes salieron de la habitación de hotel para dirigirse al ascensor.- Te ves muy guapo.- dijo el rubio
-Gracias, me gusto mucho lo que elegiste.
El timbre del ascensor había sonado, habían llegado a la recepción.
JiMin estaba más nervioso que hace unas horas, eran tantos los nervios de JiMin que TaeHyung pudo notarlos. Se detuvieron a la mitad de la recepción y TaeHyung tomó por los hombros a JiMin, esta vez con más delicadeza.
-Oye calmate, no va a pasar nada, YoonGi es un gran chico y lo a demostrado con acciones. Creeme que si pensara lo contrario en estos momentos estaríamos de fiesta.- el rubio le guiño el ojo a su amigo.- Así que vas a salir por esa puerta y llegaras con YoonGi como la diva empoderada que eres.
Esta vez JiMin esta seguro, no va a pasar nada, es una simple cita.
El peligris caminó hacía la puerta, volteo por un segundo para despedirse de su amigo, el antes mencionado solo alzó la mano mientras le decía a su amigo fighting.
Al llegar a la playa pudo visualizar a YoonGi con el teléfono en la mano, JiMin no pudo evitar sonreir, se ve bastante lindo, el cabello castaño de YoonGi va tan bien con su piel pálida.
JiMin caminó sigilosamente hacía YoonGi, al estar parado atrás de el lo abrazó por la cintura provocando un pequeño salto por parte de YoonGi.
-Hola Jiminnie, pensé que no vendrias.- el castaño tomo las manos de JiMin las cuales estaban en su abdomen.
-Ya estoy aquí.- el rubio se separo del castaño para quedar frente a el.- ¿De qué quiere hablar, hyung?
El castaño comenzó a ponerse nervioso, no quería ser rechazado por JiMin.
-Hay que caminar.-YoonGi tomo de la mano a JiMin y comenzaron a caminar por la orilla de la playa
-El mar se ve precioso, ¿no cree?.- preguntó JiMin
-Claro que es hermoso, pero no más que tu.
Un notorio sonrojo apareció de inmediato en las mejillas de JiMin.
Un silencio para nada incómodo se apodero de la situación, al parecer ya no tenían nada que decirse, lo único que se podía escuchar eran las olas del mar chocando entre si. El paisaje perfecto para la confesión de YoonGi.
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JiMin no podía creerlo, aquél joven frío y reservado le había preparado un hermoso detalle, algo sencillo para muchos, pero para JiMin era lo máximo.
-Sé que no es lo mejor, ni lo más costoso, a lo que estas acostumbrado, pero lo hice con mucho cariño, Jiminnie. Esperó que te guste.- dijo el castaño mientras rascaba su cabeza.
-Gracias.- sin pensarlo mucho JiMin se abalanzó al cuello de YoonGi formando así un hermoso abrazó entre ambos jóvenes.-De verdad gracias, hyung, y no se preocupe por ese tipo de detalles, apreció mucho lo que ha echo. Y no me gusto... Me encanto, gracias.- el hermoso abrazó se rompió finalmente
-Antes que otra cosa pasé, deja de decirme hyung, supongo que hay la suficiente con fianza, ¿no?
-S-si, claro que si.- el peligris agachó la cabeza, no quería que YoonGi lo viera sonrojado.
-Sientate.- ambos chicos se sentaron encima de la manta que estaba en la arena.
YoonGi sacó de una pequeña caja de madera dos copas y una botella de vino, el favorito de JiMin.
El castaño le extendió la mano a JiMin para que este tomara la copa.
-Gracias.- dijo el peligris.- ¿Ya me puedes decir que hacemos aquí?
-¿Podemos comer?, realmente tengo hambre.- el castaño le suplico a JiMin, sabía que si no lo detenía JiMin no se cansaría de preguntar "¿De qué quieres hablar?". JiMin finalmente había accedido a comer.
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¿Era el momento?
¿Tenía que hacerlo ya?
Jamás estuvo en una situación de esta magnitud.
-JiMin...
-¿Si?.- el peligis volteo a ver a YoonGi lo cual puso aún más nervioso al castaño
-¿Te gustó la comida?.- preguntó el castaño.
-Ah si, estuvo muy buena, nunca pensé que tuvieras tan buen sazón
-Me alegro que te haya gustado, temía que te doliera el estómago o peor aun, que te intoxicaras.- el castaño alborotó un poco su cabello.
-Por alguna extraña razón me gusta ver cuando te pones nervioso.- el peligris atrajo ambas piernas a su pecho y recargo suavemente la cabeza en ellas.
-¿Enserio? Y... ¿por qué te gusta verme de esta forma?
-Porque tienes distintas etapas de nerviosismo.- dijo el peligris con una notable sonrisa.- Te ves increíblemente tierno y eso me mata.
YoonGi soltó una pequeña risa
-Tan tierno, ahg, y dime... ¿Cuáles son esas etapas?
-Primero alborotas tu cabello, después comienzas a ponerte como jitomatito.- JiMin levanto la cabeza de YoonGi de tal forma que el antes mencionado pudiera ver el lindo sonrojo de YoonGi.- Te ves tan lindo. La tercera y la que me provoca una ternura inexplicable, tus lindos cachetitos se inflan poco a poco y te hace parecer un gatito, bastante tierno por cierto.