CAPÍTULO 10
DOMINGO
ISAAC MOGUER
— No puedes simplemente seguir evitando a Andreus, Isaac, es tu hijo— La voz de mi esposa reprendiéndome me hizo verla fijamente, pensar que en ese instante aquella mujer tenía una vida dentro, no me hacía enojarme en lo absoluto.
— Lo sé, no debo ignorar a Andreus, pero lo que quiero es que seas tú quien le digas que ya estamos esperando a nuestro bebé.
— Joder, Andreus no me tolera, Isaac
— Y a mí no me respeta. Entonces serás tú la que le contará.—Dije sin lugar alguno a discusión, mirando los verdes ojos de Arianna, quien suspiró, ligeramente molesta.
El silencio reinó por un instante antes de que volviera a hablar mi rubia
— Ya escuchaste lo que nos dijo sobre esa supuesta Itzel, ¿verdad?— Asentí
— Sí, y créeme que no me agrada mucho que Andreus se esté fijando en ella, no cuando yo le tengo otros planes.
— ¿Acaso crees que preferirá casarse con Azarith?
— Ella, por lo menos, si es de su edad, y en ese tiempo que pasará hasta cuando puedan casarse, estoy seguro de que lograré hacerlo posible
— Andreus cumplirá este año sus 17, Isaac. Y escuchaste muy bien que él realmente está enamorado de ella.— El silencio volvió a reinar en la habitación, dejándome sumido en mis pensamientos
En medio de nuestro silencio, la puerta se abrió de golpe, sacándome de mis pensamientos
— Rey, tiene una llamada importante, es de parte del rey Salvattore.
Me levanto inmediatamente, estaba esperando su llamada desde hace un par de días, me había contactado con él para ir a Italia con Arianna y Andreus, quiero sacarle a esa mujer de la cabeza, no me conviene que esté junto a ella, no si quiero que las cosas fluyan como me gustaría.
—¿Y qué piensa usted, Salvattore?, ¿le parece bien mi propuesta?
— Absolutamente, Isaac, me parece muy buena idea que nuestros hijos comiencen a relacionarse, y que mejor manera de celebrar el embarazo de tu esposa que estar las dos futuras familias juntas.
— Como debe ser— Solté una risa seca—, ahora, estaremos más unidos que nunca, estoy seguro de que esta será la mejor decisión.
— De eso no hay duda, Isaac, será la mejor.
Después de unos minutos de conversación, la llamada concluyó, dejando un silencio en la habitación.
—Isaac.— Arianna interrumpe mi silencio entrando a mi oficina con pasos decididos.
—¿Qué pasa, corazón?— Mi brazo rodea su cintura y acerco su suave cuerpo al mío.
—¿Qué te dijo Salvattore?— Indagó, sus claros ojos estuvieron clavados en los míos, sonreí mientras acariciaba su cintura.
—Aceptó nuestra propuesta, corazón. Tenemos que preparar todo para poder ir a su palacio.
—¿Cuándo se lo diremos a Andreus?
—Pronto, solo tengo que encontrarlo.
—¿Encontrarme?, estoy frente a vosotros.— La voz de Andreus llenó de tensión el ambiente, joder, qué mala costumbre tenemos en esta familia de aparecer en el momento menos oportuno.
Arianna se congeló, los verdes ojos de la rubia viajaban entre Andreus y yo, aunque ambos manteníamos una expresión calmada. Menos Arianna, tenía una cara que cualquiera pondría si ve a su tatarabuela en frente suya.
—¿Qué pasa, Isaac? ¿Para qué querían verme?— Indagó Andreus cruzándose de brazos y dirigiendo su mirada hacia mí, claramente serio
— Bueno, seré directo contigo— sentencié con suma tranquilidad, sin apartar mi mirada de él—, Tu madre y yo estamos esperando un bebé— La expresión de Andreus se oscureció, su respiración también se hizo más pesada.
— Arianna no es mi madre, Isaac, mi madre se llama Adha…
— Lo sé perfectamente— Interrumpí, no me gusta cuando dice eso frente a Arianna, menos ahora que sus hormonas le juegan malas pasadas por el embarazo—, sé que esa mujer fue tu progenitora, pero ya no está, permítete disfrutar de otra compañía.
— Como digas. — La voz de Andreus con esa típica ironía me hizo entender que no le parecía esto en lo absoluto.— Felicidades por tu embarazo, Arianna…
La voz resignada de Andreus me hizo bufar de decepción, pero como ya lo sé, Andreus puede odiarte a muerte, pero nunca será mal educado contigo. A no ser que seas su padre, esa será la excepción.
—Gracias, Andreus…
— Iremos a Italia a pasar un tiempo con Salvattore y la princesa Azarith— Andreus se congeló
— Debes estar bromeando, Isaac.
— Si lo hiciera no desperdiciaría mi tiempo contigo.
— No iré.
— No es opcional ir o no, Andreus. Pasarás ese tiempo con la princesa, te guste o no te guste.— Rodó los ojos y soltó un bufido frustrado.
— Isaac, puedo pasar años con ella, pero mi decisión de casarme con ella sigue igual, y creo que sabes muy bien que mi respuesta será no.
— Eso estaría por verse, Andreus.— me quedo callado, notando el creciente enojo de Andreus.
— Pues quiero verte intentarlo, Isaac.— Andreus salió rápidamente de la oficina.
— Será el próximo martes.— Le anuncié, sabía que me estaba escuchando.
ANDREUS MOGUER
Cuando siento que las cosas no pueden empeorar, resulta que sí.
Sinceramente, esto no me parece nada bien, y sé perfectamente lo que planea Isaac con este supuesto viaje.
Azarith no es alguien que me llame la atención, he tratado con ella, pero nada fuera de lo común. La respeto, y se podría decir que tengo algo parecido a una amistad con ella, pero le haré saber que no quiero estar es esa farsa.
Llegué a mi cuarto, deseando estar lejos de este lugar solo, o incluso con ella; pero ahora tengo que resignarme.
Mensaje nuevo, Theodore. 13:13
—¿Te apetece ir hoy a rodar?, hay otra carrera por ahí, o si no quieres alguna carrera podríamos simplemente andar.
—No puedo creer que en verdad tengas una moto para mí, Theo…
—Sí, la tengo. ¿Vienes o no?
—Está bien, nos veremos esta noche. Trataré de escabullirme donde nadie me vea.