A Letras De Ti

CAPÍTULO 14 Parte uno

CAPÍTULO 14
Parte uno

VIERNES EN LA MAÑANA/TARDE

ANDREUS MOGUER

Italia no me recibió de la manera que me hubiera gustado. Y ya extraño a Itzel.

Para comenzar, miles de personas esperaban que saliéramos del aeropuerto, al igual que cientos de camarógrafos, a veces olvidaba quién era realmente en Francia, pero me asfixia ser el foco de atención de muchos.

Mientras iba en el auto personal que el rey pidió para cada uno de nosotros— en mi caso, fui solo. Isaac fue con Arianna.—. Intenté practicar un poco más mi habla italiana con el chofer, pero vaya sorpresa que me hablaba con miedo, solo servía para irritarme.

“Ya estoy en Italia, llegué hace una media hora.”

Envié el mensaje a Itzel, prometí avisar cualquier cosa, aunque debe estar dormida, probablemente hoy no fuera a clases.

“¿POR QUÉ NO ME LLEVASTE? :( ”

“La idea no era llevarte, era quedarme contigo.”

Sonreí después de enviar el mensaje, nunca pensé estar así de tonto por una mujer.

El camino era bastante largo, pero no podía negar que los paisajes eran preciosos en todo el sentido de la palabra.

Llegamos a la casa real y guardé mi teléfono, probablemente Isaac ya sepa que lo tengo, pero no me voy a arriesgar a que lo vea y lo quite, como ya ha hecho con prácticamente todo lo que me entretiene o alegra.

Al llegar, me sorprendió la elegancia del lugar. Su estilo era completamente diferente al de la casa real francesa, conocida por muchos como 'el palacio real'. Era un espacio encantador, y pronto fuimos recibidos por el rey, un hombre alto y formal, de buen aspecto. A su lado estaba su mujer, una rubia oscura de tez pálida que vestía formal. No entiendo que tienen con las rubias. Y al lado de ellos estaba Azarith; una rubia cobriza de un armónico rostro, sus ojos eran verdes y sus labios tenían un tenue color rosado.

— Salvattore, no pensé vernos tan pronto.— habló mi padre, acercándose para saludar al rey, al tiempo que Arianna se acercó para saludar a la reina, por lo que yo también me acerqué a saludar a Azarith.

— Hola, Andreus, hace mucho no nos veíamos.— Azarith extendió su mano, la cual estreché con cuidado.

— Hola, Azarith. Sí, ha pasado mucho tiempo— acto seguido dejé un beso en el dorso de su pálida mano.

Isaac me vio con aprobación, pero yo solo lo hice por educación.

El palacio era grande por dentro; tenía decoraciones bastante lujosas y con un aspecto agradable a mis ojos. Básicamente un lugar lleno de lujos.

No había pasado ni media hora y ya tenían preparada una comida para nosotros, un banquete a lo grande, yo solo probé unos cuantos antes de llenarme.

— Andreus, veo que ya han acabado tú y Azarith, deberían ir a conocer el lugar, después de todo estaremos varios días aquí.

No tenía ganas de decir no, pero tampoco le diré un sí. Solamente me puse en pie al igual que Azarith.

— Gracias por esta comida, estaba realmente buena.— pronuncié antes de salir a la par de la chica, quien caminaba a mi lado.

Comenzamos a recorrer el palacio, vi mi habitación— que no es nada pequeña— recorrí junto a ella en un silencio que no me incomodaba en lo absoluto, pues aprovecha simplemente para pensar, y cómo carajos le explicaría la situación. Es una completa desconocida para mí, y no empezaré a contarle mis problemas, no puedo ni con Itzel, que es… Bueno, aún no estoy seguro de que es para mí.

— ¿Qué te parece el lugar?— La voz de Azarith me sacó de mis pensamientos, solamente me limité a asentir.

— Eh… Bueno, es bastante agradable—me encogí de hombros, mirando por la ventana

Azarith suspiró

— ¿Podría hacerte una pregunta, Andreus?
— Claro que sí.

— Tú no querías venir, ¿cierto?, lo puedo notar.— Fruncí el ceño.

— ¿Por qué lo dices?
— Bueno, no pareces muy contento en este lugar…

— Dejé algunas cosas sin concluir en Francia— Respondí con calma, pero creo que entendió lo que quise decir antes de volver a hablar.

— ¿Y ya tienes pareja?— Lo sabía, como lo sabía, ella diría esto.

Ahí recapacité mi pregunta varias veces, ¿tengo pareja?, a mi corazón le parece que sí. Pero yo soy consciente de que no somos nada serio. Pero el hecho de no tolerar que le hagan algo…

— Sí, algo así. ¿Tú?
Negó— Mi padre me alejó del último chico al que hablé.

— Mi padre haría lo mismo, créeme.— Ella sonrió.

— Lo sé, no te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo— me dio una media sonrisa, la cual correspondí. No era tan arrogante como pensé, podría llegar a pensar que entablaríamos amistad.

— Gracias, Azarith. Eres bastante amable.

— No es nada, Andreus— Sonrió y continuó—. Por cierto, sé que no es de mi incumbencia, pero ¿cómo es ella?
Sonreí al recordarla, ahora la tengo que describir sin hacerle pensar que hablo de alguna diosa.

— Bueno, ella es pequeña, llega más abajo de mis hombros; es una enana problemática.— Azarith rio— De verdad, me eché yo mismo la culpa de que golpeé a alguien para que ella no estuviese en problemas.

— ¿De verdad?, pues sí que es algo problemática. Según lo que escuché vas a un instituto, ¿cierto?
— Sí, en principio no me gustaba, pero ella fue cambiando eso.

Y duramos bastante tiempo hablando sobre Itzel y el chico del que se tuvo que alejar, pero entonces ella me hizo otra pregunta.

— Andreus, sé que esto no viene al tema, o bueno, quizá sí. Pero creo que ambos sabemos con qué fin nuestros padres nos quieren más cercanos. ¿Estás de acuerdo?, me refiero si estarías dispuesto a estar en un falso matrimonio conmigo.

Se me tensó hasta la última célula del cuerpo, suspiré y respondí lo más sereno posible.

— Seré honesto, no sería capaz de poder estar contigo si amo a otrora persona. Eres una chica amable, podría considerarte amiga después de un tiempo, pero ni tú ni yo queremos eso.



#3525 en Otros
#398 en Aventura
#7505 en Novela romántica

En el texto hay: humor, romace, romance drama

Editado: 23.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.