A Pesar De La Heridas || H.S

CAPITULO 9

Esta es la mejor cita que podría haber deseado en toda mi vida, nunca tuve una realmente, siempre tenía claro lo que quería con un chico, pero Harry, es una persona muy agradable, me hace reír como nada, nuestras risas en el restaurante fueron algo molestas para una que otra persona.

Pero no cambiaría nada de lo que compartí con él, realmente me hace sentir una persona vivaz, me gusta tenerlo a mi alrededor, la forma en como limpiaba sus lágrimas provocadas por las carcajadas me hacían sentir un afecto inmenso por él.

No dudaría nunca en decir que quiero que él sea parte de mi vida, quiero que él me conozca realmente como soy y quiero conocerlo tal cual como él es, sé que puedo confiar en él, pero también sé que guarda secretos como cualquier persona.

Creo que nunca lo ha notado, pero a veces se pierde en sus pensamientos y su rostro se torna con una tristeza que lo único que me provoca es querer abrazarlo hasta que esos fantasmas que lo atormentan se vayan.

No es el único con fantasmas, pero yo he aprendido a luchar contra ellos y puedo decir que hasta ahora he sido la vencedora, no quiero creerme la madre Teresa de Calcuta, pero sé que puedo ayudarlo, él puede confiar en mi para descargar todo el peso que carga en su ser.

Y aquí estamos, en el porche de tía Kenny, no puedo evitar balancear mi cuerpo de un lado para el otro. Él solo me observa con una sonrisa en ese espectacular rostro.

–Me encanto pasar la tarde contigo.

Toma mi mano y puedo sentir lo frías que están, no me cabria en la cabeza que el pudiera estar nervioso, (lo digo porque el clima es algo caliente) todo su ser me demuestra una confianza infinita.

–A mí también me encanto estar contigo.

¿Qué otra cosa podría decir? Al menos no estoy temblando como alambre en terremoto, con él puedo sentirme de todas las formas posibles, feliz, confiada y justo ahora estoy jodidamente nerviosa, podría hacer lo que ya he hecho anteriormente salir de prisa para entrar a casa, pero le daría una impresión errónea.

Me acerca a su pecho y puedo sentir la velocidad con la que late, el mío debe estar igual o peor.

–No sabes las ganas que tengo de besarte. 

Por los clavos de cristo, he estado ansiosa por estampar mi boca a la suya, ¡Que le cuesta hacerlo!

–¿Porque simplemente no lo haces?

–Quiero hacer esto bien nena, Dios sabe que estoy tratando, quiero que te sientas cómoda no quiero poner presión a nada, la espera va a ser gratificante, estoy seguro, anda, entra a casa.

–Está bien, espero que puedas dormir al saber que no me diste un beso en la primera cita, siempre soñé con eso, pero bueno, no pasa nada –¿También les comente que ser una Drama Queen, hace parte de mi vida? ¿No? Bueno, pues ya lo saben.

Me doy media vuelta para emprender mi camino a casa, tengo una sonrisa plasmada en el rostro, como el feo gato de Alicia en el país de las maravillas, doy pasos lentos por si cambia de opinión y si no cambia de opinión, pues seré yo la que tome la iniciativa, mujer empoderada. 💪

–Creo que sobrevire solo por la cita que tenemos mañana.

¡Mierda! ¿Qué le cuesta devorarme la boca? Me giro para darle una mirada de odio, su sonrisa es una clara demostración de que esto solo le causa gracia, me acerco hasta quedar frente a él, su sonrisa se ensancha y si piensa que voy a ser su Pennywise de esta noche, está muy equivocado.

De un momento a otro tomo su chaqueta y lo pego a escasos centímetros de mi rostro.

–¿Estás seguro de que no quieres besarme? –como ya he dicho, el que no arriesga no gana y siempre me voy al todo por el todo.

Su rostro esta serio y su semblante se torna tenso, puedo sentir como su respiración se acelera, el cabron es fuerte, pero mi determinación es más grande, entre abro mis labios y puedo ver como su vista se posa en ellos, hago un último intento y mi lengua pasa por sobre estos, su respiración se detiene un segundo para después exhalar una bocanada de aire que cae sobre mis labios.

No lo hará, lo empujo un poco y emprendo mi camino a pasos rápidos para estar a salvo de su atracción, cuando subo el primer escalón para entrar a casa, puedo sentir la presión de su mano en mi muñeca, que bueno que no puede ver mi rostro, de lo contrario sabría que todo hace parte de mi plan, es que hay que hacerse desear, por favor.

Me doy la vuelta y sus labios se estampan con los míos, me encanta.

Volver a sentir la fuerza de sus besos, es algo inexplicable, no sé cómo algo tan sencillo puede producirte tantas emociones al mismo tiempo, la forma en la que su mano sujeta mi cuello para acercarme más a su cuerpo es placentera y que decir de su mano en mi cintura, el escalofrió que eso me provoca me hace soltar un pequeño jadeo; él suelta un gruñido cuando jalo un poco su cabello, esos rizos pueden ser el delirio de cualquiera, pero soy la afortunada de tener mis manos y algo más sobre él.

–Espero que si puedas dormir.

Lo dice con su espiración acelerada, ahora quien no podrá dormir soy yo, por ponerme a joder el toro estoy sufriendo las consecuencias, pero bien podría acostúmbrame a que me embista, claro que él no va a saber eso, así que sin más le respondo. 

–Eso te digo yo –estampo un último beso en sus labios y su sonrisa boba me impulsa a que le dé un apretón a su mejilla.

Sin más me apresuro y entro a casa, no puedo evitar pasar mis dedos sobre mis labios, mucho menos puedo evitar tener una sonrisa tonta estampada en el rostro, descansa Harry, digo estas palabras al aire y me encamino a mi habitación, antes de entrar en esta le doy las buenas noches a tía Kenny y a tío G.

Me tiro en mi cama observando el techo, pensando en lo mucho que me gusta Harry.

 

 

Holaaaa, quiero agradecerle a todos los que me han apoyado hasta este momento, en serio aprecio mucho la oportunidad que le estan brindando a mi historia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.